- La huella verde de las empresas de fabricación inicia con mediciones más precisas
Clase Turista
En la agenda de cualquier director general o financiero de una empresa fabricante, las palabras eficiencia, rentabilidad y cumplimiento normativo ocupan un lugar prioritario. Sin embargo, en ese mismo entorno de toma de decisiones, la metrología industrial suele ser vista como un componente técnico relegado al área de calidad, lejos de los temas de negocio. Es un error porque, entre los beneficios de la metrología, además de garantizar productos precisos, está generar ahorros tangibles, mejorar la eficiencia operativa y contribuir al cumplimiento de los compromisos en materia de responsabilidad social corporativa (RSC) y sustentabilidad.
Esto último no es cualquier desafío, ya que el sector manufacturero es una de las actividades económicas más intensivas en recursos y emisiones de CO₂, responsable de cerca una quinta parte de las emisiones globales de carbono, con un consumo del 54% de las fuentes de energía y la generación del 21% de los residuos a nivel mundial, según el Banco Mundial. En México, esta industria es la cuarta mayor emisora (10%) de GEI, conforme a la Base de Datos de Emisiones para la Investigación Atmosférica Global (EDGAR).
Ante la urgencia climática, la fabricación industrial debe buscar el equilibrio entre competitividad y reducción de su huella ambiental. El ahorro de recursos y la eficiencia energética en la industria son hoy condiciones básicas para operar en un entorno de mayor presión regulatoria y exigencia del mercado. De allí la importancia de herramientas, como la metrología industrial, para ayudar a descarbonizar los procesos industriales.
La metrología como activo financiero
“Toda desviación no detectada en un proceso productivo —por mínima que sea— genera desperdicio de materiales, retrabajos, energía mal utilizada y ciclos de producción ineficientes”, señala Arturo Zavala Enríquez, gerente nacional de ventas de ZEISS Industrial Quality Solutions (ZEISS IQS). En términos financieros, esto se traduce en costos ocultos que erosionan los márgenes operativos.
En cambio, cuando una empresa se apoya en la aplicación de tecnologías de metrología avanzada en la industria, así como en la digitalización de sus procesos de medición, gana la capacidad de detectar errores antes de que generen pérdidas.
Además, los sistemas de metrología modernos no solo verifican piezas. También generan datos útiles para identificar cuellos de botella, patrones de desviación y oportunidades de mejora continua. Esto facilita la toma de decisiones basadas en datos, algo que toda dirección financiera valora para tener menos suposiciones y más certezas.
Rentabilidad que también es sustentable
Las empresas de fabricación se enfrentan hoy a una presión creciente por demostrar que sus operaciones son responsables con el ambiente. No se trata solo de una exigencia ética o reputacional; es una realidad regulatoria. A nivel global y local, los reportes de RSC y ESG se están convirtiendo en requisitos formales para operar, acceder a financiamiento, participar en licitaciones o entrar a ciertas cadenas de suministro.
Los diversos beneficios de la metrología industrial la convierten en una herramienta habilitada. «Su capacidad para generar datos trazables y verificables permite documentar de forma rigurosa el uso de recursos, la eficiencia energética, los niveles de desperdicio y la calidad del producto. Toda esta información puede integrarse a los informes de sustentabilidad, respaldando con evidencia técnica los indicadores clave que exige la regulación», añade el directivo de ZEISS IQS.
Los equipos de metrología —cuando están bien calibrados, mantenidos y operados por personal capacitado— son una fuente invaluable de datos duros para demostrar el cumplimiento ambiental, algo que no se puede improvisar a la hora de una auditoría o certificación externa.
Un activo estratégico en tiempos de transformación
La industria fabricante está inmersa en procesos de transformación digital, automatización y transición hacia modelos más sustentables. En este nuevo entorno, la metrología industrial es un factor esencial de la infraestructura que hace posible producir con menos recursos, con más control y con mayor transparencia.
Desde la óptica de un CFO o CEO, invertir en sistemas de medición modernos y en personal especializado ya no debe entenderse como una mera decisión técnica, sino como una decisión de negocio con retorno comprobable, ya que mejora la productividad, fortalece el cumplimiento normativo y posiciona a la empresa frente a sus grupos de interés como una organización comprometida con la calidad y la sustentabilidad.
En un momento en que cada recurso cuenta y cada indicador es escrutado, contar con mediciones precisas para reducir costos, fortalecer la transparencia operativa, facilitar auditorías ESG y construir credibilidad ante clientes, inversionistas y entes reguladores.
Apostar por una metrología robusta es, en esencia, apostar por un negocio más sólido, más competitivo y alineado con los desafíos del futuro.

