- Calma
- Por Carlos Ramos Padilla
Clase Turista
Como balde de agua congelada cayó la noticia de que Xóchitl se regresa al Senado de la República dejando, así lo sienten, al abandono a millones de mexicanos que no solamente creyeron en ella, sino apostaron su futuro a su proyecto.
Personas que todavía defienden la posibilidad de que las elecciones no sean tan limpias y arrolladoras como se pretende hacer creer con un INE devastado por su incompetencia y por el conflicto de intereses de su presidenta que presume en nómina del gobierno de Sonora a nueve de sus familiares. Ellos todos al servicio y órdenes de Alfonso Durazo.
Las cosas no están claras y sorprende el intempestivo y rápido reconocimiento de Xóchitl como derrotada.
No parece ni ético ni justo. Pero los ánimos sociales están creciendo y son los ciudadanos los que están movilizándose para comprobar que los cómputos fueron reales. Nace entonces la solicitud de prudencia y calma ante los arrebatados intentos de algunos por tomar las calles o dejar de pagar impuestos.
Las acciones de confrontación a nada bueno nos llevan. Es importante generar y dar elementos creíbles a las autoridades del ramo para fortalecer una impugnación. En todo caso para demostrar que el aparato de Estado bien pudo acercarse o caer en un proceso de engaño y fraude.
Estos días serán tensos, muy tensos y más cuando se entreguen las actas de triunfo (constancias de mayoría) correspondientes.
Los mercados parecen irse estabilizando y eso es bueno. Ahora toca ir moldeando los planes a futuro en la reconstrucción social y saber, urgente, a qué partidos y a qué políticos darles nuestra confianza y nuestro presupuesto.
Deben venir acomodos importantes por el bien del país y hoy la sociedad debe estar más demandante y activa que nunca.