- Se esperan afectaciones en producción y empleo
- Por Gerardo Flores Ledesma
Clase Turista
El sector privado del país se declaró en alerta por las cifras negativas en los niveles de confianza y la desaceleración en la economía, lo que podría afectar su operación y capacidad de contratación.
Durante varios meses la confianza empresarial ha caído en sus mediciones y es muy posible que con la tendencia a la baja en la actividad económica, las cifras de empleo también presenten caída en su dinamismo.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) detalla que la población ocupada registró su menor avance desde que inició su repunte tras la pérdida de empleos que propició la pandemia, y subraya que la mejor forma de reducir la pobreza es la generación de empleos de calidad.
En su más reciente análisis, el CEESP puntualiza que estimular la inversión productiva, sobre todo la del sector privado, ofrece más oportunidades de empleo con mayores beneficios para los trabajadores
Sin embargo, alerta que debido a la creciente incertidumbre política interna que ha generado la posible aprobación del Plan C del gobierno y otros problemas que no muestran señales de moderarse como la corrupción, inseguridad, impunidad y un frágil estado de derecho, aunado a un débil dinamismo de la actividad económica, las empresas han incrementado las medidas prudentes y de cautela, lo que provocará mermas en su operación y contratación de trabajadores.
En su comparación anual, las cifras de los indicadores de confianza empresarial muestran hasta julio varios meses con cifras negativas, mientras que el indicador global de la actividad económica muestra una clara tendencia a la baja. Incluso la estimación oportuna del INEGI anticipa un menor dinamismo para junio.
El CEESP aclara que en materia laboral, los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), muestran que en junio la población ocupada sumó 58.9 millones de personas, lo que significó un aumento de solo 273 mil ocupados respecto al mismo mes del año pasado, que fue su menor avance desde que inició su repunte tras la pérdida de empleos que propició la pandemia.
Este modesto avance anual refleja, en principio, un comportamiento favorable de la composición del mercado laboral toda vez que, por una parte, la ocupación formal aumentó en 1.1 millones de personas, mientras que la informal se contrajo en 0.8 millones.
Sin embargo, si nos remitimos a las diferencias mensuales, se aprecia que la población ocupada en junio se redujo en 863.9 mil personas, como consecuencia de una baja de 830 mil en ocupación informal y 33 mil en la formal, lo que pareciera reflejar la dificultad que tiene la economía de crear los suficientes empleos.
Cifras más actualizadas publicadas por el IMSS, indican que en julio el número de trabajadores registrados aumentó en solo 12,344, después de dos meses consecutivos con pérdidas. Esto implica que respecto al mismo mes del año pasado el total de registros aumentó en 446.4 mil que, excluyendo las caídas de 2009 y 2021 ocasionadas por la crisis y la pandemia, es la segunda cifra más baja para el mismo periodo desde 2008.
De esta manera, en los primeros siete meses del año se acumuló un total de 307.4 mil nuevos registros, lo que igualmente fue uno de los más bajos en varios años.
No hay duda de lo benéfico que resulta para la población tener mayores oportunidades de ocupación, pero de igual importancia, es que esta sea de calidad que permita a los trabajadores satisfacer sus necesidades familiares.
En este contexto resalta que la tasa de condiciones críticas de ocupación, que representa el “porcentaje de la población ocupada que se encuentra trabajando menos de 35 horas a la semana por razones de mercado, más la que trabaja más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo y la que labora más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos”, se ubicó en junio en 34%, lo que equivale a 20 millones de personas, cifra superior en 351 mil a la del mes previo y 1.4 millones mayor a la del mismo mes del año pasado.
La posición del gobierno es fundamental para asegurar el mejor ambiente de negocios que permita a las empresas desarrollarse al máximo, de tal manera que se asegure la creación de empleos de calidad.