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25 noviembre,2025

Sufre desaceleración la banca en México

  • En mayo caen depóstios y préstamos por debilidad de la economía

Clase Turista

En mayo, los depósitos bancarios y los préstamos de la banca comercial al Sector Privado No Financiero (SPNF) registraron una desaceleración generalizada, influenciada por la debilidad de la actividad económica y la disminución del efecto del tipo de cambio. El crédito creció a una tasa anual real del 7,4%, mientras que los depósitos se desaceleraron a una tasa anual real del 4,4%.

Los depósitos bancarios se desaceleraron en mayo debido a que los depósitos a la vista cayeron.

En mayo, la cartera de crédito creció al ritmo más lento de 2025.

El ahorro financiero y el financiamiento en México mostraron un buen dinamismo al cierre de 2024.

En mayo de 2025, el saldo de la captación bancaria tradicional (vista + plazo) alcanzó un crecimiento real anual de 4.4% (9.0% nominal), por debajo del 6.1% registrado el mes previo e inferior al promedio registrado en los cuatro primeros meses del año (6.6%). Al crecimiento observado en mayo, la captación a la vista contribuyó con 3.0 pp, mientras que la captación a plazo aportó 1.4 pp. En el quinto mes del año destaca que el efecto contable de la depreciación del tipo de cambio impactando positivamente el dinamismo, de tal forma que después de limpiar este efecto el crecimiento real a tasa anual en mayo ascendió a 2.7%, menor al promedio observado de los cuatro primeros meses de 2025 (3.6%).

En el quinto mes del año, los depósitos a la vista registraron un crecimiento anual real de 4.6% (9.2% nominal), el menor crecimiento observado en 2025. Al descontar el efecto contable de la depreciación del tipo de cambio, el crecimiento observado en mayo (2.8%) también se ubica como el menor observado en lo que va del año.

Por tenedor, se observa una disminución generalizada en el crecimiento de los saldos. En el caso de las personas físicas la tasa de crecimiento anual real pasó de 6.7% en abril a 4.8% en mayo, para las empresas dicha tasa se redujo de 5.2 a 3.4%, para el sector público no financiero la tasa bajó de 25.4 a 19.2% y en el caso de otros intermediarios financieros la contracción se profundizó de -9.6% a -15.1% entre abril y mayo.

En un análisis de BBVA Research se resalta que en el caso del sector privado no financiero (empresas y personas físicas) la disminución en el dinamismo de sus saldos líquidos podría estar asociado a la debilidad en sus ingresos. En particular, en el sector comercio el índice asociado a los ingresos por suministro de bienes y servicios mostró caídas a tasa anual en abril (de -2.8% para el comercio al por mayor y de -3.6% para el comercio al por menor), mientras que el mismo indicador para el sector servicios registró una tasa de crecimiento anual de 3.4% en el mismo mes, por debajo del promedio de 4.5% observado en el 1T25.

En el caso de las personas físicas, los indicadores de crecimiento de empleo formal y salario real continúan debilitándose. En el caso del empleo formal, la tasa de crecimiento anual de asegurados en el IMSS en mayo fue de 0.1% , debajo del ya débil crecimiento registrado en los cuatro primeros meses del año (que promedió 0.6%). Por su parte, el salario de dichos trabajadores creció en mayo a una tasa real de 3.1%, por debajo del promedio de 3.4% registrado los primeros cuatro meses del año.

La captación a plazo creció a una tasa real anual de 4.1% (8.7% nominal) en mayo de 2025, por debajo del crecimiento observado el MIA (4.3%) y del promedio registrado en los primeros cuatro meses de 2025 (4.9%). Al limpiar el efecto contable del tipo de cambio el crecimiento real en mayo fue de 2.4%, igual al promedio del 1T25. Por tenedor, los saldos de las empresas continúan reduciendo su dinamismo registrando una variación anual real de -0.4% en mayo y mientras que la tenencia de las personas físicas registró una caída de -2.2%.

