- Hay problemas de sostenibilidad en finanzas públicas: CEESP
Clase Turista
El sector empresarial del país fustigó el pírrico crecimiento económico que hemos vivido en lo que va de este sexenio, y subrayó que, hasta el momento, aunque las finanzas públicas se han deteriorado menos que en muchos países, hay problemas de sostenibilidad; la actividad económica decreció y la recuperación ha sido sumamente lenta.
Acusó que el desempeño de la inversión es preocupante, y ese a que el del consumo es mejor, hay señales de precarización en el mercado laboral.
Aclaró que en salud la situación ha sido caótica; aproximadamente 20 millones perdieron su cobertura de salud, y México tuvo un mal desempeño ante la pandemia.
Al evaluar 4 años de gestión del actual gobierno, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), en el más reciente análisis, apuntó que “es urgente tomar medidas que faciliten y promuevan el gasto de inversión”.
Destacó que, al cierre de 2019, previo a la pandemia, la economía se contrajo 0.7%, y luego se acumuló el desplome de 8.2%% del 2020. Posteriormente, hasta el tercer trimestre del 2022, la economía se recuperó en 2.8%, lo que fue suficiente para recuperar lo perdido por la pandemia, pero no para alcanzar su nivel de 2018.
Puntualizó que “evidentemente, la recuperación de la economía ha sido sumamente lenta”, ya que mientras a EU le tomó cuatro trimestres recuperar lo perdido por la pandemia, México necesitó ocho, y tal recuperación ha sido la más lenta entre muchas economías emergentes y avanzadas de tamaño mediano y grande.
Y agrega: “Quizás más preocupante aún es el desempeño de la inversión en los últimos cuatro años. Obviamente esto se relaciona con decisiones que han generado incertidumbre y han mostrado fallas del estado de derecho, así como elevados niveles de impunidad e inseguridad pública, entre otros factores negativos”.
Para el CEESP, el índice de inversión fija se ha incrementado recientemente, pero sigue siendo insuficiente para recuperar la caída de los primeros cuatro años de gobierno. Es 11.7% menor a de julio del 2018 y 3.9% más bajo que el cierre de ese año.
La lentitud de la inversión es importante porque corresponde a la formación de nuevo capital productivo y por ello es el motor de crecimiento sostenible.
Matiza que, a pesar de las circunstancias, hay indicios de recuperación de la inversión a futuro, debido a las enormes oportunidades que significan las tendencias a la relocalización y la cercanía geográfica y comercial con EU, pero es aconsejable tomar las cifras de la IED con cautela.
Por su parte, el consumo muestra un mejor desempeño. Reporta un aumento de 4.2% en lo que va del sexenio, hasta agosto pasado. Ello probablemente influido por los incrementos salariales en los pasado cuatro años a nivel del mínimo -que en términos reales acumula una ganancia de 61.0%-, del salario medio de cotización del IMSS -que acumula un alza de 11.4%- y de las remuneraciones medias reales de los sectores económicos – que aumentó 3.9%.
Respecto al mercado laboral total -formal e informal-, la población ocupada ha recuperado lo perdido en la pandemia, e incluso ya supera sus niveles previos a ella. Sin embargo, hay señales de precarización.
Agrega que desde el IV trimestre de 2018 la población ocupada ha crecido en 4.7 millones de trabajadores, que se compara con el crecimiento de la población total (en edad de trabajar) de 6.7 millones.
La población ocupada se ha concentrado gradualmente en quienes perciben hasta dos salarios mínimos. En los últimos cuatro años los trabajadores en dicho rango salarial han aumentado en 15.7 millones. Mientras tanto, aquellos que perciben más de dos salarios mínimos han disminuido en 11 millones.
Y añade: “La dinámica de la masa salarial sugiere un deterioro del empleo en términos de percepciones. La masa salarial de los segmentos de trabajadores que ganan hasta dos salarios mínimos ha aumentado 155% y la correspondiente a los mayores niveles de salario ha disminuido en 37%”.
Otro indicio de deterioro del mercado laboral es la población ocupada en condiciones críticas, que ha aumentado en 9.8 millones en lo que va de este gobierno, con lo que ahora representa el 30.9% de la ocupación.
En materia de bienestar social hay señales preocupantes. Las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONVEVAL), señalan que de 2018 a 2020 la población en situación de pobreza aumentó en 3.8 millones de personas, pasando de 42% a 44% de la población.
Más recientemente el CONEVAL indica que en octubre el porcentaje de la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria (pobreza laboral) fue de 40.1%, marginalmente inferior al 40.7% de diciembre del 2018.
Asimismo, entre 2018 y 2020 15.6 millones de personas perdieron su acceso a los servicios de salud.