18.9 C
Mexico City
30 abril,2025

Pensar diferente antes que perfecto

  • Cuando la imaginación incómoda vale más que la certeza en los negocios

Clase Turista

En tiempos donde la innovación es urgente pero todos repiten lo mismo, lo verdaderamente raro es permitirse pensar mal. No “mal” como sin lógica, sino “mal” como fuera del molde, sin intención de complacer o parecer correcto. Y es que la mayoría de las ideas con potencial no nacen listas para brillar.

En los negocios, a menudo éstas se descartan antes de nacer por parecer absurdas, torpes o “poco profesionales”. Se guardan en la libreta de notas, arrumbadas en un cajón, o en la mente de quien prefirió no decirlas en voz alta. Pero, ¿y si eso fuera justo lo que necesitamos? Lo que el mundo necesita para innovar en determinado sector o industria.

Para Rodrigo Condado, director de marketing y cultura de iLab y vocero de Ten Malas Ideas , «En el mundo real, la creatividad no ocurre en línea recta; por el contrario, las mejores soluciones suelen venir de preguntas incómodas, situaciones improbables y escenarios que otros descartarían. De ahí la importancia de cuestionar lo establecido, donde perder el miedo a lo diferente o raro nos puede llevar a encontrar respuestas innovadoras que puedan ser escalables en las empresas, organizaciones y grupos».

Atreverse a decir la idea que suena “demasiado loca”

Existe una barrera invisible en algunas salas de juntas: la autocensura creativa. Y es que a menudo algunas ideas no se dicen por miedo al juicio, por no sonar “profesionales” o por romper con lo esperado. Sin embargo, esas ideas incómodas suelen tener algo valioso: hacen que todos vean el problema con otros ojos.

Por esta razón, el verdadero valor no está en que una idea sea “buena” desde el principio, sino en que abra una conversación que no existía. En que provocar. En que incomode lo suficiente para que alguien diga: “espera… ¿y si…?”

Jugar con lo improbable hasta que algo haga clic

El pensamiento creativo no es un salto al vacío, sino una serie de combinaciones improbables que, de pronto, revelan algo nuevo. La lógica suele llevar del punto A al B, pero la imaginación salta del punto A al Z… y luego inventa el resto del alfabeto.

Así, explora ideas que suenan ridículas no es perder el tiempo, es ampliar el mapa mental. Es como mezclar ingredientes sin receta hasta dar con una nueva fórmula. La diferencia entre una locura y una solución brillante está en probarla desde el ángulo correcto.

La estrategia puede comenzar con una pregunta absurda

Pocas ideas nacen de problemas bien planteados. La mayoría nacen de preguntas que, en teoría, “nadie debería hacer”: ¿y si combinamos esto con aquello? o ¿por qué seguimos haciendo esto así? Cuando una organización, un grupo de creativos o cualquier profesional que quiera crear una empresa se permite pensar así, empieza a diseñar sus propias reglas.

 

Dicho de otro modo, la creatividad estratégica no es un accidente ni un momento de iluminación divina. Es el resultado de permitir que lo absurdo tenga un espacio en la conversación. Es diseñar preguntas que rompan los patrones y exploren escenarios que se sienten incómodos, hasta que se vuelven inevitables.

«Como vemos, muchas ideas se quedan en el cajón no porque sean malas, sino porque no se parecen a nada que hayamos hecho antes. Pero eso es justo lo que las hace valiosas. El primer paso no es tener la respuesta correcta, sino hacerse la pregunta que nadie se ha atrevido a decir en voz alta, y apelar más a la curiosidad, a la probabilidad, a la imaginación, a la creatividad y, por ende, a la previsión» , concluye Rodrigo Condado.

Related Articles

últimos articulos