- Al cabo del primer trimestre de 2024, el balance para el turismo en el puerto arroja resultados mixtos
Clase Turista
A ocho meses de que el Huracán Otis impactara con fuerza descomunal Acapulco y Coyuca de Benítez, es importante hacer un balance de la recuperación y reconstrucción, particularmente de Acapulco, ya que en este puerto se concentra la población y la actividad turística del estado de Guerrero. El análisis se enfoca principalmente en la recuperación del turismo y las actividades relacionadas con el mismo, como la conectividad aérea y terrestre, así como la seguridad del destino. Se señalan también algunas causas que han incidido en los avances alcanzados en la recuperación, para finalizar con algunas reflexiones sobre las enseñanzas y aprendizajes que esta crisis nos deja, no sólo para Acapulco sino para otros destinos turísticos.
La actividad turística es primordial para Acapulco y para el estado de Guerrero. El turismo representa el 14% del PIB de Guerrero, pero para Acapulco este porcentaje alcanza el 24%, situación que convierte al turismo en una de las actividades económicas más importantes y la principal fuente de empleo.
El huracán Otis azotó Acapulco el pasado 25 de octubre de 2023, intensificándose con gran velocidad. En poco más de 12 horas, pasó de categoría 1 a categoría 5, con vientos máximos de 270 km/h, causando estragos, derribando árboles, postes de electricidad e infraestructura urbana, además de afectar edificios, negocios, viviendas y zonas naturales en la zona.
Los daños causados por Otis fueron cuantiosos para la población, así como los daños a la infraestructura de servicios públicos, comunicaciones y transportes. Los daños al sector productivo, principalmente a los vinculados con el turismo como la hotelería y servicios de hospedaje, restaurantes y preparación de alimentos, bares y centros nocturnos, servicios de esparcimiento, paseos y actividades acuáticas, entre otros, fueron enormes.
Tan solo en la hotelería se estima que el 80% de los establecimientos se vieron afectados, provocando cierres totales o parciales. Se estima que antes del huracán Otis existía una oferta de más de 21 mil habitaciones de categoría turística, así como una oferta de más de 12 mil unidades habitacionales a través de las plataformas de renta de corto plazo. Como consecuencia del impacto de Otis, la oferta de habitaciones se redujo a cerca del 20% de la disponible anterior a la crisis.
Asimismo, el Aeropuerto Internacional de Acapulco suspendió operaciones por el daño sufrido en sus instalaciones y las vías de comunicación terrestre también sufrieron fuertes afectaciones. De hecho, no fue sino hasta el 13 de noviembre de 2023, 18 días después de haber sido cerrado, que se reanudaron las operaciones. Cabe mencionar que, en la primera etapa de reapertura, sólo se reanudaron los vuelos nacionales; las operaciones internacionales se reanudaron hasta el 27 de noviembre de 2023.
La pérdida de viviendas ya sea por daños totales o parciales fue enorme. De acuerdo al censo que realizó la Secretaría del Bienestar en los municipios de Acapulco y Coyuca, en Guerrero, el Gobierno Federal calculó alrededor de 274 mil viviendas con alguna afectación; dentro de está cifra, se consideran 51 mil 864 viviendas con pérdida total. Además de 47 mil 627 locales comerciales registrados en el censo de afectaciones, asimismo, los daños a segundas viviendas, edificios de apartamentos y condominios vacacionales fueron igualmente cuantiosos, lo que impactó el flujo de turistas que llegan a estos alojamientos.
Un indicador, así sea parcial de la magnitud de los daños, es la cifra que reporta la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, la cual asciende a 11 mil 200 millones de pesos al cierre del primer trimestre del presente año, por concepto de indemnizaciones y anticipos a los asegurados afectados por el paso del huracán Otis. De esta cifra, 61% del monto corresponde a seguro de daños (25 mil 134 reportes de viviendas, hoteles, restaurantes y otros), mientras que 39% restante son de autos (16 mil 27 reportes). La cantidad de indemnizaciones y anticipos a los asegurados convierten a este fenómeno natural como el segundo huracán de mayor impacto para las compañías de seguros en México.
