- Por María Manuela de la Rosa Aguilar
Clase Turista
La guerra, el hambre, la sequía, el bajo nivel educativo y el racismo exacerbado parecen ser características de gran parte del continente Africano, que no obstante que se considera la cuna de la humanidad y es el continente con mayores riquezas naturales como los diamantes, en donde se encuentran las 4 minas más grandes del planeta, grandes yacimientos de oro, poco explorado, esmeraldas, primer productor de platino y paladio, hierro, también tiene yacimientos de rubíes, alejandrita, turquesas, cuenta con el único yacimiento de tanzanita del mundo, aguamarina, aventurina, cuarzo, peridoto, jaspe, lapislázuli, petróleo, uranio; pero además es un país con una gran diversidad en flora y fauna, donde habitan unos 3,000 grupos étnicos distintos y se hablan más de 2,000 idiomas e incontables dialectos, que asimismo pertenecen a muy variadas culturas e identidades, que aunado al afán humano de conquista han generado problemas de una gran complejidad que difícilmente tendrán. Una solución pacífica a corto o mediano plazo. Y vemos como este continente tan rico se encuentra fragmentado por la guerra y el hambre.
África enfrenta conflictos geopolíticos caracterizados por enfrentamientos entre los gobiernos y grupos armados, así como por no hacer uso de ese gran potencial de recursos naturales y humanos de la región, pues siendo un continente con más de 1,535 millones de personas, hay una gran desocupación y la educación presenta los niveles más bajos del planeta. Las disputas territoriales y los enfrentamientos por motivos raciales y religiosos están a la orden del día y ahí se encuentran 7 de los 10 mayores campos de refugiados del mundo, además de que de los 250 millones de migrantes que hay en el mundo, el 14% procede de África y la cifra va en crecimiento. Aunque, cabe mencionar, la crisis de refugiados se debe en gran medida a la falta de voluntad política de la misma comunidad internacional, que poca atención ha dado a la ayuda humanitaria, al trabajo diplomático y político para la solución de conflictos y, como vemos, la cobertura mediática es casi nula, por lo que la opinión pública tiene poco acceso al tema africano y el foco de atención se centra en otras noticias, que si bien de relevancia, no lo es menos lo que sucede en África.
Entre tantos conflictos, está el de África Subsahariana, con una población de unos 1,000 millones de habitantes, que viven en continuo conflicto por la falta de acuerdos de las divisiones territoriales y mientras, la pobreza extrema es su actual realidad, cuando irónicamente poseen grandes recursos, entre ellos, los muy codiciados yacimientos petroleros.
Malí
La República de Malí, en el África Occidental, al Norte del continente, vive un conflicto permanente desde el 2012 debido al enfrentamiento entre separatistas tuareg armados, grupos yihadistas y el ejército de Malí, por lo que ya se han perpetrado tres golpes de Estado y los desplazados suman ya casi medio millón de personas, además de que se registran 6’200,000 habitantes que requieren ayuda humanitaria de emergencia. En este país la inestabilidad política, la inseguridad y la violencia constituyen en panorama general, donde los servicios sanitarios son insuficientes y los grupos armados impiden la atención médica de la población, por lo que está expuesta a enfermedades como la malaria meningitis o el dengue, pero además se carece de suficientes servicios neonatales y las mujeres son víctimas de violencia sexual.
Muchos han tenido que huir a países como Mauritania, Níger y Burkina Faso, donde se estima que fueron unas 165,000 personas. Aunque cabe mencionar, estos países también enfrentan graves problemas, ya que existe una fuerte resistencia y levantamientos armados islamistas en la zona del Sahel, por lo que la violencia es parte del paisaje generalizado de esta región del Norte de África y en Burkina Faso y Malí se han dado golpes de Estado, así que los países africanos difícilmente escapan de la violencia, que por décadas se ha generalizado.
En el extremo Norte, en el Magreb, militantes relacionados con el Estado Islámico y Al Qaeda mantienen enfrentamientos con rebeldes no yihadistas, en su mayoría nómadas tuaregs, que en el 2015 firmaron un acuerdo para ganar posiciones en el ejército y participar en el traspaso de poderes, pero el pacto ha sido olvidado y algunos de ellos posiblemente se unan a los yihadistas, como hace unos diez años que se unieron a este grupo extremistas que se apoderaron de territorios más al Sur, en el centro del país, en donde también intervinieron los mercenarios rusos del Grupo Wagner, ya desaparecido desde a muerte de su líder; y pesa sobre todos ellos graves acusaciones sobre violaciones a los derechos humanos.
