- INCURSIÓN
- CARLOS RAMOS PADILLA
Clase Turista
Lamentablemente el discurso de la “soberbia” se está viniendo a pique. He sostenido que Trump conserva más información estratégica sobre la delincuencia y corrupción en México de la que hasta ahora ha declarado. Son y serán sus bases para actuar.
La declaración sobre el rastro de carteles a través de drones en el espacio aéreo mexicano desde le época de Joe Biden abre nuevas controversias fundamentalmente el ocultamiento de información por parte del gobierno de amlo y aquí el Senado de la República tiene mucha responsabilidad.
No es lo mismo disfrazar acciones de intromisión con aquello de que vienen militares a adiestrar a nuestros soldados que permitir la operación de naves militares en México. Los exigentes sobrevuelos de aeronaves tripuladas cerca de nuestro territorio es un indicador de la proximidad de un ejercicio directo contra las bandas criminales. Pero el uso de drones capaces de “oler” las rutas de la droga e incluso portar explosivos ya es otra cosa.
Los drones sobre terreno mexicano son de altísima tecnología y han sido empleados en zonas con conflictos armados como Afganistán e Irán.
No es por ello menor el que incursionen principalmente sobre Sinaloa. El Cártel de Sinaloa, CJNG, Cártel del Noreste, Cártel del Golfo y a la Nueva Familia Michoacana son considerados como organizaciones terroristas por el gobierno estadounidense.
Todo esto viene a destapar una prolongada serie de mentiras de parte del expresidente acerca de la evolución de los cárteles y su evidente protección desde los más altos niveles del gobierno.
La estela de corrupción podría salpicar incluso a empresarios comprometidos con acciones ilícitas y vínculo con los criminales.
El impacto puede iniciar con la investigación de mandos de Morena, gobernadores y directores de aduanas.
Así que los drones sólo serían un primer ejercicio por parte de Estados Unidos en el desmantelamiento de corruptos y criminales.
Las cotidianas justificaciones de que allá también hay capos y de que las armas de alto poder son enviadas a México son argumentos equivocados que intentan distraer.
Si aquellos, los vecinos, tienen ese problema es su obligación interna combatirlos como aquí debería de ocurrir igual nada más que la diferencia es que en México en amplias zonas son los capos los que gobiernan y han convertido al país en un centro de disputas a balazos y en un enorme cementerio que en su más grotesca modalidad son las tumbas clandestinas.
Entre más se prolongue la complicidad gubernamental con las narcos y continué la impunidad y protección para los involucrados, será más difícil que en Palacio Nacional se sostengan aún con aquello de que todo se trata de “campañitas”.