- 7 de cada 10 mujeres y niñas han estado expuestas o han experimentado alguna forma de violencia en línea
- Visibilizarlo, prevenir y denunciar, los pasos a seguir: Magistrada Adriana Juárez Soteno
- Por Gerardo Flores Ledesma
Clase Turista
La violencia digital se ha multiplicado en México, eso es definitivo, Sus formas y modos a través de fotos, datos y videos o las tecnologías de la información y la comunicación se han modificado, pero lo importante es visibilizarlo, prevenir y denunciar, subraya Adriana Juárez Soteno, magistrada en el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito.
Versada en el tema, con amplia facultad para hablar sobre diversos casos, Juárez Soteno detalla que la violencia de género no respeta edad ni sexo. Las víctimas pueden ser hombre, mujer, persona transgénero, no binario e intergénero, pero es un hecho real -con cifras de la ONU-, que 7 de cada 10 mujeres y niñas han estado expuestas o han experimentado alguna forma de violencia en línea.
Y detalla: “Anteriormente se creía que la física era la única violencia que existía. Eso no es así, hoy tenemos una gran ventaja porque las mujeres y otras víctimas de violencia digital se han encargado de visibilizarla, lo que ha permitido que la sociedad tome acciones en el país a través de redes de apoyo”.
Egresada de la UNAM, incrustada en el Poder Judicial de la Federación desde 2005, la magistrada Adriana Juárez Soteno, lanza algunas recomendaciones para evitar ser víctima de la violencia digital: Proteger nuestra privacidad, no compartir información personal con cualquier persona, por ejemplo fotografías íntimas; configurar perfiles en redes sociales de manera privada; usar contraseñas seguras; activar dobles autentificaciones en dispositivos y redes sociales; desactivar el Bluetooth cuando no se use, sobre todo en lugares públicos; no conectarse a redes de Wi-Fi públicas; no instalar aplicaciones desconocidas; no aceptar invitaciones de perfiles que no conocemos o que parecen falsos o sospechosos.
La penalista detalla que cuando surge este tipo de violencia, lo más recomendable es denunciar y aclara que “nuestras instituciones de Administración y Procuración de Justicia sí han tomado cartas sobre el asunto y hoy existe mayor apertura”.
Enfatiza que ahora hay más capacitación en la recepción de denuncias. “Anteriormente, los policías o los elementos captores no le daban la importancia que ameritaba la violencia digital, porque consideraban que se veía o publicaba en las redes sociales no era real. La mentalidad está cambiando y se ha tomado conciencia de que el daño existe y puede ser psicológico, físico, e incluso económico o patrimonial”.
La también jueza de Distrito, logro obtenido por Concurso de Oposición, señala que hay grandes avances en contra de la violencia digital.
Y aclara: “Hay un paquete de reformas que se hizo en la llamada “Ley Olimpia” que ha sido aprobada en 29 entidades del país, mediante la cual se protege a las víctimas y se sanciona a los victimarios. No es precisamente una ley sino un conjunto de reformas legislativas que fueron encaminadas para reconocer la violencia digital y sancionar por los delitos que violenten la intimidad sexual de las víctimas, cuando los victimarios actúan a través de medios digitales o ciber violencia, por ejemplo en la Ciudad de México, dentro del Código Penal encontramos algunos artículos que expresamente sancionan este tipo de conductas a través de la descripción de un tipo penal y se encuentra en el capítulo denominado como delitos contra la intimidad sexual”.
Admite, sin embargo, que a pesar de grandes logros como la “Ley Olimpia” y diversos programas de apoyo gubernamentales para prevenir, sancionar y erradicar los actos violentos por razones de género, aún existe un sinfín de espacios patriarcales en los que la posibilidad de acceder a puestos de mando es casi nula.
Juárez Soteno hace hincapié en la necesidad de educar a las próximas generaciones para disminuir este tipo de delitos.
Añade que es vital “promover un ambiente de respeto y educar a nuestros hijos y a las personas que están a nuestro alrededor. Hay que reflexionar sobre los límites de la libertad de expresión, sobre el respeto a la privacidad y apoyar a las personas que se sienten víctimas de este tipo de violencia digital a través de redes de apoyo formales o informales, ya que en estas últimas siempre encontramos a las personas cercanas a nuestro círculo de amigos, familiares o personas con las que laboramos”.