Pasada la emergencia, en la cual la prioridad fue la atención a las necesidades básicas de la población y la seguridad de los turistas, así como su retorno a sus lugares de origen, la tarea se concentró en la recuperación de Acapulco con base en las fechas clave para la llegada de turistas:
Vacaciones de fin de año Abierto Mexicano de Tenis 2024 (febrero – marzo 2024) Semana Santa (marzo 2024) Tianguis Turístico México (abril 2024) Convención Nacional Bancaria (abril de 2024) Vacaciones de verano 2024
En tanto, la labor de las autoridades se concentró en realizar un censo sobre las familias y viviendas afectadas para hacerles llegar algunos apoyos, así como el restablecimiento de algunos servicios públicos como la electricidad y el agua potable. La acción de los empresarios se dirigió a la reapertura de sus establecimientos con el propósito de estar parcialmente listos para recibir al turismo.
En este primer trimestre del año en curso, a más de siete meses de la crisis, el balance arroja resultados mixtos:
Actividad Hotelera
A pesar de los daños, la oferta hotelera de Acapulco se ha ido recuperando gradualmente. Se espera que para finales del 2024 la mayor parte de las habitaciones afectadas por el huracán estén nuevamente disponibles.
De acuerdo con DataTur, previo a la pandemia, Acapulco registraba 21,885 cuartos disponibles promedio diario. Asimismo, a mediados de junio de este año, la gobernadora de Guerrero informó que tras el paso del fenómeno natural se habían reabierto el 74% de los hoteles, cuatro más que el mes pasado, lo que representa actualmente una oferta de 9 mil 899 habitaciones disponibles en el puerto.
Es importante destacar que a reducción de la actividad hotelera ha provocado la pérdida de miles de empleos en el sector turístico, lo que afecta negativamente la economía local y el bienestar de las familias que dependen de esta actividad. La falta de inversión en el mantenimiento y la modernización de la infraestructura turística acelera su deterioro, afectando aún más la imagen del destino y la calidad de la experiencia del visitante.
Llegada de turistas a Acapulco
En cuanto a la llegada de turistas a Acapulco en el cierre de 2023, llegaron 6,486.1 miles de turistas nacionales a hoteles, comparando el mismo periodo con respecto al cierre de 2019, llegaron 6,663.5 miles, lo que representa una disminución del -2.7%. Comparado con el año 2022, la llegada de turistas nacionales en el 2023 se redujo en -15%, concentrándose la caída en el último trimestre.
Asimismo, la llegada de turistas internacionales a hoteles en 2023 fue de 166.1 mil turistas, comparado con el ejercicio de 2019 (antes de la pandemia), llegaron a Acapulco 119.6 mil turistas, lo que representa una variación positiva del 38.9%. Comparado con 2022, se observa un incremento de 21 por ciento.
Ahora bien, si analizamos la llegada de turistas nacionales a hoteles entre le periodo de enero y abril de los ejercicios 2019 y 2024 respectivamente, llegaron a Acapulco 2,253.1 mil 2029 en comparación con los 1,326.5 mil turistas nacionales de 2024, lo que representa una variación del -41.1%. Comparando los mismos períodos para 2023 y 2024, se observa una caída de -56.5 por ciento.
En cuanto a la llegada de turistas internacionales a hoteles, entre el mismo periodo de 2019 y 2024, llegaron 42.2 y 13.3 mil turistas provenientes el extranjero respectivamente, lo que representa una variación del -68.5%. En comparación con los primeros cuatro meses de 2023, el turismo internacional se redujo en 85.1 por ciento.
