- Entre cañones, campos de agave y memoria histórica, este destino guanajuatense tiene mucho que ofrecer
- Descubre uno de los rincones menos explorados del Bajío
- Por Alejandra Pérez Bernal
Clase Turista
Si te gusta viajar con botas cómodas y curiosidad encendida, Cuerámaro, Guanajuato, puede sorprenderte. En este municipio del suroeste del estado, la aventura no está en parques temáticos, sino en cañones naturales, senderos entre rocas y pozas de agua que aparecen en medio del paisaje. Es un destino para quienes prefieren descubrir sin prisa, dejar que el entorno marque el ritmo y encontrar belleza en lo sencillo.
Comienza el día y sal rumbo al Cañón de La Garita, uno de los tesoros naturales del municipio. El recorrido permite caminar entre formaciones rocosas, apreciar el paisaje y, si el clima lo permite, acercarte a las pozas de agua que refrescan el entorno. Aquí puedes hacer senderismo y rappel, y, en temporada adecuada, nadar en pozas de agua cristalina que se esconden entre rocas y vegetación. El silencio, interrumpido solo por el viento y el agua, es parte de la experiencia.
Después de la caminata, continúa hacia la presa del Aguacate o la zona de El Platanal, espacios ideales para bajar el ritmo y simplemente observar el paisaje del Bajío guanajuatense. Son lugares que invitan a detenerse, sentarse a la sombra y disfrutar del entorno sin itinerarios apretados.
Al mediodía, regresa al centro de Cuerámaro. Caminar por el jardín principal es una forma sencilla de entender la vida cotidiana del pueblo. La Parroquia de San Francisco de Asís se levanta como uno de los referentes históricos del municipio y conecta al visitante con un pasado marcado por las antiguas haciendas y los episodios de la lucha por la Independencia. En la antigua capilla de la Hacienda de San Francisco Cuerámaro se celebró una misa en honor al insurgente Francisco Javier Mina, un hecho que forma parte de la memoria histórica del lugar.
Al caer la noche, Cuerámaro recupera su calma. Es un buen momento para quedarte a dormir en el municipio, descansar y dejar que el silencio haga lo suyo.
Cuerámaro no busca impresionar con grandes escenarios; conquista con naturaleza, historia y autenticidad. Es un destino que se disfruta paso a paso, ideal para viajeros que saben que los mejores lugares no siempre están en las rutas más transitadas.
Cuerámaro forma parte de la Ruta del Tequila en Guanajuato, un recorrido que conecta a los municipios de Pénjamo, Abasolo, Huanímaro y Cuerámaro, donde el paisaje de agave define el horizonte y la tradición tequilera sigue viva. En este corredor, el tequila no solo se produce: se entiende como cultura, trabajo del campo e identidad regional, ofreciendo al viajero una experiencia que va más allá de la bebida y que se disfruta entre caminos rurales, pueblos con historia y proyectos locales que preservan el legado del agave.
