- POR MAURO FLORES
Clase Turista
La muerte de Yola Ramírez deja un enorme vació en el tenis mexicano, su legado seguirá vigente; Rodrigo Pacheco debe aprovechar los challengers en México.
Siempre entusiasta, siempre jovial, siempre ganadora, la sola presencia de Yola Ramírez invadía cualquier espacio, su experiencia, su jerarquía, se imponían en el lugar donde se presentaba. Hoy, esos espacios quedaron vacíos.
El tenis mexicano recibió el pasado domingo 9 de marzo, un golpe fulminante tras anunciarse, en Puebla, la muerte de Yolanda Carmelo Ramírez Partida, mejor conocida como Yola Ramírez, apenas a unos días de celebrar su onomástico número 90, lo cual sucedió el 1 de marzo. Sí, la mejor tenista mexicana de la historia dejó un profundo hueco en el deporte blanco nacional e internacional, se fue una de las mayores glorias que ha tenido nuestro país y causó un fuerte impacto en quienes tuvimos el privilegio de conocerla.
Yola Ramírez nació el 1 de marzo de 1935, en Teziutlán, Puebla, y su historia queda grabada en letras de oro. La estrella tricolor fue ocho veces campeona nacional; se coronó dos veces en Roland Garros, en dobles, con la mexicana Rosa María Reyes, también recientemente fallecida, y, en mixtos, con el británico Billy Knight, ambas en 1958; dos veces finalista de dobles en el Abierto Francés, en 1957 y 1959, en ambas con Rosa María Reyes; y una más, en el US Open en 1961, con la alemana Edda Buding; además fue doble finalista de singles en Roland Garros (1960 y 1961); triple semifinalista de singles en Wimbledon, en 1957, 1958 y 1959 y semifinalista en el Australian Open, en 1962; es integrante del Salón de la Fama en Wimbledon y Roland Garros y fue nombrada Jugadora del Milenio, por haber sido la única tenista mexicana, que terminó como 4 del mundo, en 1961.
En su carrera, Yola conquistó 32 títulos profesionales, 29 en la modalidad individual y 3 en dobles. En singles, se coronó en Montgomey (EUA); Little Rock (EUA); Memphis (EUA); Buenos Aires (ARG); Caracas (VEN); Montego Bay (JAM); Hamburgo (ALE); Munich (ALE); Aix en Provence (FRA); Canes (FRA); Nápoles (ITA); Berlín (ALE); Club Rot Wiss (ALE); Osten (BEL); Barcelona (ESP); Dublín (IRL); Londres (ING); Atlanta (EUA); Niza (FRA); Estambul (TUR); Beirut (LIB); Atenas (GRE); Kitzbuhel (AUT); Montana (SUI); San Juan (PUR); Sicilia (ITA); Reggio de Calabria (ITA); Ortensi (ITA) y Nápoles (ITA).
En dobles se adjudicó títulos en los torneos de Montecarlo, en 1957, y Roma 1959, en ambos teniendo como compañera a la mexicana Rosa María Reyes, y, en Roma 1960, donde jugó al lado de la australiana Margaret Hellyer.
Ganó 4 medallas de oro en Juegos Panamericanos. La primera, en dobles mixtos, en México 1955, con Gustavo Palafox; En Chicago 1959 ganó dos doradas, en dobles -con Rosa María Reyes- y mixtos -con Gustavo Palafox- y, en Sao Paulo 1963 ganó el oro en dobles mixtos -con Francisco “Pancho” Contreras. Además, se adjudicó la plata en la modalidad de singles, en México 1955, Chicago 1959 y Sao Paulo 1963. Conquistó la medalla de bronce en dobles en Sao Paulo 1963 -con Elena Subirats-.
La vida y logros de Yola Ramírez quedaron plasmados en el libro autobiográfico que le compartió al escritor Enrique Delfín y se publicó en 2017, cuando Yola tenía 82 años, uno de cuyos ejemplares nos hizo el honor de dedicar.
Yola Ramírez, además, era una severa crítica cuando había que serlo. Recordamos con cariño una de las entrevistas que nos concedió en el año 2014, con motivo del homenaje en The Reforma Athletic Club, que promovió el Ing. Armando vega, para entregarle el premio Life Time Achievement Award 2014, donde nos comentó: “los federativos tienen que ver más por los juveniles, que se fortalezcan los torneos de 14 y 16 años y que vean por todos los tenistas, no nada más para apoyar a los hijos de presidentes de asociación, los que les dan votos. Tenemos que ver la realidad y darle apoyo a los que tienen facultades”.
Y sobre el futuro del tenis mexicano, dijo: “lo veo bien en damas y macabro en caballeros, sobre todo si no cambiamos de federativos”.
“En la actualidad hay más expectativas con las niñas que con los niños. Yo fui a ver jugar en Wimbledon, con mi esposo –el extenista Alfonso Ochoa Gómez- a una chiquita de Jalisco, Renata Zarazúa juega muy bonito, aunque es chiquita, pero eso no importa porque hubo campeones chaparritos, eso no quiere decir nada, se ve que a ella le gusta el tenis y está enfocada, pero hay otras 4 o 5 chicas que están muy bien y tenemos esperanzas”.
“Les falta impulso a los tenistas juveniles, que se hagan más centros de capacitación y que funcionen como deben, donde podamos decir a los niños, con profesionalismo y mucho respeto, los que pueden y los que no pueden llegar, y que no venga el papa a decirnos que su hijo es sobrino de un funcionario o directivo y tengamos que ceder por miedo”.
Sobre Copa Davis expuso: “Nos ha ido muy mal con los dirigentes de la Copa Davis que no han sabido escoger a los equipos ni a los capitanes”.
Así era Yola Ramírez, sincera y directa. Sus frases aún se pueden aplicar en cualquier etapa administrativa del tenis nacional.
Este lunes 10 de marzo, sus hijos Alfonso y Marnie, sus familiares y amigos la despidieron con cariño. Estamos seguros, su legado seguirá vivo en las futuras generaciones y será muy difícil que encontremos a otra tenista de sus extraordinarias características. Descansa en Paz querida Yola.
DE ROMPE Y RASGA: Con beneplácito recibimos la noticia que el challenger de Punta Cana, en República Dominicana le concedió un wild card al mexicano Rodrigo Pacheco, y abrirá contra el sexto sembrado, el francés Benjamín Bonzi, 62 ATP. Rodrigo inicia así su caminar en la gira de challengers pues ya se anunció que tendrá invitación en los challengers de Mérida, Morelia y México City Open, aunque seguramente los recibirá también en Morelos y San Luis Potosí. Esperamos que logre el éxito que esperamos y que también se tomé en cuenta al guerrerense Alejandro Hernández, finalista la semana pasada en el future de Huamantla y quien es la tercera mejor raqueta de México. ¡CON UR SPORTS SEGUIMOS PISANDO FUERTE!