Empleo y tasa de ocupación
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) que elabora el INEGI, en el primer trimestre de este año la población ocupada de Acapulco ascendió a 298,607 personas, 3% menor a la registrada en el primer trimestre de 2023. La tasa de desempleo aumentó de 1.8% en el primer trimestre de 2023 a 2.3% en el primer trimestre de 2024; sin embargo, el principal problema laboral no es el desempleo abierto sino la informalidad laboral que alcanza el 60.0% de la población ocupada.
El sector de alojamiento temporal y preparación de alimentos y bebidas juega un papel fundamental en la economía de Guerrero, debido a su importancia en la generación de empleos, ya que miles de personas se encuentran trabajando en hoteles, restaurantes, bares y otros establecimientos relacionados. Asimismo, el gasto de los turistas en alojamiento, alimentos y bebidas genera una importante derrama económica para el estado, beneficiando a diversos sectores.
Es importante destacar que, primero la pandemia de COVID-19 y posteriormente el huracán Otis han tenido un impacto devastador en el sector de alojamiento temporal y preparación de alimentos y bebidas en Guerrero. Acapulco, que depende en gran medida del turismo, ha visto una drástica disminución en el número de visitantes, lo que ha provocado una crisis económica para muchos negocios y trabajadores del sector.
El comportamiento del personal ocupado en este sector entre los últimos tres años y comparando con el ejercicio 2019 como un año clave. Cabe señalar que no se encontraron cifras específicas para Acapulco, por lo que se presenta la información a nivel estatal. Se puede observar que después de recuperarse del impacto de la pandemia, el empleo en estas actividades resintió los efectos de Otis. En el primer trimestre de 2024 se registró una disminución de 3% en relación con el primer trimestre de 2023.
Actualmente, Guerrero, y en particular Acapulco, además de la caída en la ocupación enfrenta grandes desafíos, por ejemplo:
Persiste la informalidad laboral: Una parte significativa de este sector en Acapulco opera en la informalidad, lo que limita el acceso de los trabajadores a prestaciones sociales y seguridad laboral. Estacionalidad: La demanda de servicios de alojamiento y alimentación es estacional, con picos durante la temporada alta de turismo y períodos de baja actividad durante la temporada. Las vacaciones de fin de año y el primer trimestre son períodos de alta demanda, por lo cual los daños causados por OTIS a la oferta hotelera han tenido un fuerte impacto económico. Competencia: Acapulco enfrenta una fuerte competencia de otros destinos turísticos en México y el mundo, por lo que es importante que los establecimientos de este sector se mantengan innovando y ofreciendo servicios de calidad para atraer a más visitantes. Al no contar con suficiente oferta hotelera, los turistas han optado por visitar otros destinos. Seguridad: No es que Otis haya generado una ciudad insegura, pero sí parece que este problema se ha agravado. Los antecedentes en esta materia hablan por sí solos en el caso de Acapulco; sin embargo, cualquier estrategia de recuperación debería contemplar a la seguridad del destino como una condición.
La recuperación de empleos en Acapulco después del huracán Otis ya es un desafío, debido a que los desastres naturales han tenido y tendrán un impacto significativo en la economía local. La recuperación de empleos después de un huracán es un proceso que requiere una respuesta integral y coordinada por parte de los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y la comunidad en general.
Conectividad aérea
El 25 de octubre de 2023, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), a través de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), informó que el Aeropuerto Internacional de Acapulco suspendió sus operaciones hasta nuevo aviso, tras las afectaciones del huracán Otis. Lo anterior, tuvo efectos significativos en la economía local, el turismo y la infraestructura, tanto a corto como a largo plazo. La disminución en el número de turistas y las operaciones aeroportuarias afectadas llevaron a una disminución en los ingresos y empleos locales.
Después de un evento tan crítico como el huracán Otis, es común que la conectividad aérea se vea afectada debido a posibles daños en la infraestructura de los aeropuertos y las aerolíneas pueden cancelar o reprogramar vuelos por razones de seguridad. La restauración de la conectividad aérea en Acapulco después de Otis depende de varios factores, incluyendo la magnitud de los daños, la rapidez con la que se puedan realizar las reparaciones y las condiciones meteorológicas posteriores al huracán.
