- Causa en Común denuncia también el reinado de la impunidad criminal
Clase Turista
El cementerio clandestino descubierto en Hermosillo, Sonora, confronta por enésima ocasión al Estado mexicano con la tragedia de la desaparición de personas en nuestro país, denunció Causa en Común, la cual expresa su solidaridad con el colectivo de Madres Buscadores de Sonora y con todas las familias que buscan a sus desaparecidos.
En un comunicado, la organización civil se une al reclamo por la claudicación del gobierno federal y gobiernos locales ante los criminales que destruyen impunemente familias y comunidades en todo México.
El último hallazgo de al menos 29 fosas con al menos 30 cuerpos, en Hermosillo, Sonora, se suma al listado interminable de terror que se acumula en nuestro país. Tan sólo durante el año pasado, Causa en Común acumuló registros periodísticos de al menos 297 fosas clandestinas, a las cuales se suman al menos 290 en 2022, al menos 556 en 2021, y al menos 1,350 en 2020.
En cuanto a inseguridad, el gobierno actual se ha caracterizado por una amable condescendencia hacia los grupos criminales que matan, secuestran y extorsionan sin que nada ni nadie los detenga, por una militarización inepta enfocada en los presupuestos y en los negocios, por la reducción de apoyos federales para las policías locales, por la politización plena de la procuración de justicia, por el secuestro de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, por dejar en la inoperancia la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, y últimamente por la destrucción del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y de la Comisión Nacional de Búsqueda.
Estos niveles de irresponsabilidad y de indiferencia hacia el dolor de los mexicanos son la contraparte funcional de la impunidad criminal que se expresa en los innumerables crímenes que se acumulan sin denuncia, sin investigación y sin sentencia, muchos de ellos propios de conflictos armados.
Hacemos un llamado a las autoridades para iniciar sin dilación las labores de identificación de los restos localizados en Hermosillo y en todas las fosas clandestinas del país, y a ofrecer a los colectivos de búsqueda la protección que requieren.
Hacia el futuro, consideramos que nada es más urgente que un cambio político que permita revertir la destrucción de las instituciones de seguridad, de procuración de justicia y de atención a víctimas; una destrucción que sólo tiene sentido en términos de la claudicación frente a los criminales que a su vez destruyen al país.