Además del efecto negativo asociado a un entorno de tasas de interés a la baja, la debilidad en los ingresos de los agentes podría estar incentivando la reasignación de su ahorro a plazo hacia instrumentos más líquidos para financiar su gasto recurrente. Por el contrario, los saldos a plazo de otros intermediarios financieros recuperaron cierto dinamismo: el sector público no financiero registró un crecimiento anual real de 5.3%, superior a la tasa observada el MIA (-2.5%) mientras que el saldo de otros intermediarios financieros incrementaron su tasa de crecimiento real anual de 25.6% en abril a 29.3% en mayo, sin embargo este repunte no fue suficiente para compensar la desaceleración observada en la tenencia del sector privado en su conjunto.

En lo sucesivo, se prevé que la captación tradicional y sus componentes continúen desacelerándose, producto de la disminución en las tasas de interés, así como de la debilidad en los ingresos de los agentes ante indicadores de actividad económica y empleo que continúan desacelerándose.

El crédito bancario al sector privado no financiero continúa desacelerándose

En mayo de 2025, el saldo de la cartera de crédito vigente otorgado por la banca comercial al sector privado no financiero (SPNF) registró un crecimiento real anual de 7.4% (12.2% nominal), menor al registrado el MIA (8.2% real) y al promedio observado los primeros cuatro meses de 2025 (9.6%). A la tasa del crecimiento real anual de mayo, el crédito a empresas aportó 4.9 pp, mientras que las carteras de consumo y vivienda contribuyeron con 2.2 y 0.4 pp, respectivamente.

Al descontar el efecto contable del tipo de cambio la pérdida de dinamismo también es evidente, pues la tasa real anual pasó de 6.3% en abril a 5.7% en mayo. Es decir, en el quinto mes del año la depreciación del tipo de cambio contribuyó con 1.7 pp al crecimiento anual del crédito, por debajo del promedio de 2.6 pp observado en los primeros cuatro meses del año.

En mayo, el crédito vigente al consumo alcanzó un crecimiento real anual de 8.8% (13.6% nominal), ubicándose por primera vez desde marzo de 2023 por debajo de tasas de crecimiento de doble dígito que lograron mantenerse a lo largo de 26 meses. A la tasa de crecimiento real observada en mayo, el crédito para la adquisición de bienes de consumo duradero (ABDC) contribuyó con 3.6 pp, el crédito a través de tarjetas aportó 2.7 pp, el crédito de nómina 0.9 pp, los créditos personales 1.3 pp y otros créditos al consumo 0.3pp.

El segmento de crédito para la adquisición de bienes de consumo duradero (ABCD, 20.9% del crédito al consumo) se mantiene como el motor más importante del dinamismo del crédito al consumo, aunque ya muestra signos de desaceleración. Los dos segmentos que forman parte de esta cartera (automotriz y bienes muebles) redujeron su crecimiento real a tasa anual respecto al mes previo.

En el caso del crédito automotriz, la tasa real anual pasó de 21.6% en abril a una de 20.3% en mayo. En el corto plazo esta cartera podría experimentar una desaceleración mayor, pues el indicador de ventas al público de automóviles registró una fuerte caída en junio (-12.2% a tasa anual, que compara negativamente con el crecimiento promedio de 1.3% registrado en los primeros cuatro meses del año). Por su parte, el crédito para la adquisición de bienes muebles redujo su tasa de crecimiento anual real de 11.0% en abril a 9.6% en mayo, perdiendo el dinamismo de sobre dígito que había logrado mantener desde noviembre de 2024.

El segundo segmento con mayor contribución al crecimiento en abril fue el de las tarjetas de crédito (36.1% del crédito vigente al consumo), cuyo saldo aumentó 7.4% real anual (12.1% nominal), reduciendo su dinamismo respecto al observado en abril (9.5% real) y alcanzando la tasa de crecimiento real más baja registrada desde septiembre de 2022. La cartera de tarjetas empieza a reflejar la desaceleración del consumo privado, que en entre enero y abril (última información disponible) promedió una contracción de -0.9%. Es de esperarse que el dinamismo de esta cartera continúe moderándose a medida que un desempeño más débil de los salarios y el empleo impacten negativamente el ingreso de los hogares.

Los saldos vigentes de las cartera de crédito de nómina y personales también perdieron dinamismo en mayo. Los créditos de nómina registraron una tasa de crecimiento real anual de 3.7% (8.3% nominal) por debajo del 4.7% observado el MIA, mientras que los créditos personales pasaron de una tasa de crecimiento real anual de 9.2% en abril a una de 8.3% en mayo (13.1% nominal).

