18.9 C
Mexico City
21 mayo,2025

Bonos del Tesoro, la «bomba de tiempo»

  • Anticipa el golpe inflacionario de los aranceles

Clase Turista

Existe una advertencia escondida en el mercado que casi nadie está mirando. Mientras las bolsas reaccionan al ritmo de la especulación política y ya cotizan por encima de los niveles del 2 de abril (día en que se aplican los aranceles), los rendimientos de los bonos están enviando una señal silenciosa, pero crítica: las tarifas impuestas por Trump apenas están por desatar su verdadero impacto inflacionario.

Iñaki Martínez, cofundador y director ejecutivo de Wall Street Funded, en medio de la volatilidad provocada por la nueva política arancelaria de Estados Unidos, los ojos del mundo están sobre las bolsas; pero el verdadero termómetro podría estar en otro lado: el mercado de bonos. En particular, los bonos del Tesoro estadounidense muestran rendimientos crecientes, un fenómeno que suele indicar miedo inflacionario, endurecimiento monetario o fuga de capitales.

«Los inversionistas deben prestar mucha atención a los rendimientos de los bonos. Esta es la «bomba de tiempo». Estos instrumentos no solo reaccionan al ruido político: están dando señales de una inflación que todavía no vemos en los informes oficiales, pero que llegará cuando los aranceles se reflejen en los precios reales «, indica el especialista.

¿Qué son los bonos y por qué importan?

Un bono es un instrumento de deuda emitido por entidades como gobiernos o empresas para financiarse. Al comprar un bono, el inversionista (que puede ser una empresa, un gobierno, o incluso un individuo) está «prestando» dinero a cambio de recibir pagos periódicos de intereses y la devolución del capital al vencimiento.

En particular los bonos del Tesoro de Estados Unidos, especialmente los emitidos a un plazo de 10 años, son considerados activos libres de riesgo y sirven como referencia para diversas tasas de interés en la economía. El rendimiento de un bono refleja la rentabilidad que ofrece. Cuando los inversionistas anticipan inflación o riesgos económicos, tienden a vender bonos de forma masiva, lo que reduce su precio y aumenta su rendimiento.

Por ello, un aumento en los rendimientos puede indicar expectativas de inflación o incertidumbre económica; este comportamiento ya es una realidad: en mayo de 2025, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años alcanzó el 4.45%, un aumento significativo respecto al mes anterior y por encima del promedio histórico de 4.25%, según YCharts .

La misma fuente indica que desde que Trump tomó la presidencia estadounidense, los bonos a 10 años han tenido un incremento acumulado del 14%, con aumentos significativos del 4.17% el 30 de abril y 4.53% el 14 de mayo (último dato hasta la redacción de este artículo).

Lo anterior se debe a que la imposición de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos ha generado preocupaciones sobre la inflación. Aunque ésta se situó en 2.3% en abril —la más baja desde febrero de 2021— los especialistas advierten que los efectos de los aranceles aún no se reflejan completamente en los precios al consumidor.

 

Incluso, el vicepresidente de la Reserva Federal, Philip Jefferson , señaló recientemente que aunque los datos apuntan al cumplimiento del nivel objetivo del 2%, los aranceles generan un panorama incierto y podrían obstaculizar los esfuerzos para alcanzarlo.

Las posibles afectaciones son claras. Además del aumento a los precios al consumidor derivados de la inflación, el aumento en los rendimientos de los bonos puede encarecer el crédito, afectar la inversión empresarial y reducir el consumo. Además, puede provocar una apreciación del dólar, impactando negativamente a las economías emergentes debido a la fuga de capitales.

» El mercado de valores es un indicador adelantado, pero el mercado de bonos es el sismógrafo silencioso de lo que se viene. Si los inversores institucionales están exigiendo mayores rendimientos para prestar dinero al gobierno más solvente del mundo, es porque anticipan algo serio. Y esa alerta debería tomarse muy en serio, especialmente en economías interconectadas como la mexicana «, añade Iñaki Martínez.

Los rendimientos de los bonos están subiendo, no por capricho ni por especulación momentánea, sino porque el mercado está enviando un mensaje claro: la inflación está latente, y los aranceles son su combustible. Ignorar esas señales podría salir caro. En un entorno global donde las decisiones políticas tienen consecuencias económicas inmediatas, escuchar al mercado de bonos podría ser la diferencia entre anticiparse o estallar con «la bomba».

Descarga aquí los materiales.

Related Articles

últimos articulos