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04 diciembre,2025

SE COMENTA SÓLO CON…

  • ¿A QUÉ VA?
  • CARLOS RAMOS PADILLA

Red FinancieraMX

La presidenta (con a), confirmó su asistencia este viernes al sorteo del Mundial de fútbol 2026 que tendrá lugar en la ciudad de Washington, donde -asegura- se encontrará con sus homólogos Trump y el canadiense Mark Carney.

Sabe Sheinbaum que por las condiciones que prevalecen en el país de violencia y corrupción podría México perder la sede, por ello su insistencia en el tema durante las mañaneras.

El escándalo de Miss Universo que no ha querido atreverse a solucionar deja en mal a su administración y a la de amlo, incluso en un marco internacional que sarcásticamente se pregunta cuánto pagará Morena para que la Selección Nacional pase a la siguiente ronda.

Pero ¿a qué va Sheinbaum a Washington cuando no se atrevió siquiera ir a la APEC o que incluso fue expulsada de la Cumbre  de las Américas o es calificada persona non grata en Perú?.

En un evento que no es suyo sino de la FIFA llegará a una nación en donde no ha sido invitada, pero peor aún, a unas horas de que el gobierno estadounidense deja abierta la posibilidad de intervenir contra los cárteles en cualquier país que exporte drogas a la Unión América y que aparentemente podría recibir serias sanciones por el descontrol migratorio y por las inconstancias en el tratado comercial como ya se constató en las irregularidades del AIFA que despertaron la agresividad de la mandataria informándole a Trump que no somos “piñata”, pero que en menos de 24 horas dobló las manos como consecuencia de las imposiciones y caprichos de amlo en sus macro-obras.

Hasta el momento que redacto estas líneas, Sheinbaum ha asegurado que no está confirmada una reunión con Trump y que sí está se da será “muy breve”. Qué espera, a qué aspira, a una conversación de pasillo con el hombre más poderoso del planeta? Ese es el trato que se merece?

Por otra parte, se arriesga a que Trump le regale un desplante de los que esté acostumbrado o en la falsa cortesía acepte un apretón de manos, pero hasta ahí.

Ahora bien, Sheinbaum se presenta a una ceremonia de un deporte de alto impacto mundial para ganar la fama que aquí no tiene?

Pues ¿qué no fue ella la que siguiendo el juego a amlo descalificó a la fórmula uno por ser “fifi” y después presumía fotos con el Checo Pérez?

Pero además ya anticipó que asistirá al juego inaugural y regalará el boleto a una niña indígena.

¿Piensa que acudiendo a Washington, repito sin invitación oficial como Jefa de Estado, se borran las indagatorias de personajes del primer círculo de Morena por supuesta complicidad con los narcotraficantes? Sonriéndole a Trump allá nadie se acordará de Andy, Adán Augusto, Bartlett, Rocha, los Yunes, la Barredora, Andrea Chávez, Fernández Noroña, CJNG, el asesinato de Carlos Manzo, las protestas de transportistas y el crecimiento de la resistencia civil?

Nadie asesora a la presidenta (con a) advirtiéndole que los riesgos son mayores a los beneficios.

Por el bien del país la relación con Trump y Carney tendría que ser vigorosa, confiable, sensata.

Pero Sheinbaum no entiende que no se trata de una Cumbre y está estirando, forzando un encuentro que tendría que darse en otras circunstancias.

Los avisos a Maduro tienen chanfle y repercuten en Cuba, Colombia, Nicaragua y México.

Y si Sheinbaum ha menospreciado eventos de talla mundial que nos convienen como nación, su presencia no garantiza en Washington que de aquí a junio del 26 ocurra otro “incidente” con ataques armados, exhibición de corrupción en la alta burocracia o bien, el elemental cumplimiento de una digna infraestructura urbana que merecemos y no tenemos pero que se adecuará para la celebración del fútbol. Esperemos que le vaya bien, pero ¿a qué va?

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