- El turismo de negocios se consolida como motor estratégico, impulsado por la digitalización, el auge del bleisure y la fuerza de los eventos presenciales
Clase Turista
El viaje de negocios vive una etapa de transformación que está cambiando la manera en que la industria del turismo se concibe y se proyecta hacia el futuro. Tras los años de incertidumbre provocados por la pandemia, este segmento ha mostrado una capacidad de recuperación notable y hoy se posiciona no solo como un pilar económico, sino también como un laboratorio de innovación que marca tendencias a escala global.
Entre los factores más relevantes se encuentra la digitalización de los procesos de viaje. Desde la reserva de vuelos y hoteles hasta la gestión de gastos y la experiencia dentro de los aeropuertos, la tecnología ha permitido optimizar tiempos, mejorar la seguridad y ofrecer un nivel de personalización sin precedentes. Los hoteles inteligentes, el uso de realidad virtual para conocer espacios de eventos y la integración del internet de las cosas en servicios de hospitalidad son ejemplos de cómo la innovación acompaña a los viajeros corporativos.
Otro motor clave es la consolidación del bleisure, una práctica que combina compromisos laborales con actividades de ocio. Cada vez más ejecutivos buscan extender sus estadías para explorar los destinos en los que trabajan, lo que abre nuevas oportunidades de negocio para operadores turísticos, restaurantes y proveedores de experiencias locales. Esta tendencia está redefiniendo la relación entre turismo corporativo y recreativo, generando un efecto multiplicador en la economía de los destinos.
El segmento corporativo y MICE (reuniones, incentivos, congresos y exposiciones) concentra la mayor parte de la demanda, convirtiéndose en un dinamizador de sectores como alojamiento, gastronomía, transporte aéreo y terrestre. Los grandes eventos y convenciones continúan siendo un espacio insustituible para generar conexiones de valor, cerrar acuerdos y fomentar la colaboración internacional.
En el plano geográfico, Asia-Pacífico se consolida como líder global gracias a la solidez de sus economías emergentes y la rápida modernización de su infraestructura turística. En paralelo, América del Norte mantiene su peso estratégico, con ciudades que se posicionan como centros de referencia para congresos y ferias internacionales. Estas regiones no solo atraen inversión, sino que también marcan el ritmo de las transformaciones que se expanden al resto del mundo.
A pesar de la creciente adopción de herramientas virtuales y videoconferencias, que representan un reto para el sector, los expertos coinciden en que la experiencia del encuentro presencial sigue siendo irremplazable. El contacto cara a cara continúa siendo el medio más efectivo para fortalecer la confianza, generar alianzas y abrir oportunidades de negocio en un contexto de mercados cada vez más competitivos.
La recuperación del turismo corporativo es también un reflejo del esfuerzo conjunto entre empresas, gobiernos y destinos por reactivar la economía y volver a poner en valor la importancia de los viajes de negocios. Hoy, este segmento no solo se percibe como una herramienta para impulsar el crecimiento empresarial, sino también como un catalizador de innovación y de desarrollo económico en los destinos que lo reciben.
En este escenario, el futuro de la industria turística se encuentra estrechamente ligado al desempeño del segmento corporativo, que se perfila como protagonista de una nueva etapa de expansión global, marcada por la flexibilidad, la creatividad y la adaptación a las necesidades cambiantes de un viajero cada vez más exigente.
Fuente:
Allied Market Research – Informe Business Travel Market, publicado vía EIN Presswire