Con cifras acumuladas a mayo, Grupo Aeroportuario del Centro Norte (OMA) reportó que el Aeropuerto de Acapulco presentó una caída del -45.5%, por el impacto en el destino generado por el huracán Otis. La disminución fue del -42.9% en cuanto a pasajeros nacionales y -72.1% en pasajeros internacionales, comparado con el mismo periodo del año anterior.
Analizando el desempeño entre el periodo de enero a mayo de los ejercicios 2023 y 2024, las cifras son preocupantes, ya que a casi 8 meses del huracán, no se ha alcanzado los niveles clave antes de octubre de 2023.
Con este antecedente y con datos de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), se puede ver que Acapulco ha experimentado una recuperación muy gradual en su conectividad aérea tras el paso del huracán, por ejemplo:
En general, Acapulco ha logrado recuperar parte de su conectividad aérea tras el paso del huracán Otis. Las acciones para reparar el aeropuerto, el aumento en las frecuencias de vuelos y los esfuerzos para atraer nuevas aerolíneas han contribuido a mejorar la accesibilidad del destino y a impulsar la recuperación del turismo. Las mayores caídas en el número de pasajeros se produjeron, como es de esperarse, en los primeros meses después del huracán. Las caídas fueron muy fuertes en los últimos meses de 2023 y principios de 2024, pero para mayo de este año la caída se redujo sustancialmente a -26.2 por ciento Sin embargo, es importante destacar que aún hay desafíos pendientes, como la completa reconstrucción de la infraestructura aeroportuaria y la promoción continua del destino para atraer más visitantes. A pesar de estos desafíos, la perspectiva para la conectividad aérea en Acapulco es positiva. Se espera que el destino continúe recuperando sus conexiones con el resto de México y los Estados Unidos y Canadá en los próximos años.
Es importante destacar que en llegadas tanto nacionales como internacionales, el impacto de la pandemia de Covid-19 de 2020 y el Huracán Otis de 2023, han sido eventos significativos que han puesto a prueba este destino clásico que es Acapulco.
A continuación, se detalla en el siguiente cuadro el comportamiento de la actividad aérea en Acapulco de acuerdo a las últimas cifras publicadas de enero a abril.
Llegadas de pasajeros nacionales
Las cifras para el período enero-abril muestran los siguientes resultados:
Entre 2019 y 2024 ha habido una drástica reducción de llegadas desde la CDMX, representando un -59.2 por ciento, Los otros dos destinos que han tenido una disminución de pasajeros son Cancún y Monterrey respectivamente entre el -93.3 y el -99.2 por ciento. Si comparamos los años 2023 y 2024, se puede observar una variación del -55.4% para la CDMX, y para Monterrey y Cancún -93.8 y -93.9 por ciento respectivamente. Después de crecer 90.2% entre 2019 y 2023, la llegada de pasajeros de Tijuana disminuyó 17% entre 2023 y 2024. Se destaca que Guadalajara, con respecto al periodo de 2019, ha incrementado la llegada de pasajeros a Acapulco en 195.4%, y en el periodo de 2023 y 2024 creció aproximadamente un 22% Algunos factores que han reducido la llegada de pasajeros nacionales pueden ser: la pandemia del COVID-19, la competencia con otros destinos, el la cambio en las preferencias de los viajeros, incertidumbre económica, la inseguridad en el destino y en las rutas carreteras, sí como la la falta de infraestructura.
Seguridad
La seguridad en Acapulco es un tema complejo que lleva mucho tiempo, pero que ha generado mayor atención recientemente. Si bien Acapulco ha sido históricamente un destino turístico popular, los niveles de violencia e inseguridad han aumentado en los últimos años, lo que ha generado preocupación entre los visitantes y residentes. Los delitos más comunes suelen ser robos, homicidios, secuestros y extorsiones, la violencia está a menudo relacionada con la actividad de grupos criminales como los cárteles de la droga.
