- Crisis migratoria
- Por Carlos Ramos Padilla*
Clase Turista
Estamos en serios problemas por la sobada política populista del gobierno. AMLO decidió al principio de su gobierno abrir de par en par las fronteras. Su discurso dando bienvenidas le daban crédito mediático, pero estaba encendiendo una mecha y muy corta sobre cartuchos explosivos. Fue Ebrard a Estados Unidos a “doblarse” en la Casa Blanca y Trump obligó al gobierno mexicano a montar un muro humano en la línea divisoria del sur con los elementos de la guardia nacional como un primer intento de frenar los flujos migratorios.
No se logró. Poco a poco nuestras ciudades se fueron inundando por migrantes ilegales que en súplicas callejeras solicitan limosna. Pero no fue suficiente, durante la pandemia y con la sumisión de López Gatell se relajaron las medidas sanitarias.
Todos pasaban nuestras fronteras sin ningún control sanitario ni de seguridad. AMLO festejaba la llegada de cruceros a Quintana Roo invitando a los pasajeros a posase tierra firme y sin tapabocas. Su ridícula estrategia de las estampitas milagrosas. Hoy el problema y crisis migratoria es gravísimo de tal magnitud qué personajes de primer nivel de la administración Biden llegan a México a poner orden.
El secretario de Estado, Antony Blinken, acompañado de una delegación de alto nivel compuesta por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas; el fiscal general, Merrick Garland; y la asesora de Seguridad de la Casa Blanca Liz Sherwood-Randall, el encargado del Departamento de Estado para América Latina, Brian Nichols; así como el jefe antinarcóticos del mismo departamento, Todd Robinson, intentará encauzar la crisis por el tráfico y consumo de fentanilo, así como al aumento de la presión migratoria en la frontera común, ambos archivos bajo directa responsabilidad de las decisiones personales del mandatario mexicano.
La Administración de Joe Biden quiere que México extradite a más narcotraficantes y desmantele los laboratorios clandestinos de fentanilo, un potente opioide sintético que ha provocado cifras récord de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
Vale recordar que en agosto la patrulla fronteriza estadounidense arrestó al mayor número de indocumentados en lo que va de año. Adicional, la Casa Blanca afirma que los cárteles mexicanos (considerados por algunos como terroristas) fabrican esta droga con productos químicos comprados en China y luego trafican con esta a territorio norteamericano. Sólo el año pasado fallecieron más de 70.000 personas por sobredosis de esta sustancia que según reportes extranjeros, aún con la custodia de la Marina, llegan libremente a los puertos mexicanos y transitan por las carreteras federales sin problema alguno. Dentro de los incisos obligados es exigir la captura y entrega en extradición de los llamados “chapitos” a lo que México pedirá a cambio cerrar carpetas de investigación contra funcionarios mexicanos.
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2, izzi 135 y mexiquense radio