20.5 C
Mexico City
14 junio,2025

SE COMENTA SOLO CON…

  • RETROGRADAS
  • CARLOS RAMOS PADILLA

Clase Turista

Morena presentó la iniciativa de ley para eliminar el uso de la toga en el máximo tribunal del país. Señala que ésta representa lejanía y elitismo y que en la nueva era de la justicia mexicana los ministros deben estar cerca del “pueblo”.
Hugo Aguilar Ortiz, quien, señalan testimonios, fuera personaje cercano al cobarde subcomandante Marcos en la insurrección de 1994, y virtual ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia ocupó sus declaraciones en afirmar que en lo personal, “no voy a usar toga” aduciendo que no pretende extraviar su raíz como indígena oaxaqueño.
De manera desafiante y audaz apuntó: “Voy a marcar esta diferencia, que en la Corte está un indígena, y vamos a llevar los trajes de gala de los pueblos y comunidades indígenas, esa es la propuesta que yo voy a hacer”.
Absurdo por donde se vea. Cuando fue candidato a la Corte presentó la ocurrencia, el capricho, de no usar toga en la Sala Superior de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y romper los estrictos protocolos. Anticipó que revisaría la normatividad que regula las sesiones y si eso no es suficiente impulsaría las reformas que correspondan.
Este sujeto olvida que de llegar a la Corte su responsabilidad es evitar la distinción entre ciudadanos y aplicar con certeza y conocimiento las leyes. No es activista de grupos individuales. Su esfuerzo debe centrarse en el respeto a los códigos legales, los protocolos institucionales y la defensa de los derechos constitucionales. Eso le debe de ocupar no las simulaciones y distractores.
Corresponder a la vestimenta obligada para tan reluciente cargo no le arrebata ni su esencia ni su origen y si así lo cree tiene un serio problema de autoestima y personalidad. Que se dignifique y que corresponda a la conducta seria y elegante del también oaxaqueño Benito Juárez quien presidió el máximo órgano de Justicia del Estado. Un mexicano que sin las manipulaciones mediáticas, sin arrogancia ni inseguridades se ganó el reconocimiento de “Benemérito de las Américas”. La ropa no fue su distintivo, si su sello de caballero, sino lució su estatura de estadista y líder. Un presidente que no viajó con pantalones de manta para defender a la nación ante la invasión extranjera. Mantuvo su distinción sabiendo lo que era y representaba.
La toga se convirtió en prenda formal para los ministros de la Corte a partir de 1941 en el momento que se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto presidencial que estableció su uso obligatorio en las sesiones.
Es cuestión de respeto, de clase, de decoro. No queremos una Corte saturada de chamanes, de incienso y cascabeles. No más penachos. Retrógradas las ocurrencias de Morena.
Más tarde nos pedirán andar con pasamontañas, con cananas, en huaraches o con taparrabos.
Artículo anterior
Artículo siguiente

Related Articles

últimos articulos