- ¿Pruebas o evidencias?
- Por Francisco X. Salazar S.
Clase Turista
Buenísimo discurso de Xóchitl en Washington.
Tratando de refutar las notas que señalan el financiamiento del narco a su campaña de 2006, un López desencajado dice que no presentaron una sola prueba. Pues claro, los ladrones nunca dejan recibo y los delincuentes electorales no aportan recursos por medio de la banca. Mañosamente, casi que pide que los periodistas presenten copias de cheques, recibos notarizados, estados de cuenta del banco o declaraciones juradas aceptando haber recibido donaciones del narco…
No se nos olvide que es el Rey del Cash. Y que él no se mancha las manos; para eso tiene familiares, ayudantes, choferes y funcionarios que él contrata. Por eso exige lealtad aunque no tengan experiencia ni conocimiento del tema de la dependencia en la que cobran su jugosos salarios.
Pero las evidencias de financiamiento ilícito sobran. Van algunas: ¿de qué vivieron él y su familia durante 12 años en los que no trabajó? ¿Cómo es que sus hijos, los amigos de sus hijos, sus parientes, sus funcionarios como Bartlett y Nahle y empleados como el famoso Nicolás, Nico, Mollinedo, se hicieron millonarios en menos de un sexenio?
¿No son suficientes pruebas las evidencias de los moches, que sin su consentimiento, descontó a los empleados de Texcoco Delfina Gómez? (caso por el cual Morena fue declarado culpable) ¿O la declaración de Sanjuana Martínez acerca de la exigencia de que retuvieran 50 millones de la liquidación de de los trabajadores de Notimex ? ¿O las múltiples declaraciones de Marcelo Ebrard sobre los desvíos de recursos públicos para gastos de precampaña de la corcholata Claudia?
Además, como decían los sagaces investigadores de las policías, cuando sí atrapaban a los ladrones: “hay que ver a quién beneficia el crimen”. Yo pregunto: ¿quiénes han sido los principales ganadores en el sexenio de López? Los jefes de los narcos, que reciben deferencias y atenciones del presidente López, como el saludo a la mamá del Señor Guzmán Loera, o la liberación de su hijo Ovidio, el Ratón, en el culiacanazo. Ahí está la instrucción presidencial a los militares de “abrazos, no balazos” a los narcos. Y qué decir de la facilidad con la que las armas de alto calibre que usan los narcos entran por todas la aduanas (con los jefes que puso López) o con la que pasan las drogas, el fentanilo, la cocaína, etc., por nuestras fronteras. ¿Y de qué partido son los gobernadores de todos los estados del Pacífico, desde Baja California hasta Chiapas, por donde se trasladan todas esas armas impunemente?
¿Y cómo entender que en Tabasco, cuando sus paisanos le reclamaron por la violencia con la que asuela el narco al estado, él haya respondido que no los iba a reprimir “porque son pueblo”, como si por ser “pueblo”, pudieran matar y robar sin que nadie los moleste. Todo esto apunta sin duda a que los narcos están recibiendo su recompensa por la colaboración que dieron. ¿O a poco todo fue gratis?
DIÁLOGOS IMAGINARIOS
–Oiga mi presi, ¿ya se disculpó el gobierno de los gringos?
–No, pero ya ni quién se acuerde del chisme de la DEA, quesque nos cacharon con los millones que consiguió Nico. De cualquier modo voy a checar bien porque la DEA dice que fueron 3 millones y nomás llegaron 2.
–Oiga apá ¿verdá que sí pasaron una feliz Navidad en Acapulco?
–No, pero yo no les dije en qué año iban a tener una feliz Navidad; a ver si para el año que entra. Pero este año ya tuvieron lucecitas y yo sí la pasé muy bien en el acorazado de la Marina.
–¿Quién es ese Bukele que dicen que es más popular que nuestro amado líder?
–Es un desgraciado neoliberal, oligarca, conservador, hijo del antiguo régimen, que no entiende que los narcos no son tan malos, que sus abuelitas son buena onda. Mándale a Marx Arriaga para que le explique que hay que darles muchos abrazos y nada de balazos a esos de la Marasalvatrucha, porque también son pueblo.
POTOSINOS ENCHILADOS
El presidente y los legisladores afines a él nunca piensan en los 32 millones de trabajadores informales cuando dicen que van a conseguir que las pensiones suban hasta el 100% de último salario. Lo que está sucediendo es que entre más gastos le cargan a los pequeños empresarios, más empresas se van a la informalidad. Y ahí la jubilación no existe. Mejor deberían de pensar en cómo facilitan la generación de empleos formales con menos cargas fiscales y seguridad ante la extorsión.
Los transportistas de todo el país están desesperados por los asaltos, extorsiones o asesinatos a los que están expuestos. Ayer bloquearon algunos accesos a la CDMX ante la inacción del gobierno del presidente López. Extrañan a la Policía Federal de Caminos y piden la presencia de las Fuerzas Armadas, pero la verdad es que están ocupados en la construcción del Tren Maya (al que le falta mucho –como otras 10 inauguraciones, y luego los baños, los accesos, los comedores y restaurantes…) y en otras de las ocurrencias del presidente López.
Bien por la SCJN que declaró inconstitucional la Ley Bartlett. Pero la decisión pasó de panzazo, gracias al voto de calidad del Ministro Pérez Dayán al que ya quieren quemar vivo los sesudos diputados morenos. ¿Cómo se les ocurre quitarle el negocio al Señor Licenciado Don Manuel Bartlett, que tanto ha ayudado a nuestro amado líder?
En el cumpleaños de la Constitución, AMLO manda de regalo su iniciativa para destruirla.