- Destilar mezcal, una conexión con la tradición artesanal mexicana
Clase Turista
El 19 de marzo celebramos el Día del Artesano, una fecha para rendir homenaje a las manos que dan vida a la cultura mexicana. Desde textiles bordados a mano hasta cerámica pintada con detalle milimétrico, cada pieza artesanal es un testimonio de creatividad, paciencia y legado. México es un país donde la tradición se reinventa, y los artesanos no solo preservan su historia, sino que la transforman en objetos que conquistan el mundo. Entre estas expresiones, el mezcal artesanal ocupa un lugar especial: cada botella es el resultado de un proceso meticuloso, donde la naturaleza y la maestría humana se fusionan en un destilado lleno de identidad. Porque, al final, beber mezcal no es solo un acto de disfrute, sino una conexión con la tierra y la tradición, una obra de arte líquida que honra el tiempo y el oficio.
Los artesanos son el alma de la identidad cultural de México y una pieza clave en su desarrollo económico. Su trabajo no solo preserva tradiciones centenarias, sino que también genera empleo y movimiento en la economía. De acuerdo con el INEGI, en 2021, la producción de artesanías representó el 20.8% del sector cultural del país, aportando más de 153 mil millones de pesos al PIB. Además, este sector generó casi 480 mil empleos remunerados, con una fuerte presencia de mujeres artesanas. Cada bordado, cada pieza de cerámica y cada destilado artesanal cuentan una historia de dedicación y excelencia, convirtiéndose en embajadores de México en el mundo. Más que objetos, las artesanías son fragmentos vivos de nuestra herencia, un puente entre el pasado y el presente que sigue evolucionando sin perder su esencia.
«Es el caso de los mezcales artesanales. Cada destilado es único, como una pieza artesanal, porque lleva consigo el legado de quienes lo elaboran. Es el resultado del trabajo de muchas manos que entienden la importancia del tiempo, lo especial y la tradición. Desde quienes cultivan y cosechan el agave hasta quienes lo cuecen, muelen, fermentan, destilan y embotellan, cada persona aporta su conocimiento y dedicación a cada lote. En The Lost Explorer, todos somos artesanos: guardianes de un proceso que respeta la naturaleza, honra el oficio y celebra la paciencia. Hacer mezcal artesanal es un acto de compromiso, donde el tiempo no se mide en horas, sino en generaciones”, explica Don Fortino Ramos, Maestro Mezcalero de The Lost Explorer.
En el mundo del mezcal existen tres categorías que definen su método de producción: mezcal, mezcal artesanal y mezcal ancestral. La diferencia entre ellas radica en el grado de intervención tecnológica y el respeto por los procesos tradicionales. Mientras que un mezcal industrializado puede incorporar técnicas modernas para acelerar la producción, el mezcal artesanal mantiene un equilibrio entre la tradición y ciertas herramientas que facilitan el trabajo sin comprometer la esencia del destilado. The Lost Explorer se encuentra en esta categoría, donde cada etapa del proceso, desde la selección del agave hasta la destilación, es realizada con un profundo respeto por la tierra y el tiempo. Es un trabajo meticuloso que sigue métodos transmitidos por generaciones, asegurando que cada botella sea una expresión auténtica de la naturaleza y la maestría humana.
Lo que hace del mezcal The Lost Explorer una verdadera artesanía es el cuidado y la precisión con los que se elabora. A diferencia de los destilados industriales, aquí no hay atajos ni procesos acelerados. Los agaves se cosechan solo cuando han alcanzado su madurez natural, un proceso que puede tardar entre 8 y 12 años. La cocción se realiza en hornos de piedra con leña reciclada, la fermentación ocurre en barricas de roble abiertas donde las levaduras naturales hacen su trabajo sin intervención química, y la destilación en pequeños lotes garantiza que cada gota conserve la esencia del agave. Esta atención al detalle, guiada por el Maestro Mezcalero Don Fortino Ramos y su equipo de expertos, es lo que transforma a cada botella en una pieza única, donde la paciencia, la destreza y el profundo respeto por la naturaleza se traducen en un mezcal con alma y carácter inigualables.
Cada sorbo de mezcal artesanal es un homenaje a quienes, con sus manos y su conocimiento, mantienen vivas las tradiciones de México. Así como un alfarero moldea el barro o un tejedor entrelaza hilos, los mezcaleros convierten el agave en una expresión pura de la tierra. Su labor no solo es un oficio, es un legado que trasciende generaciones. En este Día del Artesano, celebramos a quienes dedican su vida a crear con paciencia y respeto, a aquellos que entienden que la verdadera grandeza no se mide en velocidad, sino en la profundidad con la que cada obra se impregna de historia y significado. Porque más allá del mezcal, más allá de las artesanías, lo que realmente celebramos es la pasión de quienes transforman lo cotidiano en extraordinario.