- Japón y EU, causantes del desastre
Clase Turista
Desde la semana pasada, pareciera que comenzó a modificarse el sentimiento de los inversionistas con la publicación de los datos de empleo en Estados Unidos y frente a la apreciación del yen japonés, luego de la reunión de política monetaria del Banco de Japón.
De acuerdo con analistas de Intercam, en la sesión overnight, es decir durante la sesión de los mercados asiáticos y europeos, se observó una sobrerreacción en los diversos mercados financieros que terminó impactando a nuestra paridad peso por dólar. Los principales mercados bursátiles presentaron una corrección considerable. Además, el VIX principal indicador de riesgo alcanzó niveles no vistos desde la crisis del Covid.
¿Qué ocurrió en los mercados financieros?
1) El Nikkei 225, la bolsa accionaria de Japón, cerró con una caída de -13.5%, la mayor desde el “Black Monday” en octubre de 1987 en -14.9% y comparable con otros eventos de estrés como la recesión del 2008 en -11.4% y los terremotos y la crisis nuclear en marzo de 2011 en -10.6%.
2) El yen japonés se apreció contra el dólar en cerca de 1.8% para ubicarse cerca de 144 yenes por dólar. Lo que a su vez, tuvo una repercusión en el índice dólar que cayó en cerca de 1.4% y el peso mexicano que cotizó en la sesión overnight del domingo entre 18.90 y 20.16 pesos por dólar, para abrir en la sesión del lunes cercano a 19.50 pesos por dólar.
Con respecto al cierre del pasado viernes el peso mexicano se depreció en poco más de 2.5%
3) Las principales bolsas en EU presentaron retrocesos considerables, aunque al cierre de la sesión cedieron ligeramente. El S&P500 perdió el 3%, el Nasdaq el 3.4% y el Dow Jones el 2.6%. Con respecto al Bono del Tesoro (Treasury) a 10 años, este pasó de 3.97% a 3.78% entre el viernes 2 de agosto y el lunes 5 de agosto, al tiempo que el Treasury a 2 años pasó de 4.14% a 3.89%, de tal manera que la inversión en la curva, es decir tasas de
largo plazo debajo de corto plazo, desapareció.
Ello no es indicativo de que un escenario de recesión no está sobre la mesa, la historia ha indicado que cuando la curva se aplana estamos en vísperas de la recesión.
¿Qué factores están detrás de estos movimientos?
El primero, que es de carácter estructural tiene que ver con la política monetaria del Banco de Japón, la cual recordemos que incrementó su tasa de interés para dejar el terreno negativo el pasado mes de marzo y el 31 de julio sorprendió con un incremento para ubicar la tasa en 0.25%, el mayor nivel desde noviembre del 2008 cuando se ubicaba en 0.30%.
Adicionalmente, y posiblemente el factor más importante, el gobernador del Banco de Japón dio un discurso en donde dejó ver que a pesar de que la economía pudiera debilitarse el Banco seguiría con fuertes incrementos en tasas.
La encuesta más reciente de Bloomberg da cuenta que el consenso estima que esto será un nivel cercano a 0.5% antes de que termine el 2024 y posteriormente en 0.75% antes de terminar el 2025.
En segundo lugar, y de carácter más coyuntural, los datos económicos de Estados Unidos más recientes, como el índice ISM y el empleo (la nómina no agrícola), apuntan a una desaceleración más rápida de la que el mercado descontaba. Con respecto a los datos de empleo, se observa una moderación en la generación de empleo y un repunte en la tasa de desempleo. El reporte fue negativo al sugerir que la fortaleza del empleo se está moderando de manera más pronunciada, dejando en claro la relevancia de los cambios que hizo el Fed en su comunicado de política monetaria resaltando los riesgos para su doble mandato.
La debilidad del dato de empleo movió con fuerza las expectativas de recortes por parte de la Fed, ya ahora se espera con más del 85% de probabilidad que los recortes en septiembre sean por el orden de 50 puntos base.
En este tenor, nuestro escenario base es de una desaceleración en la economía estadounidense, más no una recesión, aunque el día de hoy cobró fuerza la expectativa de un aterrizaje forzoso provocado por la sugerencia de los mercados sobre la postura de la Reserva Federal, que se mantiene detrás de la curva.
Consideramos que, a la fecha no hay suficientes datos, ni evidencia que señalen un escenario de recesión. La realidad es nos parece que estamos frente a un evento financiero originado por movimientos especulativos, más que a un evento económico.
Sin embargo, si la volatilidad de los mercados se extendiera no podemos descartar que tenga implicaciones en la economía acelerando o exacerbando el menor crecimiento en la actividad.
En nuestra opinión, la corrección en los mercados bursátiles pudiera estar más relacionado con los niveles de valuación, ya que frente a expectativas más moderadas sobre el crecimiento, los múltiplos lucen francamente elevados y los inversionistas tienden a ajustarlos con base en las nuevas expectativas.
¿Qué implicaciones tiene esto para nuestra moneda?
El hecho de que el Banco de Japón haya comunicado al mercado una guía monetaria agresiva, pone en entredicho la idea del “super peso” y el famoso carry trade. Recordemos que entre enero y mayo el carry largos pesos y cortos yenes acumulaba un 16.2% de rendimiento efectivo y al cierre de julio este desapareció e incluso se volvió negativo en -3.8%, dejando ver que desapareció una de las razones que más se mencionaban detrás de la fortaleza de la moneda.
Es posible estimar que si continúa una política monetaria restrictiva en Japón, se debilite de manera sustancial el atractivo por invertir en nuestra moneda, y con ello uno de los factores que mantenía al peso en terreno de sobrevaluación. Aparejado, la realidad es que el crecimiento en Estados Unidos será menor, y con ello podríamos ver afectado el crecimiento económico de México.
La reacción inicial de los mercados ha sido de pánico, observamos un movimiento importante en las primas de riesgo de nuestro país y con ello el debilitamiento del peso. Nuestra moneda es la principal variable de ajuste frente a un cambio en el escenario. Frente a una mayor volatilidad y aversión al riesgo es natural ver una depreciación del peso. A esto, se añade incertidumbre sobre los eventos tanto locales e internacionales que están ceñidos en el calendario en los siguientes meses, y que afectarán a nuestra economía. Por lo que, no descartamos que el peso se mantenga en los niveles actuales cuando menos en las próximas semanas, sin descartar una mayor depreciación por la volatilidad e incertidumbre del entorno.