- LAS CARTAS DE CLAUDIA Y AMLO
Clase Turista
El pasado martes 10 de diciembre, en la conferencia del pueblo, la presidentA de México, Claudia Sheinbaum Pardo, dio lectura a una carta enviada a todos los servidores públicos de su administración pública federal el segundo día de tomar posesión en el cardo como Jefa del Ejecutivo Federal. De igual manera sucedió, pero seis años atrás, es decir el 13 de junio del año 2019, cuando el expresidente de México Andrés Manuel López Obrador envió una misiva a todo su gabinete legal y ampliado, en la que decía: “Me dirijo a ustedes con la instrucción clara y precisa de no permitir, bajo ninguna circunstancia, la corrupción, el influyentismo, el amiguismo, el nepotismo; ninguna de esas lacras de la política del antiguo régimen”.
De esa misiva se desprende: “todos estamos obligados a honrar nuestra palabra y cumplir el compromiso de no mentir, no robar y no traicionar la confianza de los mexicanos”.
Para algunos, una advertencia; para otros, una indicación que cumplir. El jefe de la nación, Andrés Manuel López Obrar, les dejó en claro: “No acepto, bajo ninguna circunstancia, que los miembros de mi familia hagan gestiones, trámites o lleven a cabo negocios con el gobierno en su beneficio o a favor de sus recomendados”.
En este sentido fue muy específico y claro: “Esto incluye a mi esposa, hijos, hermanos, hermana, primos, tíos, cuñados, nueras, concuños y demás miembros de mi familia cercana o distante”.
En la carta decía: “Ustedes no tienen la obligación de escuchar propuestas indecorosas de nadie. Y en el caso de mis familiares, ni siquiera de recibirlos en sus oficinas o contestarles el teléfono”.
¡Nada de nada! Fue tajante. Y la sentencia final fue contundente al advertir: “Sólo me resta decirles que, de no cumplirse esta recomendación, se podría caer en actos de deshonestidad y en la esfera del derecho penal”.
Con gusto noté, al asistir a la conferencia del pueblo y en especial a la del pasado martes 10 de diciembre del año en curso, que parecía que la historia se repetía, pues la PresidentA de México, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, le daba lectura también a una carta a su equipo de trabajo, que fue enviada el primer día después de su toma de protesta, la que dice así: “Por voluntad del pueblo de México comenzamos una nueva etapa en la transformación de la vida pública. El motor de este momento es el pueblo, la ciudadanía empoderada y con la dignidad restituida. Ustedes —es decir, todos los servidores públicos— son parte fundamental para profundizar este proceso histórico: quienes cumplen funciones administrativas y operativas, así como mandos medios y altos de todas las dependencias y entidades de este gobierno.
“Nuestro horizonte será predicar con el ejemplo a través de un gobierno honesto, honrado y austero, pues servimos a la patria y no debemos servirnos de ella. Su comportamiento y desempeño debe ser evitar y condenar las malas prácticas, propias del régimen que hemos superado: sin influyentismo, sin nepotismo, sin corrupción, ni impunidad”.
Y también ella les advierte: “¡El presupuesto no es de los funcionarios, es dinero del pueblo, que debe ser cuidado y bien invertido! Como servidoras y servidores públicos, confío en que estarán a la altura de las expectativas del pueblo y de su mandato; tener un gobierno que le sirva y lo atienda, con servidores públicos que actúen con disciplina, con solidaridad, buscando siempre el bien supremo: la felicidad del pueblo y el bienestar común”.
En otra parte de la misiva dice: “La sociedad espera de nosotras y nosotros nuestro mayor y mejor esfuerzo, así que potenciemos el servicio público demostrando que el Gobierno de México se compone de mujeres y hombres responsables, honestos, que hacen su trabajo a favor de nuestra patria y nuestro pueblo. Esto nos obliga a actuar bajo los principios de no robar, no mentir y no traicionar la confianza del pueblo.
“Como decía Benito Juárez —sigue— los funcionarios deben acostumbrarse a vivir en ‘una honrosa medianía’ y ‘alejarse de la tentación de meter mano en las arcas públicas’. La corrupción es inaceptable en la Cuarta Transformación. Cualquier conducta ilegal de los servidores públicos que viole el código ético o incurra en actos de corrupción será denunciada ante las autoridades administrativas y/o penales.
De manera semejante al expresidente Andrés Manuel López Obrador, la primera mandataria de la nación, Claudia Sheinbaum Pardo, afirmó: “Los recursos de la tesorería son de todos los mexicanos y no se dilapidarán, ni se malgastarán; se invertirán en obras de utilidad pública, programas para el bienestar, garantía de los derechos humanos y sociales, construcción de la paz y la seguridad”.
En este tenor, agregó: “Todos tenemos que poner el ejemplo. En lo que a mí respecta, les instruyo que en ningún caso acepten que miembros de mi familia o particulares que usen mi nombre, hagan gestiones, realicen trámites o lleven a cabo negocios con el gobierno”.
Y la advertencia fue muy similar: “Les recuerdo que, de no actuar con ética y honradez, y de no atender estas instrucciones, podrían incurrir en actos de corrupción y, por tanto, ser responsables de delitos sancionados por la ley”.
Aquí amigos estas dos poderosísimas cartas de dos de los mejores presidenta y presidente que ha tenido México en los últimos años de su historia moderna. Ahí están las misivas para que las analicen y forjen su mejor opinión… Y hasta aquí con Los Pozos de Carlos Pozos. Y si desean que le haga su pregunta a la PresidentA de México en la conferencia de prensa “mañanera”, por favor háganmela llegar al correo: lmnoticias@gmail.com; vía X a: @lordmoleculaoficial, o bien, visiten nuestro portal https://www.lordmoleculaoficial.com/ así como también pueden ver mi Canal Lord Molécula Oficial.