- Pueden ayudar a prevenir falsas alarmas de incendio
Clase Turista
En una planta industrial, un reflejo metálico puede parecer una llama; una corriente de aire puede simular fuego; y una soldadura puede detonar una alarma innecesaria. Detectar una llama real entre estos “espejismos térmicos” es un desafío crítico porque, de acuerdo con reportes del sector, una falsa alarma puede detener una línea completa de producción, costándole a una gran planta petroquímica hasta 100 millones de pesos en un solo día. Por otro lado, un retraso en la detección puede derivar en consecuencias severas.
Hoy, la nueva tecnología en detección de flama está facilitando a los responsables de seguridad proteger mejor a los trabajadores y las instalaciones, determinando rápidamente si se trata de un incendio real o una falsa alarma. Presentado recientemente en Expo Fire & Safety en Guadalajara, México, el MSA General Monitors® FL5000 Multi-Spectrum Flame Detector es la innovación más reciente que ayuda a mantener seguros a los trabajadores y a prevenir costosos paros operativos al combinar avanzadas redes artificiales con hardware a prueba de explosiones.
“El reto no es ver el fuego, sino entenderlo. Cada entorno tiene su propio lenguaje térmico, y nuestros detectores cuentan con tecnología que aprende a interpretarlo sin confundirlo con una simple fuente de calor”, comentó Juan Carlos Hernández Alatorre, National Sales Manager de MSA Safety México.
Durante años, la industria de la detección ha buscado equilibrar sensibilidad y precisión. Los detectores ópticos basados en el espectro infrarrojo (IR) revolucionaron la seguridad industrial al identificar las longitudes de onda emitidas por los hidrocarburos durante la combustión. Sin embargo, en entornos reales llenos de calor, reflejos y vibración, distinguir entre una llama auténtica y un espejismo térmico sigue siendo complejo. Actualmente, las alarmas pueden fallar hasta un 10% de las veces en un año, generando pérdidas económicas significativas para las empresas.
Tecnologías eficientes que ayudan a salvar vidas y proteger procesos
Para atender esta necesidad, MSA Safety, líder global en soluciones de protección y detección contra incendios, desarrolló una nueva generación de detectores impulsados por redes neuronales artificiales (ANN). Inspiradas en el aprendizaje humano, estas redes analizan miles de señales en tiempo real y aprenden a diferenciar la radiación producida por una combustión real de fuentes no peligrosas como soldaduras, hornos o reflejos de luz.
A diferencia de los sistemas tradicionales basados en fórmulas lineales y mediciones de frecuencia, el modelo de MSA Safety combina tres redes neuronales entrenadas con conjuntos de datos distintos. Una evalúa patrones de flama genuinos; otra analiza escenarios de interferencia; y una tercera procesa situaciones mixtas donde las falsas alarmas son frecuentes. Estas redes crean un sistema que solo activa una alarma cuando las tres llegan a la misma conclusión, estableciendo un mecanismo de “votación unánime” que reemplaza decisiones reactivas por decisiones informadas.
Gracias a la combinación de inteligencia artificial (IA) y óptica multiespectral, los nuevos detectores pueden identificar con precisión combustibles como alcoholes, diésel, gasolina, hidrógeno, gas natural, queroseno, madera y papel, incluso bajo condiciones adversas como polvo, vibración o luz solar intensa.
“Un falso positivo puede detener una planta, y un falso negativo puede destruirla. Alcanzar el equilibrio entre sensibilidad y confiabilidad es la verdadera medida de la innovación en seguridad”, afirmó Hernández Alatorre.
Energía, manufactura e incluso la industria espacial podrían beneficiarse de esta innovación
El sistema fue entrenado en entornos industriales complejos, incluidos los sectores aeroespacial, químico, energético, automotriz, textil, farmacéutico y de alimentos y bebidas. Cada entorno aportó información clave sobre cómo interactúa el fuego con distintos materiales, reflejos y velocidades de propagación, haciendo que los detectores sean cada vez más perceptivos y adaptables.
Además de cómo funciona el sistema, una instalación adecuada del detector también es fundamental. La altura, el ángulo, el campo de visión, la velocidad de respuesta y las condiciones ambientales pueden determinar su eficacia. MSA Safety recomienda un ángulo mínimo hacia abajo de 10 grados, una línea de visión despejada y protección adicional para instalaciones exteriores. Modelos como el FL5000 MSIR ofrecen mayor confiabilidad en ambientes hostiles, mientras que el FL500 UV/IR Flame Detector es ideal para espacios controlados donde la respuesta rápida es prioritaria.
“El objetivo final no es sólo detectar fuego, sino hacerlo con intención: reduciendo los tiempos de respuesta, minimizando falsas alarmas y garantizando que las alertas realmente señalen peligro”, añadió el ejecutivo. “Por eso, la instalación deja de ser un acto mecánico para convertirse en un acto de visión estratégica”.
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