Burkina Faso
País ubicado en África Occidental, donde se habla. 59 idiomas, es el país con el mayor número de atentados yihadistas, en donde la inseguridad prevalece y hay 1’700,000 desplazados internos, ya que los taques a instalaciones sanitarias y la violencia predomina en el Norte y Este del país, e incluso han sido atacados instalaciones de Médicos Sin Fronteras, por lo que el riesgo de una pandemia es una posibilidad latente.
Como hemos mencionado, la zona de El Sahel está siendo mermada por grupos islamistas que buscan el control total del territorio, que abarca Burkina Faso, Malí y Níger, por lo que la situación se encuentra al límite, ya que los grupos yihadistas controlan ya más del 40% del territorio, aunque el ejército se encuentra acantonado asediando Djibo, una importante ciudad del Norte y estos enfrentamientos han provocado la muerte de miles de personas cuyas cifras se desconocen, pero si se sabe que hay más de 2 millones de personas que han tenido que salir de sus lugares de origen para proteger su vida. El poder que tienen los grupos extremistas es tal que ya han logrado masacrar a las tropas y dar dos golpes de Estado y sus líderes han tenido acercamiento con Rusia en busca de apoyo político
Nigeria
La República Federal de Nigeria, en el África Occidental, cuna de varios reinos por milenios, después de su independencia del Reino Unido en 1960, ha sido sujeta de varios golpes de Estado, de una cruenta guerra civil y regímenes militares, siendo la vigésima economía más grande del mundo, pero la violencia parece marcar su historia moderna. En el 2022 el grupo yihadista secuestró al único médico del municipio de Gidio y antes secuestraron a un paramédico de una ONG internacional.
En el 2009 y hasta el 2017 comenzó su actividad el grupo terrorista de carácter fundamentalista islámico Boko Haram, que actúa principalmente en el norte de Nigeria, quien quemó 788 hospitales, asesinando a 48 médicos y logrando herir a más de 250, con lo que los servicios sanitarios quedaron devastados desde entonces y como puede verse, en toda África una de las profesiones más riesgosas es la medicina, no obstante ser una de las más prestigiadas y nobles por naturaleza, en este continente representa un riesgo mortal ejercer cualquier actividad relacionada con la salud.
En Nigeria no sólo los servicios de salud han sido atacados, la población sufre de altos niveles de desnutrición, sobre todo en las zonas áridas; en el Norte se han registrado más de un millón de niños con desnutrición aguda; en el 2015 hubo un brote de cólera y un año después volvió la polio salvaje, que ya había sido erradicada y entre el 2014 y 2017 se detectó fiebre lassa, una enfermedad hemorrágica trasmitida por la rata común africana que en una tercera parte de enfermos mueren; la meningits malaria y sarampión también afecta a la población. Asimismo la falta de higiene, de agua limpia y de higiene han contribuido a la proliferación de enfermedades infecciosas.
El grupo Boko Haram continúa actuando en el Nordeste de Nigeria y, aunque ha ido perdiendo fuerza y notoriedad, proliferan los secuestros masivos y los asesinatos y matanzas de civiles, tanto cristianos como musulmanes no radicalizados, y en los últimos años, su modus operandi está siendo replicado en otras zonas del país por grupos de bandidos que han convertido esta forma brutal de delincuencia en su mayor fuente de ingresos. De hecho, después de más de diez años del secuestro de 279 niñas de una escuela femenina de Chibock, al Norte de Nigeria, por parte del grupo Boko Haram, aun no se sabe sobre su paradero.
Casi un millón de personas han huido de sus casas en Nigeria a causa de la violencia que afecta a la zona norte del país, y más de 135.000 han buscado refugio en Camerún, Chad y Níger. Los ataques en Baga en el 2024 han provocado una nueva oleada de refugiados en los países vecinos, con lo que se ha incrementado la crisis humanitaria en la región, la gran mayoría son mujeres y niños. En Chad hay más de 10,000 refugiados. En Camerún, los niños representan el 60% de los 25.000 refugiados nigerianos que viven en el campo de Minawao, en la zona norte, donde un reciente asentamiento ha revelado una alarmante tasa de desnutrición entre los niños. En Níger mujeres y niños representan el 70% de los 100,000 refugiados nigerianos. Miles de nigerianos se han visto obligados a dejar sus hogares para salvar sui vida. Desde el 2015 más de 186,000 nigerianas se han visto obligadas a desplazarse.
