- NY, una ciudad sorprendente * El Parián de Tlaquepaque * Routes Europe 2026
- Por Alejandra Pérez Bernal/Enviada
Clase Turista
NUEVA YORK.- Si hay una ciudad en el mundo que sabe cómo sorprenderte a cada paso, es Nueva York. Desde que pones un pie en sus avenidas abarrotadas, sientes una energía que te impulsa a querer verlo todo, vivirlo todo. Pero, si realmente quieres capturar la esencia de la ciudad, hay tres experiencias que no puedes perderte: el Skylift en Top of the Rock, la fascinante instalación de The Beam, y un crucero nocturno por el Hudson.
La mejor manera de descubrir esta ciudad es a través de un recorrido que te lleve de las alturas vertiginosas de los grandes rascacielos, al suave balanceo sobre las aguas del Hudson, con destellos de luz en cada esquina.
Tu aventura puede comenzar en Top of the Rock, uno de los lugares más icónicos para admirar la ciudad desde las alturas. Subirte al Skylift, además de regalarte una panorámica de 360 grados te te regala una calma casi hipnótica. Lentamente te elevas, mientras Manhattan se despliega ante ti, con la exhibición de un mosaico de grandes edificaciones, amplios parques y calles serpenteantes. A medida que el ascensor sube, los detalles de la ciudad se vuelven más pequeños, pero su grandeza solo crece.
Cuando llegas a la plataforma de observación, el espectáculo te deja sin aliento: ahí está el Empire State Building y Central Park que despliegan su grandeza como un oasis verde. Más allá, se erige la silueta inconfundible de la Estatua de la Libertad. Es un momento donde te sientes gigante y diminuto al mismo tiempo.
El Skylift, una atracción recién inaugurada a principios de este mes, ya se ha convertido en todo un éxito entre los visitantes de Nueva York. Su innovador diseño y la experiencia inmersiva que ofrece, ha cautivado tanto a locales como a turistas que buscan una forma única de disfrutar las impresionantes vistas desde el Rockefeller Center.
Pero la experiencia no acaba ahí. Si algo sabe hacer Nueva York es darte una vuelta sorpresas inesperadas, y justo cuando crees que ya has visto todo, te encontrarás otra atracción que todos los visitantes quieren hacer, se trata de “The Beam”, una instalación interactiva que recrea la famosa foto de 1932 donde varios obreros almuerzan sentados en una viga suspendida sobre Manhattan. Esta vez, puedes ser tú quien se siente en esa viga (con seguridad, claro) y obtener tu propia versión de ese legendario momento.
Vivir estas experiencias fue posible gracias a las facilidades de Rockefeller Center y la maravillosa anfitrionía de Mariana Marcone, Sales Manager de Rockefeller Center, quien domina cada una de las actividades y eventos que se realizan en este complejo icónico de la NY.
Y después de esta inmersión visual, otra gran experiencia es la que ofrece Civitatis: Un crucero nocturno por el río Hudson. Aquí todo cambia. El ruido, las luces intermitentes y la velocidad de la ciudad se disuelven en el suave movimiento del barco, mientras navegas en medio de una calma inesperada. Las luces de Manhattan se reflejan en el agua como si fueran estrellas que danzan sobre el río, mientras la Estatua de la Libertad, iluminada en todo su esplendor, te mira desde lejos, como un faro solitario en la noche. El aire frío nocturno roza la piel, pero la vista te envuelve en una calidez que solo Nueva York puede ofrecer.
Zarpar desde el muelle 83, muy cerca de Times Square, es como abrir el telón de un gran teatro. A medida que el sol comienza a descender, las luces de la ciudad empiezan a parpadear, marcando el inicio de una velada mágica. Navegar al atardecer permite que el calor del día se disuelva lentamente en el horizonte, mientras un guía experto narra en vivo la historia de Nueva York, compartiendo detalles fascinantes sobre los monumentos que van apareciendo en el horizonte. Para quienes prefieren el español, la opción de una audioguía permite disfrutar de la misma información rica y detallada en su idioma.
Cada esquina de esta ciudad tiene una historia que contar, pero si realmente quieres escuchar su latido, el Skylift, The Beam en Top of the Rock y un crucero por el Hudson son el combo perfecto. Son esas pequeñas dosis de maravilla que te recuerdan por qué esta ciudad es, simplemente, inolvidable.
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ES UNA pena que el Parián, una construcción que data de 1878 en el centro de Tlaquepaque, Jalisco, haya cumplido más de 40 días cerrado por el derrumbe del 3 de septiembre pasado, y que las autoridades locales y del INAH aún discutan sobre la responsabilidad de atender su rehabilitación y reconstrucción.
El sitio es histórico y turístico, porque en la antigua plaza principal, donde se ponía un tianguis según documentos de la época, había una picota donde se castigaba a los infractores (como era costumbre en las ciudades Europeas).
El Parián fue un mercado, y desde 1905 se instalaron las primeras cantinas. Con los años se convirtió en centro de reunión para consumo de alimentos y bebidas, degustados entre música tradicional mexicana.
Ahí se filmó la película mexicana de “Ay Jalisco no te rajes” en 1941 con Jorge Negrete como protagonista y con música compuesta de Don Manuel Esperón, en el salón Moctezuma.
Actualmente es uno de los emblemas culturales y turísticos de Tlaquepaque y de Jalisco, pero desde el pasado 3 de septiembre el sitio sufrió el derrumbe de parte de su anillo exterior, se cayeron dos columnas y se afectaron tres arcos y la bóveda.
A casi un mes y medio del lamentable incidente, apenas se determinó que el municipio, a cargo de la morenista Laura Imelda Pérez Segura, se hará el levantamiento topográfico de todos los elementos del edificio; un estudio de mecánica de suelos, así como sondeos que permitan definir el tipo y profundidad de la cimentación.
Con la información que elaboró el Colegio Metropolitano de Ingenieros Civiles de Jalisco, la SIOP hará el proyecto ejecutivo de reforzamiento de la estructura en general, así como una propuesta arquitectónica de restauración y entregará un proyecto de apuntalamiento para la eventual reapertura de El Parián. Sin embargo, el asunto aún va para largo.
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EN LA última reunión de Routes World 2024 que se realizó en Bahréin, se decidió que la ciudad de Rímini, en la costa del Adriático italiano, será la sede de la Routes Europe 2026, evento en el cual se reúne la crema y nata de aerolíneas, aeropuertos y destinos turísticos:
La cumbre número 19 será en mayo de 2026 y en ella se toman decisiones importantes que rodean al sector aeroportuario del viejo continente con impacto en el mundo.
Ya se ha dicho que la ciudad italiana de Rimini se ha convertido en una capital turística europea. que combina alma y modernidad y tiene la ambición de volar aún más alto, gracias en particular al desarrollo de su aeropuerto y a sus conexiones con aeropuertos de todo el mundo.
En la cita de Bahréin se resaltó que el Aeropuerto Internacional de Rímini y San Marino «Federico Fellini» es un motor clave del desarrollo turístico de la región, con asociaciones entre 11 aerolíneas que sirven a 16 destinos.
Actualmente, el aeropuerto se encuentra en proceso de modernización como parte del ambicioso plan maestro de AIRiminum Group para mejorar su infraestructura, garantizando una experiencia más segura y accesible tanto para las aerolíneas como para los pasajeros.
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@AlejandraBernal
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