Diversos medios de comunicación reportan una constante preocupación ciudadana por la inseguridad y las repercusiones se dan en la imagen y la economía del sector turístico de Acapulco. Existen notas sobre la cancelación de viajes y eventos por parte de turistas debido a la inseguridad. También se publican entrevistas con empresarios y hoteleros que expresan su preocupación por la situación y solicitan medidas más efectivas para garantizar la seguridad de los visitantes.
Lo anterior, hace que se genere desconfianza entre los potenciales turistas, quienes podrían optar por elegir destinos más seguros para sus vacaciones, dañando la reputación a nivel nacional e internacional, lo que dificulta la promoción turística y la atracción de visitantes.
La inseguridad ha provocado una disminución en el número de turistas que visitan Acapulco, lo que se traduce en menores ingresos para hoteles, restaurantes, comercios y prestadores de servicios turísticos. La percepción de que las autoridades no están haciendo lo suficiente para combatir la inseguridad puede generar malestar social y protestas por parte de la población.
Según datos del INEGI en cuanto a la percepción de inseguridad de los residentes de Acapulco, debido al impacto del huracán Otis y las devastadoras afectaciones en la población, no se realizó el levantamiento para este destino en el cuarto trimestre del año pasado. Pero al analizar el primer trimestre de este año con respecto al anterior, la percepción de inseguridad a nivel nacional en el primer trimestre de 2024, el 61% de la población se sentía insegura en su ciudad y en Acapulco este porcentaje era sustancialmente más elevado, ya que el 79% de la población se sintió insegura. Los delitos más comunes que generan esta percepción son el robo a transeúnte, el robo a casa habitación y el narcotráfico.
El porcentaje de percepción de inseguridad registrado en el primer trimestre de este año es también significativamente mayor al del tercer trimestre del año pasado (74.9%) y muy por encima del estimado en el primer trimestre de 2023 (67.8%), lo cual pone en evidencia la gravedad del problema de inseguridad en Acapulco.
La falta de apoyo suficiente para Acapulco tras el paso del huracán ha sido una importante fuente de frustración y críticas para los residentes y las autoridades locales. Otis causó daños generalizados dejando a muchas personas necesitadas, sin hogar, sin trabajo, etc. Sin embargo, la respuesta del gobierno fue, para muchos, percibida como inadecuada, y muchos residentes se sintieron abandonados y desprotegidos.
Es por eso que ahora Acapulco tiene muchos desafíos que enfrentar, por ejemplo:
Aumento de la criminalidad: Las dificultades económicas causadas por el huracán han llevado a un aumento en las tasas de criminalidad. Las pandillas han aprovechado el caos posterior al huracán para expandir su territorio e influencia. Limitaciones de recursos policiales: La presión sobre los recursos causada por el huracán ha hecho que sea más difícil para la policía patrullar vecindarios de manera efectiva y combatir a la criminalidad. Desconfianza pública: la falta de una respuesta adecuada y esfuerzos de recuperación después del huracán ha deteriorado la confianza pública en las autoridades, dificultando la cooperación con las iniciativas de prevención del delito.
Recuperar la confianza de los turistas y revitalizar el sector turístico de Acapulco requiere un esfuerzo conjunto y sostenido por parte de las autoridades, la iniciativa privada y la sociedad civil. La implementación de estrategias de seguridad efectivas, la promoción responsable del destino y el desarrollo de oportunidades para la población local son claves para construir un Acapulco más seguro y próspero.
¿Qué lecciones nos deja Acapulco para el sector turístico?
En México, la preparación para un huracán implica un enfoque integral que abarca desde la prevención y monitoreo hasta la respuesta y recuperación del destino. La preparación para un huracán de esta magnitud requiere un esfuerzo conjunto del gobierno, la comunidad y el sector privado. Mediante la implementación de medidas preventivas, un sistema de monitoreo eficaz y una respuesta coordinada.
