- QUE EXTRAÑOS SOMOS
- CARLOS RAMOS PADILLA
Clase Turista
Vivimos en una nación de abiertas incongruencias. Pedimos que nos proteja la ley pero participaremos en una rifa de improvisados que quieren ser juzgadores.
Demandamos seguridad y mantenemos a políticos ligados con criminales. Merecemos garantías en salud y nos conformamos con las mentiras de la superfarmacia y las inexistentes vacunas Patria.
Demandamos acabar con la corrupción y aceptamos dádivas del gobierno convertidas en programas asistencialistas que no son otra cosa que nuestro dinero convertido en impuestos y luego en limosnas.
Exigimos educación a los jóvenes y los libros de texto no sirvan de nada. Hablamos de futuro en ciudades llenas de baches, así nuestra dimensión.
Creemos participar de una democracia y la aplanadora partidista de Morena nos enseña lo que es imponer sus caprichos.
Nos asusta la inestabilidad e incapacidad y aplaudimos a Cuauhtémoc Blanco.
Queremos ver a los responsables de tantos muertos, fosas clandestinas y desaparecidos y desde que entregaron el sexenio pasado viven escondidos.
Hablamos de riquezas y regalamos nuestros recursos a los cubanos mientras crece el número de pro red en el país.
Y lo peor es que desde Palacio, anta la falta de respuestas claras, ya se empieza a mentir.
Pero aún viendo todo esto resulta que ya se está haciendo a un lado a la presidenta (con a) para jugar a las apuestas electorales, Andrea Chávez cometiendo ilícitos y encuestadoras que ya manejan la popularidad de los que pretenden llegar sólidos al 2030.
Para ellos el 2027 no existe, parece un trámite superado ante la nefasta narrativa de que ya no hay oposición.
Qué tan débil medirán en Morena. Claudia Sheinbaum que ya la están superando en espectativas y aceptación personajes como Andy, García Harfuch, Ebrard y hasta Noroña. Estos sujetos están en lo suyo: promoviéndose a costa de nuestros impuestas. Y ahí los vemos en la pasarela del ridículo tempranero de los codazos y tropezones.
Y mientras personajes como los hermanos Monreal, junto con los Yunes, nadando en las tranquilas aguas de la impunidad. No hay quien llame a cuentas a nadie. Desde el sexenio de AMLO no han aprehendido a ningún político/funcionario/candidato/gobernante corrupto. Ni uno solo.
Únicamente vemos cómo se incineran a inocentes en centros de migración para luego acomodar a su extitular en otro cargo.
Observamos la burla política que representa para el gobierno Ayotzinapa o las madres rastreadoras e incluso la rifa de el avión presidencial.
Pero desde la tribuna más alta no llaman “campos de exterminio” a lugares en donde destazan a seres humanos.
Pero estamos “felices, felices” porque nos han engañado con el cuento de que estamos mejor que en Dinamarca, que no existe ni el nepotismo ni los narcolaboratorios.
No cabe duda, somos muy extraños hasta descalificamos a un equipo de fútbol, porque no ganó y nos perdimos la oportunidad de ver “en vivo” a Messi.
