- Alcohol y depresión, combinación mortal
- Por Esteban Durán
Clase Turista
Primer contacto con el alcohol y efectos
Ahora nos vamos hasta la región sur de nuestro hermoso México, justo en Chiapas, donde Nelson nos habla sobre el problema que tuvo con el alcohol y sin más no dice: “Mi acercamiento con la bebida fue aproximadamente a los 14 años, lo que al principio me hizo sentir bien, posteriormente hubo un efecto de culpabilidad, de sentirme así como… ¿y ahora cómo le voy a hace con mis papás?»
Con voz pausada, Nelson confiesa que no fue sino hasta los 19 años cuando lo vieron por primera vez ebrio, como suele suceder en estos casos, sus padres primero le llamaron la atención, posteriormente ya platicaron con él al respecto, su padre fue quien le dio algunos consejos, manifestándole que se debía al estudio y que no era ningún ignorante para dejarse caer en el alcohol.
Obvio, siempre hay efectos negativos con el tema del alcoholismo y uno de ellos para Nelson fue el emocional, como la angustia, acompañado de la depresión, él pensaba que por esta situación “ya no la iba a hacer”, a pesar de que sus compañeros le alentaban a superar su alcoholismo, pues según ellos no era muy grave su forma de beber, ni era una persona que buscara pleito.
Para él su principal problema fue el emocional, ahí es donde le pegaba duro el alcohol.
Platica que estuvieron a punto de despedirlo del trabajo, pero logró, con algo de astucia, conservarlo.
Respecto a la escuela, señala que no tuvo mucho conflicto, pues tenía un maestro que le gustaba tomar, entonces ahí ya había ventaja.
Primer acercamiento a doble AA
De forma textual, nuestro entrevistado nos dice en este punto: “Empiezo a tomar conciencia y a reconocer que necesitaba ayuda, pues ya ofendía mucho a mis padres y a mi familia. Esperaba que me hablaran de la iglesia, me preguntaba por qué no venían a buscarme, a ayudarme.
Me preguntaba eso porque de niño participaba en el coro de la iglesia, por ese hecho esperaba me preguntaran ¿cómo estoy? Estaba decidido a meterme de lleno con ellos para acabar con mi alcoholismo”.
Nelson continúa con su relato: “Un día que salí a la calle, vi que estaban dando información al público e invitando a asistir al Grupo Alcohólicos Anónimos, un compañerito con el que tomaba me dijo que fuéramos, pero para ser sincero no le tomé gran importancia, no le di un valor como para decir de aquí soy, ¡no-no-no! para nada, eso fue un 13 de julio.
A finales de agosto, un miembro de AA tocó mi puerta para transmitirme el mensaje, me invitaron a una sesión y con el apoyo de mi pareja, quien me insistió: ´Vete, te estás tardando´, es como me presenté al grupo por primera vez”.
Nos dice de forma alegre que el programa es 100% espiritual, que uno no logra entender cómo dejar de beber, mantenerse cinco o seis días sin tomar gota de alcohol; hoy lo comprende, que si no era ahí ya no era ningún otro lado, así es como llegó al Grupo AA.
Cómo le cambió la vida el Grupo AA
Ya con más soltura, Nelson platica: “Creo que como a todos nos pega en la parte familiar, tengo dos hijas de un matrimonio fallido, que hasta la fecha no me perdono; no pude ser un padre como tal para ellas y así como fracasé con mi pareja, así fracasé como papá, no les di una seguridad, una protección. En la actualidad tengo dos niñas pequeñas de mi segundo matrimonio, ellas no saben de lo que fue mi vida anterior.
Cuando llego a casa, ellas me reciben gritando papi, papi, es una satisfacción que un padre puede tener cuando logra dejar de consumir alcohol.
Lo que trae el alcohol es tristeza, soledad, no sólo se afecta uno, sino que afecta a la gente que nos rodea y en este caso, pues a quien está con nosotros, que es la familia.
No hay gasto más grande, como cuando anda uno en la carrera del alcohol.
Al día de hoy, levantarse cada día con un objetivo diario -sólo por hoy-, olvidar que lo más triste era despertar y decir dónde estoy; ahora es diferente, ya no hay lagunas mentales, hoy vale la pena ese cambio, porque son muchas las ventajas que uno tiene y darse la oportunidad más que nada”, finalizó.
Alcohólicos Anónimos, Sección México, ofrece una Alternativa de Solución para quien sufre la enfermedad del alcoholismo.
Servicios totalmente gratuitos
Teléfonos: 55 5705 5802 / 800 561 3368
