- Textos en libertad
- José Antonio Aspiros Villagómez
Clase Turista
La destacada etnóloga y antropóloga mexicana Marina Anguiano Fernández falleció el 25 de mayo por complicaciones tras una cirugía a causa de una caída de la que resultó con varias costillas rotas.
Licenciada y maestra egresada de la Escuela Nacional de Antropología e Historia con reconocimiento Cum Laude (con honores), la hija del pintor Raúl Anguiano se dedicó durante 55 años al estudio de la cultura huichol.
Sobre ese tema, la maestra Anguiano (1945-2023) escribió diversos libros y artículos científicos, así como guiones para películas sobre los wixárika, como se conoce también el citado grupo étnico, dictó conferencias y asistió a congresos y otras reuniones dentro y fuera de México.
Una de sus últimas charlas fue de manera virtual en 2021 cuando habló sobe el chamanismo en el ciclo organizado por la presidenta de la Academia Nacional de Historia y Geografía (ANHG), maestra Elizabeth Rembis Rubio, institución de la que doña Marina era una integrante destacada.
En esa ocasión comentó que los huicholes jóvenes que migraron a las ciudades y fueron a las universidades, en un principio se avergonzaban de sus orígenes, negaban que hablaran wixárika y no usaban sus característicos trajes autóctonos, pero que esa actitud se está revirtiendo porque algunos de ellos al graduarse en lugar de toga y birrete utilizan ya su ropa ricamente bordada.
Fue precisamente a través de las redes virtuales de comunicación de esta Academia patrocinada por la Universidad Nacional Autónoma de México, como nos enteramos de su lamentable accidente, pues ahí nos dieron a conocer los informes de su hija Lucía, a quien mandamos nuestro pésame extensivo para toda la familia.
El muy lamentado deceso consternó a sus compañeros y amigos tanto de la ANHG como de otras instituciones a las que la maestra Anguiano perteneció, entre otras la Academia Mexicana de Ciencias Antropológicas, la Sociedad Mexicana para el Estudio de las Religiones, el Ateneo Español de México, el Consejo Mundial de Artistas Visuales y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, este último donde ella se desempeñó como investigadora.
La pérdida de quien, a juzgar por los mensajes de pésame fue muy querida y reconocida, ocurrió en la fecha que en la sede de la ANHG fueron clausuradas las segundas jornadas académicas del Congreso Americano de la Libertad, y tres días después de que un retrato de Pancho Villa hecho en 1953 por su papá Raúl Anguiano, fue presentado en una exposición en el Senado de la República.
Marina Anguiano inició el estudio del mundo huichol 55 años atrás, en mayo de 1968, cuando llegó a San Andrés Cohamiata, municipio de Mezquitic, Jalisco, donde conoció la cosmovisión de ese grupo étnico plasmada en sus numerosas ceremonias y sus manifestaciones artísticas.
A partir de entonces, según narró alguna vez, convivió con diversas familias del territorio wixárika, principalmente de Jalisco y Nayarit, estableció amistad “muy entrañable” con ellos, se adentró “en su mundo complejo de representaciones”, y sin cortapisas pudo tomar notas de campo y fotografías, para luego escribir toda su obra de divulgación. Por la confianza que le brindaron sus anfitriones, pudo conocer también algunos de sus lugares sagrados.
Su obra Los huicholes o wixaritári: entre la tradición y la modernidad. Antología de textos 1969-2017 –el décimo y último de los libros que escribió– fue publicado en 2018 y presentado tanto en televisión (Canal Once) como en la Universidad Autónoma de Nayarit y la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, entre otros sitios.
Esa obra es como la síntesis del vasto trabajo de investigación -–más de medio siglo, ya dijimos—de la maestra Anguiano, en cuya vocación influyeron sus viajes al lado de su padre por poblaciones indígenas.
Él, José Raúl Anguiano Valadez (1915-2006), fue un pintor, muralista y grabador que participó en la fundación del muy reconocido Taller de la Gráfica Popular, y perteneció a la también histórica Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR). No por coincidencia, su trabajo incluyó haber ilustrado los libros Expedición a Bonampak. Diario de un viaje (1959) y Mawarirra. Un viaje al mundo mágico de los huicholes (1972).
Descanse en paz la muy estimada maestra Marina Anguiano Fernández, en cuyo funeral nos hicimos presentes desde la distancia a través de un ramo de flores. Su obra la mantendrá viva en el recuerdo.
