- Predomina el pronóstico de algunos altibajos
- Por Ricardo Jiménez
Clase Turista
El peso mexicano contra todos los pronósticos de los analistas del mercado de cambios logró romper el precio soporte de los 18 pesos por dólar al finalizar la semana previa en 17.950 pesos, nivel que no se observaba desde el 26 de septiembre de 2017 cuando las cotizaciones se encontraban en niveles de 17.96 pesos por billete verde.
El tipo de cambio peso-dólar previsiblemente ya descontó la perspectiva de un nuevo incremento en la tasa objetivo del Banco de México (Banxico) prevista para la reunión de política monetaria del 30 de marzo del año en curso, donde la mayoría de los participantes del mercado esperan un aumento de 50 puntos base para ubicarse en 11.50%.
La pauta que le dará al Banxico de seguir endureciendo su política monetaria será el dato de inflación correspondiente a febrero, el cual será dado a conocer por el INEGI el próximo 9 marzo del año en curso, con pronóstico de observarse a tasa anual un nivel de 17.85%, ligeramente por debajo del registrado en el mes previo de 7.91%.
El peso mexicano se encuentra dentro de un canal descendente apoyado básicamente por la política monetaria restrictiva del banco central emprendida desde principios del año pasado, además, del ánimo que existe en el mercado de cambios ante el entorno positivo generado por el “nearshorig”, como ya sucedió con el anunció del establecimiento de Tesla en el estado de Nuevo León.
La moneda mexicana seguirá mostrando un sólido desempeño al estar sustentado por la expectativa de mayores incrementos en la tasa de interés de equilibrio del Banxico, el diferencial de 625 puntos base con respecto a la tasa de interés de la Reserva Federal (Fed) y una perspectiva de más flujos de entrada por las inversiones relacionadas con el “nearshoring”.
La semana pasada, el peso mexicano logró una apreciación de 2.6% a 17.95 pesos por dólar. El rango de operación fue de 47 centavos similar al promedio de cuatro semanas, aunque podría reducirse ese diferencial ante el pronóstico de entrar el mercado en una etapa de consolidación.
La próxima semana, el desempeño de la divisa mexicana será determinado por las cifras del mercado laboral estadounidense, el testimonio semestral del Presidente de la Fed, Jerome Powell ante el Congreso de Estados Unidos. Si la lectura de la nómina no agrícola (servicios) sorprende otra vez, el dólar se fortalecería dado que el Fed sería presionado para elevar más las tasas de interés.
Es importante destacar que el mercado incorpora una probabilidad de 23% a un aumento de 50 puntos base en marzo, aunque, en un escenario base es poco probable. También será relevante para el mercado cambiario la decisión de política monetaria en Japón al mantener una postura acomodaticia a pesar de un incremento en las presiones inflacionarias.
El tipo de cambio peso-dólar bajo este contexto es probable que intente consolidarse sobre los niveles de 17.95 pesos dólar, aunque, se ve un poco complicado que suceda esto, por lo que, las cotizaciones se podrían mantener cerca de los 18 pesos por billete verde.
La paridad peso-dólar mantendría un rango de negociación entre 18.35 pesos como precio máximo y 17.90 pesos por dólar como cotización mínima, con cierta inclinación hacia el alto.
Por otro lado, la atención de los participantes del mercado estará sobre todo a las futuros acciones de política monetaria de algunos bancos centrales, como Australia, Canadá, Polonia, Malasia, Perú y Japón, además, a la atención del reporte de empleo de Estados Unidos, órdenes de fábrica, balanza comercial, crédito al consumo y empleo privado del ADP.
En algunos eventos geopolíticos importantes sobresalen el Congreso Anual del Partido Comunista en China, donde se dará a conocer el objetivo de crecimiento de este año. En México, se publicarán datos como, la inflación, inversión fija bruta, consumo privado, confianza al consumidor, negociaciones salariales y la encuesta de expectativas del sector bancario.