- En 2020, las emisiones de GEI en México bajaron 5.6%; en el mundo la disminución fue de 3.7%
- Gerardo Flores Ledesma
Clase Turista
Hasta 2021, las emisiones brutas de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de México ascendieron a 714 millones de toneladas de CO2 equivalente, contribuyendo con 1.4% del total mundial, lo que dejó a nuestro país en el segundo lugar en América Latina, sólo superado por Brasil.
Las fuentes de contaminación más graves tienen su origen en los sectores energético, agropecuario, las aguas residuales, los desechos orgánicos y el transporte público.
Las recomendaciones de los expertos son transitar hacia otro tipo de energía, como la solar o eólica, promover la adopción de vehículos eléctricos, y trabajar en la producción de otros combustibles, como el hidrógeno verde,
Las emisiones de GEI en México y el mundo demandará acciones más firmes para revertir las cifras negativas y favorecer la reducción de emisiones, al tiempo que se generen oportunidades de desarrollo económico sostenible e incluyente.
Un análisis de BBVA Research afirma que la pandemia por Covid-19 provocó una disminución en las emisiones de GEI en el mundo, pero ello se debió a una caída atípica por la baja en la actividad económica, No obstante, las previsiones señalan que las emisiones volverán con tendencia al alza en los próximos años.
En 2020, debido a la pandemia por COVID-19, la economía mundial se contrajo 2.8% y las emisiones brutas globales de GEI retrocedieron 3.7%. En ese mismo año, el PIB de México cayó 8.6%, pero sus emisiones de GEI bajaron solo 5.6%.
En el estudio de los expertos se aclara que el dióxido de carbono, originado principalmente por la quema de combustibles para energía, como electricidad, calor y combustibles para transportes, representó 63.9% de las emisiones brutas de GEI en México.
En tanto, las emisiones de metano y óxido nitroso, que juntas representan el 32.8% de las emisiones de México en 2021, provienen principalmente del sector agropecuario, así como del manejo de aguas residuales y la descomposición de desechos orgánicos.
Frente a este panorama son previsibles las presiones hacia el futuro para hacer frente al cambio climático, y que la diversidad de gases y compuestos que contribuyen al efecto invernadero, así como sus fuentes de origen, requieren de una serie de acciones concretas y medibles.
LAS RECOMENDACIONES
Los expertos suponen que es esencial acelerar una transición tecnológica que permita generar energía a partir de fuentes menos intensivas en emisiones, como la energía solar o la eólica.
Asimismo, recomiendan promover la adopción de vehículos eléctricos, especialmente si se trata de modernizar las flotillas de transporte público.
Anticipan que otros combustibles, como el hidrógeno verde, se proyectan también como una alternativa para la generación de energía en los próximos años.
En el análisis de BBVA Research se insiste en que además del sector energético, resulta crítico reducir las emisiones que surgen por actividades agropecuarias, así como por la descomposición de residuos. En este sentido, el manejo de las emisiones de metano para su posterior utilización en sistemas de calefacción o de generación de energía eléctrica, representa una oportunidad clave para reducir los efectos de este gas sobre la atmósfera, el cual es 28 veces más potente que el dióxido de carbono.
Asimismo, el óxido nitroso, cuyo potencial de calentamiento es 265 veces mayor que el dióxido de carbono, debe formar parte de los esfuerzos de reducción de GEI, especialmente con prácticas de agricultura sustentable.
Se agrega que con respecto a los hidrofluorocarbonos (HFCs), que empezaron a emplearse para sustituir a los clorofluorocarbonos (CFCs), está demostrado que agotan la capa de ozono, por lo que es urgente actuar con la promoción de sistemas de refrigeración a base de gases con menor impacto en el clima.
En este último aspecto, es esencial la participación de la industria electrónica, a fin de promover alternativas o eficientar el uso de otros compuestos con un alto potencial de calentamiento utilizados en la fabricación de circuitos integrados, semiconductores y paneles solares.
Finalmente se subraya que el cambio climático ya no es un tema exclusivo de académicos u organizaciones medioambientales, porque el aumento de heladas, sequías, inundaciones y ciclones de alta intensidad nos obliga a actuar de manera conjunta para enfrentar uno de los grandes retos de la sociedad.