La experiencia del huracán Otis en 2023 dejó cicatrices que aún hoy son visibles para Acapulco y para todo el país, por ejemplo:
Infraestructura dañada: edificios, incluidos hogares, empresas y escuelas, quedaron inhabitables o gravemente dañados. Los sistemas de drenaje de la ciudad quedaron saturados, lo que provocó frecuentes inundaciones durante la temporada de lluvias. Dificultades económicas: La industria del turismo, que es el principal motor económico de Acapulco, se vio gravemente afectada por el huracán. Muchas empresas se vieron obligadas a cerrar y las que permanecieron tuvieron dificultades para atraer visitantes. Impacto sicológico: La tormenta dejó a muchas personas con trauma emocional y ansiedad, especialmente aquellos que perdieron sus hogares o seres queridos.
La experiencia del huracán Otis sirve como un fuerte recordatorio del poder destructivo de la naturaleza y la importancia de la preparación. A medida que Acapulco continúa reconstruyéndose y adaptándose, también debe centrarse en fortalecer su resiliencia ante futuros desastres.
Algunas lecciones que debemos tener presentes son:
Preparación y gestión de crisis:
Planificación ante desastres: Es fundamental contar con planes de contingencia actualizados y completos que consideren la respuesta ante eventos naturales como huracanes, inundaciones o sismos. Estos planes deben incluir protocolos de comunicación, evacuación, asistencia a la población y recuperación posterior. Estructuras institucionales para la gestion de crisis. Contar con un Comité de Gestión de Crisis que encabece los esfuerzos durante la crisis y sea el ente que coordine las tareas de atención y comunicación. Capacitación y comunicación: El personal del sector turístico debe estar capacitado para actuar de manera eficiente en situaciones de emergencia, y se deben establecer canales de comunicación claros y efectivos para informar y tranquilizar a los visitantes y residentes.
Resiliencia y recuperación:
Seguros y mecanismos de financiamiento: Es importante contar con seguros adecuados para cubrir los daños causados por desastres naturales, así como con mecanismos de financiamiento que faciliten la recuperación rápida de las empresas y la infraestructura. Apoyo a las comunidades: Las autoridades y las empresas del sector turístico deben trabajar en conjunto para apoyar a las comunidades afectadas por desastres, brindando asistencia humanitaria oportuna, fomentando la reconstrucción y reactivando la economía local. Comunicación transparente y proactiva: Es fundamental mantener una comunicación transparente y proactiva con los visitantes, potenciales turistas, medios de comunicación y otros involucrados, informando sobre la situación del destino, las medidas de recuperación y las fechas de reapertura.
Adaptación y oportunidad de innovación:
Diversificación de la oferta turística: Explorar nuevas opciones turísticas que no dependan únicamente del sol y playa, como el ecoturismo, turismo cultural, gastronómico o de bienestar, para atraer a un público más amplio y reducir la estacionalidad. Innovación tecnológica: Implementar soluciones tecnológicas que mejoren la experiencia del turista, faciliten la comunicación y la gestión de las empresas, y optimicen la recuperación en caso de desastres. Promoción responsable del destino: Promocionar el destino de manera responsable, destacando sus atractivos y experiencias únicas, pero también informando sobre los esfuerzos realizados para la recuperación y la sostenibilidad.
Más allá de las lecciones para Acapulco, el huracán Otis también ofrece un recordatorio a todos los destinos turísticos sobre la importancia de estar preparados para enfrentar los desafíos que presenta el cambio climático. Los fenómenos meteorológicos extremos son cada vez más frecuentes e intensos, y los destinos turísticos deben estar preparados para responder de manera efectiva y proteger a sus visitantes, comunidades e infraestructuras.
Al adoptar las lecciones aprendidas del huracán Otis, Acapulco y otros destinos turísticos pueden construir un futuro más resiliente, sostenible y próspero. ¿Habremos aprendido la lección?