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25 noviembre,2025

Persiste presión al alza en inflación de mercancías alimenticias

  • Se estima que este año la inflación general de se ubique en un rango de 4.2% a 4.0%

Clase Turista

En las últimas quincenas la inflación general anual de México ha descendido de manera importante, pasando de 4.51% en la 1a quincena de junio a 3.49% en la 1a quincena de agosto.

La baja en la inflación general, obedece a un desplome en la inflación no subyacente, compuesta por los rubros más volátiles, al pasar de 5.21% a 1.10%, para los mismos periodos.

Por su parte, la inflación subyacente, que excluye energéticos, agropecuarios y tarifas del gobierno, se mantuvo prácticamente estable entre las mismas quincenas colocándose en 4.20% en la 1a de junio y en 4.21% en la 1a de agosto.

Al analizar el detalle de la inflación subyacente, resalta que la inflación de mercancías no alimenticias se ha estabilizado en torno al 3.0%, mientras que la inflación de mercancías alimenticias sigue con franca tendencia de alza y alcanzando un nivel de 5.15% en la 1a mitad de agosto de este año.

Por su parte, la inflación de servicios ha comenzado a descender en las últimas quincenas, sin embargo, la educación y otros servicios continúan por encima del 5.0% de inflación anual, abonando así a una lenta baja en la inflación de los servicios.

Acorde a las últimas minutas del Banco de México el comportamiento de las inflaciones en mercancías alimenticias y no alimenticias se explica por el efecto rezagado de la depreciación del tipo de cambio, compras anticipadas por los aranceles, choques de oferta provenientes de productos pecuarios (leche, carne de res, embutidos, por mencionar algunos), así como el arancel que ahora aplica México a países como China y Vietnam al comercio en plataformas digitales.

De momento, Banxico estima que estos efectos no se han trasladado en forma de presiones inflacionarias hacia los servicios.

Al revisar la composición de la inflación, a través de la estacionalidad de las inflaciones quincenales de los cinco rubros subyacentes (mercancías alimenticias, mercancías no alimenticias, vivienda, educación y otros servicios) y los dos no subyacentes (agropecuarios y energéticos más tarifas del gobierno), encontramos que buena parte de la baja en la inflación general, obedece a inusuales lecturas en el componente no subyacente y efectos base de comparación de choques de oferta del año pasado.

En particular, la inflación no subyacente quincenal acumula 10 de 15 lecturas de inflación en terreno negativo, un evento inédito desde el año 2000. En su interior, tanto los productos agropecuarios, como los energéticos y las tarifas del gobierno han contribuido con lecturas negativas para que este componente ayude a disminuir la inflación.

Analistas de Intercam ponen como ejemplo la inflación acumulada de diciembre del 2024 a la 1a quincena de agosto del 2025 es de -0.8%. Además, no descartan que los aranceles que se están aplicando al jitomate (17%) y el resto de los productos agropecuarios fuera del TMEC, zonas libres de frontera o almacenes fiscales al 25%, pudieran presionar aún más a la baja los precios de estos, ante una menor demanda extranjera y mayor disponibilidad en nuestro país.

Por su parte, las lecturas de inflación quincenal subyacente son mixtas, ya que, por un lado, la inflación de mercancías no alimenticias, educación y otros servicios presentan las inflaciones quincenal más bajas en los últimos cinco años, sin embargo, no podemos decir lo mismo para las mercancías alimenticias y de vivienda.

En este sentido, la inflación acumulada de diciembre del 2024 a la 1a mitad de agosto de este año es de 2.9%, mostrando así que prácticamente toda la presión en precios de este año proviene de la inflación subyacente, considerando que la no subyacente es cercana a cero e inclusive negativa.

Históricamente, la inflación acumulada de la 2a quincena de agosto a la 2a quincena de diciembre es de 1.4%. En este sentido, si la inflación subyacente del resto del año se comporta de manera similar a su patrón estacional histórico, la inflación subyacente entonces debería terminar por encima del 4.0%.

¿Es probable que no sea así? Podría ser, pero deberíamos ver caídas fuera del patrón estacional en los diversos rubros, evento que de momento se antoja poco probable.

Por ello, se mantiene el estimado para la inflación subyacente en 4.2% al cierre del 2025, mientras que recortamos el de la inflación general de 4.2% a 4.0%, ante la baja presión que observamos en la inflación no subyacente e incluso reconocemos que, si sigue mostrando lecturas a la baja, la inflación general podría ser menor este año.

Para el próximo año nuestros estimados para la inflación general y subyacente se ubican en 4.0% y 3.9%, respectivamente.

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