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Clase Turista
El “Foro de Líderes Religiosos y Ceremonia de Graduación,” una iniciativa conjunta de dos organizaciones religiosas prominentes, estaba programado para llevarse a cabo en Paju, Corea del Sur. Se esperaba que el evento contara con la participación de más de 30,000 personas de 57 países, incluyendo a 1,000 líderes religiosos que representaban el cristianismo, el budismo, el islam y el hinduismo.
Sin embargo, la Organización de Turismo de Gyeonggi, una entidad pública bajo la Provincia de Gyeonggi, canceló abruptamente el alquiler del lugar sin previo aviso. Los organizadores del evento declararon que la cancelación constituye un acto inconstitucional de discriminación contra una religión específica, violando la libertad religiosa, los derechos humanos y el debido proceso.
Las organizaciones anfitrionas, la Asociación para la Unificación Nacional Budista de Corea y la Iglesia de Jesús Shincheonji, dijeron que habían recibido confirmación oficial el 23 y 28 de octubre de que no había planes de cancelación. También afirmaron que la cancelación unilateral fue una acción administrativa irrazonable dirigida a un grupo religioso específico. Además, enfatizan que otros eventos programados para el mismo día no se vieron afectados, lo que sugiere que la cancelación fue una “decisión administrativa causada por la oposición de un grupo religioso específico,” lo cual “viola el principio de separación entre la iglesia y el estado garantizado por la Constitución.”
La Organización de Turismo de Gyeonggi citó preocupaciones de seguridad relacionadas con las acciones recientes de Corea del Norte y las actividades planeadas de un grupo de desertores norcoreanos como razones para la cancelación. Sin embargo, se señaló que otros eventos, como paseos en bicicleta para civiles y visitas de turistas extranjeros a la DMZ, fueron permitidos en la misma área designada.
La Asociación para la Unificación Nacional Budista de Corea y la Iglesia de Jesús Shincheonji instan al gobierno surcoreano a respetar la libertad religiosa, defender los derechos humanos y rectificar esta decisión injusta. Exhortan a las organizaciones internacionales a monitorear esta situación y tomar las medidas adecuadas para proteger la libertad religiosa.