- El alcohol me dio la “libertad” que necesitaba
- La soberbia y egocentrismo impiden dejar la bebida
- Por Esteban Durán
Clase Turista
De manera clara y sin titubeos, desde el estado de Hidalgo, Toño nos narra de manera breve, su desventurado paso por el alcoholismo
“Tenía 15 años y mi primer acercamiento fu con alcohol-alcohol etílico, en su momento no me gustó el sabor, pero sí sus efectos; me desinhibió, me dio confianza, me dio parte de esa libertad que uno no tiene cuando es tímido, sin saber que a la larga sería progresiva y mortal”, así se expresó ante la primera pregunta.
¿Qué le dijeron sus padres al enterarse de su ingesta de alcohol?
Su respuesta fue inmediata y nos manifestó: “dio la casualidad que la primera vez que me emborraché, mi padre estaba enfrente, en otro cuarto, en estado de ebriedad, la que si me llamó mucho la atención fue mi madre, pero cuando ya se nace o es progresivo en un alcohólico, ni el llamado de una madre ni las lágrimas hacen algo, uno es un ser ingobernable”.
“Se desatiende la escuela, no la acabé, me casé muy chico, una gran rebeldía, sin saber que a la postre tendría consecuencias; mi alcoholismo fue avanzando, el alcohol acaba con todo lo material, lo físico, la economía, lo emocional, con la familia sobre todo, daña uno alrededor de 50/60 personas y más el núcleo familiar, fueron 23 largos años de sufrimiento”.
“Asistía a los sanatorios y una profesional de la medicina me comentó sobre el tema, después me dio el mensaje un compañero, me habló de cómo le llamamos nosotros «el paso 12» y me integró. Desde ahí ya llevo 10 años militando en el grupo llamado Cuautepec.
¿Cómo le cambió la vida AA?
“Me cambio en todo, pero sí se requirió de buena voluntad de parte mía para apegarse a los 36 principios con los que se trabaja; hay 12 pasos para la recuperación del individuo con la enfermedad del alcoholismo, 12 tradiciones para la supervivencia de un grupo, donde se milita para salvaguardar la unidad, la cualidad más preciada y los 12 conceptos para un servicio mundial”.
Toño reconoce que no fue fácil: “un individuo lleno de soberbia y egocentrismo no quiso entender que él por sí solo ya no podía dejar de beber, estaba físicamente deteriorado, emocionalmente acabado, afortunadamente los compañeros me recibieron con un aplauso y me dijeron, aquí está tu silla Toño, le vamos a enseñar como le hemos hecho para dejar de beber”.
Finalmente, expresó que fue mediante las continuas «Sólo por hoy no bebo», afortunadamente hasta el día de hoy no he bebido, el pasado mes de junio ya cumplo 11 años sin beber”.
Alcohólicos Anónimos, Sección México, ofrece una Alternativa de Solución para quien sufre la enfermedad del alcoholismo.
Servicios totalmente gratuitos
Teléfonos: 55 5705-5802 / 800-561-3368