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25 noviembre,2025

Entre selva e historia, descubre la grandeza de Ek Balam

  • Maravíllate con la Acrópolis, el Palacio Real y el impresionante Juego de Pelota mientras recorres sus antiguos caminos
  • Por Alejandra Pérez Bernal/Enviada

Clase Turista

El sol de Yucatán cae con fuerza sobre la selva que rodea Ek Balam, y apenas entras al sitio arqueológico sientes que cada piedra tiene una historia que contarte. Caminas por los senderos de tierra que, hace más de mil años, recorrieron los antiguos mayas. No es solo caminar: es un diálogo silencioso con el pasado, donde cada arco, cada muro y cada escalón parece susurrar secretos de un tiempo en que los jaguares gobernaban los cielos y la tierra.

El nombre de este lugar no es casualidad: Ek Balam. “Ek” puede significar negro o estrella, y “Balam” es jaguar. Estrella jaguar, un nombre que empodera. Los gobernantes de su época llevaban “Balam” como parte de su identidad, y no era para menos: el jaguar era símbolo de fuerza, poder y misterio. Caminar por esta ciudad es sentir esa fuerza viva, que parece aún habitar entre las murallas y los antiguos senderos.

El centro ceremonial de Ek Balam está rodeado por fragmentos de tres murallas, que regulaban la entrada y protegían la ciudad. Al recorrer los sak-bes, los caminos blancos de estuco que conectan plazas y edificios, uno puede imaginar a los mayas desplazándose con ofrendas, participando en ceremonias, o simplemente transitando entre la vida cotidiana y los rituales sagrados. Cada paso sobre estos senderos es como caminar sobre la historia misma.

El Pasaje Abovedado, justo al inicio, da la bienvenida al visitante con un aire de misterio. Atravesarlo es como cruzar un umbral entre el mundo humano y lo sagrado, un primer encuentro con la majestuosidad de Ek Balam.

Entre las estructuras más impresionantes está el Juego de Pelota de Ek Balam, donde los mayas combinaban destreza física con rituales religiosos, librando competencias que reflejaban las luchas cósmicas de su mundo. Muy cerca se alzan las Estructuras conocidas como Las Gemelas, que reflejan la dualidad, un concepto esencial en la cosmovisión maya, y muestran cómo la planificación urbana y la simbología se entrelazaban en cada construcción.

Juego de pelota

La Acrópolis: corazón y alma de Ek Balam

Y llegamos a la joya de la ciudad: la Acrópolis, donde se encuentra el Palacio Real o Estructura 1. Con 160 metros de largo, 70 de ancho y 32 metros de altura, subir sus peldaños irregulares exige esfuerzo y valentía frente al vértigo, pero la recompensa es inigualable. Desde la cima, la selva se extiende hasta donde alcanza la vista, y en la lejanía se adivinan poblaciones, tal vez Valladolid, como puntitos en el horizonte.

En su fachada, el “monstruo de la tierra” recibe al visitante con una boca reptiliana que, según la tradición maya, simbolizaba la entrada al inframundo

 

La Acrópolis no es simplemente una pirámide: es un complejo de seis niveles que incluye dos plazas elevadas, numerosas cámaras y un mausoleo, el Sak Xok Naah, “La casa blanca de la cuenta”. En su fachada, el “monstruo de la tierra” recibe al visitante con una boca reptiliana que, según la tradición maya, simbolizaba la entrada al inframundo. Fue aquí donde descansó el k’uhul ajaw, el rey sagrado Ukit Kan Lek Took’, responsable del florecimiento de Ek Balam. La parte superior de la fachada presenta figuras aladas que parecen ángeles, delicadas y perfectamente conservadas, protegidas durante siglos por un muro que las ocultó hasta su descubrimiento alrededor del año 2000.

Visitar Ek Balam es mucho más que ver ruinas: es sentir la selva abrazándote, el calor del sol en la piel, el crujido del polvo bajo los pies y el aroma húmedo de la vegetación. Cada arco, cada escalón y cada detalle de sus murallas te transporta a la vida cotidiana de los mayas: gobernantes, guerreros, comerciantes y sacerdotes, todos dejando su huella en un lugar que hoy parece eterno.

Ek Balam no es un destino más; es un viaje al pasado, un encuentro con la historia y la arquitectura, un lugar donde la aventura y la maravilla se entrelazan, y donde cada visitante puede, aunque sea por un instante, sentirse parte de la grandeza de la civilización maya.

¿Cómo llegar a Ek Balam?

Ek Balam se ubica entre Valladolid y Tizimín, en Yucatán. La carretera federal 295 conecta ambas ciudades y te llevará directamente a la zona arqueológica, que se encuentra abierta al público y lista para ofrecer una experiencia única en la historia maya.

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