El resultado de mayo en ambos casos se ubica por debajo del crecimiento anual real promedio registrado en los cuatro primeros meses de 2025 (5.2% para nómina y 10.0% para créditos personales). Ambas carteras son las que están reflejando más oportunamente la desaceleración en el empleo formal y los salarios reales. En el primer caso, la tasa de crecimiento anual en mayo fue nula (0%), mientras que el salario diario asociado a asegurando en el IMSS en mayo creció a una tasa real de 3.1%, por debajo del promedio observado entre enero y abril de este año (3.6%).

El crédito vigente a la vivienda (21.0% de la cartera vigente al SPNF) registró en mayo una tasa de crecimiento real anual de 1.7% (6.2% nominal), la tasa de crecimiento más baja registrada desde diciembre de 2017. El resultado de mayo refleja principalmente la desaceleración de los saldos de crédito para vivienda media-residencial (96.2% del saldo del crédito total a la vivienda), cuya tasa de crecimiento pasó de 2.8% en abril a 1.8% en mayo. Por el contrario, la cartera de vivienda de interés social, mejoró su desempeño al pasar de una caída a tasa real anual de 9.0 en abril a un módico crecimiento de 0.3% en mayo, que fue insuficiente para compensar el menor ritmo de expansión del crédito a la vivienda media-residencial. El menor dinamismo de la cartera hipotecaria sigue reflejando la desaceleración de los indicadores de empleo formal y salario y es posible que se profundice en los próximos meses debido al efecto rezagado de estas variables sobre la demanda de crédito hipotecario.

Por su parte, el crédito vigente empresarial (53.7% de la cartera vigente al SPNF) registró en mayo un crecimiento en términos reales de 9.2% (14.0% nominal), por debajo del resultado observado en abril (9.6% real) y del promedio alcanzado en los primeros cuatro meses del año (10.8%).

Por sector de actividad, el sector servicios (55.2% del total) contribuyó con 7.4 pp a la tasa de crecimiento de la cartera vigente empresarial en mayo, el sector manufacturero y construcción lograron mantener su aportación al crecimiento (con 1.6 pp y 1.2 pp respectivamente). En mayo la mayoría de los saldos de crédito a los distintos sectores económicos redujeron su tasa de crecimiento respecto al mes previo, y dos en particular ya muestran caídas a tasa anual real (agropecuario, -9-2% y electricidad gas y agua, -3.3%), aunque su pequeña participación en la cartera reduce el impacto de su desaceleración sobre el total (en conjunto representan sólo 4.6% de la cartera vigente a empresas).

En su composición por monedas, destaca que la cartera vigente en moneda nacional (M.N. 74.4% del crédito vigente a empresas), logró en mayo un crecimiento real de 4.8%, marginalmente por debajo del 4.9% alcanzado en abril. Por su parte, la cartera vigente en moneda extranjera (M.E.), creció a una tasa anual de 25.1% descontando el efecto de la inflación. Sin embargo, descontando también el efecto contable de la depreciación del tipo de cambio, la variación a tasa anual ascendió a 9.2%, menor al 9.5% registrado en abril.

Para el total de la cartera empresarial, al ajustar por el efecto contable del tipo de cambio, se observa un crecimiento más moderado, pues el crecimiento pasaría de una tasa real anual de 9.2% a una de 5.9%, ligeramente por debajo del crecimiento promedio de 6.1% registrado en el los primeros cuatro meses de 2025 (limpio de efectos contables de inflación y tipo de cambio).

Es decir, en mayo el efecto contable del tipo de cambio aportó 3.3 pp al crecimiento a tasa anual.

Algunos indicadores que anticipan la demanda de crédito empresarial continúan mostrando señales de debilidad. En particular, el indicador de formación bruta de capital fijo profundizó en mayo su caída a tasa anual (con una variación de -12.5% en abril, mayor al promedio de -4.9% observado en el 1T25). Adicionalmente, a medida que el efecto valuación del tipo de cambio continúe diluyéndose y la desaceleración de la actividad económica y el empleo impacten el ingreso de las empresas es de esperarse en el corto plazo una mayor moderación en la demanda por crédito empresarial que se refleje en menores tasas de crecimiento para la cartera vigente de este segmento.

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