- ¿Hasta cuándo?
- Por Carlos Ramos Padilla*
- @cramospadilla
Clase Turista
Ante el incierto panorama en materia de seguridad pública queda de manifiesto que vamos para atrás.
Convertir a los soldados en policías es ridículo y ya se demostró. Instalaciones militares en Guerrero y la CDMX han sido atacada por una serie de rufianes cobardes encapuchados que tienen como tarjeta de presentación el asunto de los 43.
Los soldados, en ambos casos, no fueron capaces de defenderse ni en lo personal o recibieron órdenes de no actuar. De una u otra manera es simbólico lo que está sucediendo en todo el país.
Soldados, marinos o Guardia Nacional, quienes sean, son humillados, pintarrajeados, insultados y amenizados sin que estos reaccionen.
No importa si son activistas, narcos, miembros del crimen organizado o incluso población la agresión es toda vez más grave.
Los que ofenden terminan celebrando su victoria desfilando frente a la población, totalmente vulnerable, exhibiendo y presumiendo armas y vehículos artillados. Se pasean por las calles con absoluta impunidad y en más de los casos, los soldados solamente observan cómo atracan u ordeñan líneas de servicio de Pemex.
En las carreteras no se aparecen, mientras gandallas secuestran las casetas de peaje y extorsionan a la población para su “movimiento”.
La pregunta es: ¿Hasta cuándo los militares habrán de aguantar esta situación? No es fácil ser entrenados para defender a la patria y ser arrastraría por encapuchados mientras les pintan o escupen el rostro.
La Secretaria de la Defensa puede argumentar en todo que poseen mejores armas, vehículos y explosivos que los criminarles pero vemos que no las utilizan argumentando evitar daños colaterales en la población pero ya constatamos que ni resorteras emplean para defender sus instalaciones.
Así también queda claro que el discurso del titular del Ejército, General Luis Crescencio Sandoval, pronunciado el 13 de septiembre, fue tan vacío y nulo como sus resultados en este que ya es el peor sexenio en la historia en muertes y violencia.
Las Fuerzas Armadas no son propiedad del presidente ni recipiente de ocurrencias políticas.
Los soldados están para servir a la Patria no para liberar a sicarios o defender los derechos de maleantes que incluso les apuntan al rostro con una pistola. El uniforme no está para lucir medallas como en el porfiriato, sino para respetarlo.
*Conductor del programa VaEnSerio, Mexiquense tv, canal 34.2 (izzi 135) y mexiquense radio