Níger
La República de Níger, en África Occidental, es una incipiente democracia que también ha sufrido varios golpes de Estado desde su independencia de Francia en 1960. Actualmente es gobernada por una junta militar, tras el último golpe de Estado en el 2023 y ahí las acciones de los yihadistas también se han dejado notar, penetrado en varias zonas del país, como en parques naturales y bosques en la frontera con Burkina Faso y Benín, aproximándose a Nuamey, la capital y su incursión en la zona de Sahel ha ido incrementándose, aunque Francia ha intervenido para impedirlo, pero salió de la región por motivos diplomáticos. La ONU por su parte comenzó sus misiones de paz desde el 2013, pero con pobres resultados, ya que los yihadistas se han extendido hasta el golfo de Guinea. Y los gobernantes parecen inclinarse más hacia un acercamiento con Rusia.
De acuerdo a información de Médicos Sin Fronteras, en Diffa, al sureste de Níger, hay más de 240,000 desplazados y refugiados, la mayoría de ellos a causa de la violencia.
Según Amnistía Internacional, en Níger niños y niñas son asesinados y reclutados por la fuerza por parte de grupos armados en los conflictos que azotan la frontera de Níger con Mali y Burkina Faso. Es devastador el impacto generado en los niños del conflicto en Níger, en el que participan los grupos armados Estado Islámico en el Gran Sahara (ISGS) y Jama’at Nusrat al-Islam wal-Muslimin (JNIM), afiliado a Al Qaeda, que han cometido crímenes de guerra y otros abusos en el marco del conflicto. Muchos niños y niñas están traumatizados tras haber presenciado los ataques letales perpetrados contra sus pueblos. En algunas zonas las mujeres y niñas están expuestas a secuestros y matrimonios forzados con combatientes y se les obliga a permanecer dentro de casa. En la región nigerina de Tillabéri, toda una generación crece en medio de la muerte; los grupos armados atacan repetidamente las escuelas y reservas de alimentos, y reclutan a menores. La situación realmente es alarmante.
Camerún
La República de Camerún, ubicada en África Central, con una gran diversidad geológica, natural y cultural, donde habitan más de doscientos grupos étnicos y lingüísticos, donde surgió hace más de mil años el Imperio Karen-Bornu, desde su independencia de Francia en 1960 ha atravesado por varios conflictos y guerras, sobre todo debido al problema separatista de dos regiones de habla inglesa desde el 2017, cuya escalada de la violencia han traído consecuencias sobre todo en los sistemas sanitarios, donde 34% de los hospitales se encuentran cerrados y la violencia ha obligado a la población a huir.
Pero a la crisis humanitaria de Camerún se ha dado una segunda crisis, que se ha intensificado en las regiones del noroeste y suroeste. Aquí, la violencia entre las fuerzas gubernamentales y los grupos armados separatistas de la comunidad de habla inglesa se ha recrudecido. Los cientos de miles de personas que tuvieron que huir de sus hogares necesitan ahora asistencia humanitaria urgente.
Centroáfrica
La República Centroafricana, después de su independencia de Francia en 1960 fue sometida por gobiernos autocráticos y en el 2004 estallo una guerra civil, seguida por otra en el 2012 entre coaliciones de oposición denominados Séléka de la minoría musulmana y anti-balaka, de mayoría musulmana, que han llevado a ese país a la ruina y es tal la violencia que Médicos Sin Fronteras tuvieron que abandonar sus operaciones debido a los ataques con cohetes, saqueos en hospitales y amenazas hacia todo el personal del salud. La situación es tan desgarradora que UNICEF ha reportado que uno de cada 5 niños muere antes de los 5 años, principalmente por falta de vacunas.
Los combates entre los grupos armados Seleka y Anti-balaka afectan a 1 de cada 4 personas, lo que ha obligado a que millones de personas huyan de la guerra, porque además muchos niños son prácticamente capturados y obligados a la leva, e incluso para servir como esclavos sexuales. Cabe mencionar que el 60% de la población centroafricana es menor de edad. Y no estamos hablando de invasiones o colonialismo, sino de luchas internas por el poder.
Los países mencionados son sólo algunos de los 80 en donde los conflictos armados siguen destrozando a la población, mientras que los medios se han encargado muy poco de esta zona del mundo, olvidada por muchos, ya que la opinión pública es desviada a otras latitudes donde las guerras y los intereses económicos inciden más en todo el planeta.