- Reafirman el compromiso de las asociaciones para fortalecer el impacto económico
Clase Turista
La industria de bebidas espirituosas genera un impacto económico de USD $36,000 millones en valor agregado bruto, consolidándose como un motor clave para la región. Este dato, extraído del estudio “Bebidas Espirituosas: Impacto Económico Global 2024” de Oxford Economics, fue presentado en la Segunda Cumbre de la Alianza de Bebidas Espirituosas de Latinoamérica y el Caribe (ABELAC), celebrada en la Ciudad de México.
El evento, organizado con el apoyo de la Comisión para la Industria de Vinos y Licores en México (CIVyL), reunió a representantes de asociaciones de toda la región para alinear estrategias ante desafíos políticos, económicos y sociales, además de identificar oportunidades para fortalecer su impacto económico y social.
Bajo el lema “Elevando Nuestro Potencial,” la cumbre ofreció un espacio de colaboración donde se discutieron temas clave como el impacto económico del sector, campañas sobre consumo responsable, y mejores prácticas para el fortalecimiento de la industria. Se presentaron casos de éxito como “¡Menores ni una Gota!” en Chile y “Buencopismo” en México, y se destacaron herramientas de la International Alliance for Responsible Drinking (IARD) para amplificar los mensajes de moderación.
“Es esencial que trabajemos unidos para construir una industria responsable y sostenible que continúe siendo un pilar de desarrollo en nuestra región,” señaló Jorge Padilla, director ejecutivo de ABELAC. “El estudio de impacto económico reafirma el papel de nuestro sector como motor de desarrollo, generando 2.3 millones de empleos y USD $16,000 millones en contribuciones fiscales en la región.”
Maribel Quiroga, directora de CIVyL, expuso la importancia de la coordinación regional y la relevancia de conocer los casos exitosos en los países que son parte de ABELAC y presentó la campaña de “Buencopismo” enfocada en concientizar en la importancia de la responsabilidad ante el consumo de bebidas con contenido alcohólico.
La cumbre concluyó con la Declaración de Ciudad de México, que reafirma el compromiso de las asociaciones para fortalecer el impacto económico y social de la industria mediante la sostenibilidad y la responsabilidad.