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25 noviembre,2025

Advierte la IP sobre los riesgos de la subocupación y la informalidad

  • No hay bienestar en hogares, sin empleos de calidad: CEESP
  • La confianza es vital para la inversión y el consumo de los hogares
  • Por Gerardo Flores Ledesma

Clase Turista

El sector privado país advirtió sobre los riesgos de la subocupación e informalidad que han crecido de manera persistente en México y subrayó que mejorar el bienestar de los hogares solo podrá lograrse con la creación sostenida de empleos bien remunerados.

En su más reciente análisis, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) apunta que una disminución en el desempleo no siempre refleja una situación favorable, ya que puede reflejar aspectos como un mayor nivel de subocupación.

Precisa que la generación de más puestos de trabajo y mejor remunerados debe ser un objetivo inmediato, aunque la confianza es un factor fundamental que contribuye al fortalecimiento de la inversión privada y en las decisiones de consumo de los hogares.

Advirtió que mientras la percepción sobre el contexto económico no mejore, es poco probable que empresas y hogares tengan los incentivos necesarios para invertir y consumir.

El CEESP hace hincapié en que los datos del mercado laboral reflejan la necesidad de nuevos puestos de trabajo que solo será atendida a través de mayores flujos de inversión que propicien un impulso de la actividad productiva.

Y agrega: “Considerar que la población desocupada (1.5 millones de personas) es el indicador más amplio de los empleos que requiere el país es una visión parcial. De hecho, esto esconde una realidad poco agradable sobre las necesidades reales de los hogares”.

Puntualiza que “el hecho de no tener empleo, pero estar buscándolo activamente, es la forma en que se define el desempleo. Sin embargo, también están aquellos que tienen un empleo de tiempo parcial, pero que requieren un trabajo de tiempo completo y se definen como población subocupada (3.9 millones de personas)”.

El organismo que depende del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) destaca que “lo más preocupante se refleja en todas aquellas personas que desistieron de buscar un empleo y los que no lo hacen por considerar que no tienen posibilidad de encontrarlo a pesar de estar disponibles para trabajar, los cuales se reportan como población no económicamente activa disponible (5.3 millones de persona)”.

Se agrega que con base en las cifras de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del primer trimestre del año, la suma de todos los segmentos mencionados, que se define como brecha laboral, suman un total de 10.7 millones de personas que están en busca de un puesto de trabajo o cambiar por uno de tiempo completo, y aunque este número se ha reducido, aún está muy alejada de los 1.6 millones de personas denominadas como desempleados en el país.

Explica el CEESP que debido a la acotada demanda de empleos por parte de las empresas y establecimientos y la importante oferta de empleo por parte de la población, se genera un fenómeno de salarios bajos, toda vez que quienes logran colocarse están dispuestos a aceptar salarios más bajos con tal de no perder la oportunidad de tener un ingreso seguro.

Se aclara que aunque el salario mínimo aumentó significativamente a partir de 2019 en beneficio de los trabajadores de menores ingresos, también es cierto que esto pudo incidir en la precarización del mercado laboral.

Se afirma que del cierre del 2018 al primer trimestre de este año, el número de trabajadores que ganan hasta dos salarios mínimos aumentó en 17.5 millones de personas, y los de ingresos superiores a dos salarios mínimos se redujo en 13.9 millones.

Respecto a la confianza del consumidor también se observan signos de mayor incertidumbre, especialmente por la complejidad de conseguir empleos de mayor calidad. Si bien a lo largo de su historia este indicador nunca ha superado el umbral de los 50 puntos, en los meses recientes muestra signos de mayor debilidad.

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