- Por su contribución al conocimiento de las sociedades y culturas prehispánicas, el mérito
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Durante la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, que Matos Moctezuma recibió por su contribución al conocimiento de las sociedades y culturas prehispánicas, aseguró que la historia la escriben los pueblos, forjadores de «futuros mejores», y que en ella la ignorancia es una «mala consejera» que en muchas ocasiones lleva a la mentira.
El arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma recibió este viernes su premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2022, un reconocimiento que, aseguró, es también para la arqueología mexicana y las instituciones que lo han apoyado.
En su discurso, Matos Moctezuma ensalzó los «lazos indisolubles» existentes entre México y España tras «largas luchas» pasadas, cuando en 1521 tuvo lugar «el encuentro de dos maneras de pensar diferentes, de sociedades que tenían su propia visión del universo».
Tras recordar que en 1821 el México «independiente iniciaba su propio camino», destacó que solo 15 años después ambos países entablaron relaciones diplomáticas y «México reconocía a España y España reconocía a México como nación independiente, buen ejemplo para superar pasados agravios».
En este punto, lamentó que toda guerra conlleva «muerte, destrucción, desolación, imposición, injusticia y violencia», algo que ambas naciones han vivido en carne propia y que no debe caer en el olvido.
«Esto no se olvida, pero tampoco podemos anclarnos en el pasado y guardar rencores, sino mirar hacia adelante. En esto México y España deben erigirse hacia un futuro promisorio», apuntó al respecto el arqueólogo, fundador del Proyecto Templo Mayor, que reveló al mundo el antiguo centro ceremonial o «Recinto Sagrado» que los aztecas edificaron en la antigua Tenochtitlan.
Matos Moctezuma señaló que galardones como el Princesa de Asturias no son solo para las personas o instituciones a quienes se les otorga, sino también para aquellos «maestros» que los formaron y apoyaron en el devenir de su trayectoria, punto en el que ha recordado con cariño a muchos de ellos.
«Todo reconocimiento conlleva honra, pero también gratitud de quien lo recibe. Estos premios que hoy recibimos en esta Casa de las Musas son un canto a la inteligencia», señaló el científico de 81 años y más de 60 dedicados a su profesión.