- Faltan mujeres en el Congreso de la CDMX y en la administración pública, el patriarcado no las deja avanzar: afirmó candidato de MC, Leonardo Camacho
- Pasado de la candidata de la alianza, Elena Ramos, la compromete
- Importante unificar los cuerpos policiacos para una mejor seguridad
- En los MP reina la burocracia: Leonardo Camacho
Clase Turista
Faltaban sólo 35 segundos para finalizar el debate entre los candidatos a una diputación local por el Distrito X, con sede en la alcaldía Venustiano Carranza, al que el candidato de Morena, Israel Moreno no llegó. La representante de la Alianza (PRI, PAN y PRD) Claudia Elena Ramos López se mostraba tranquila, segura y sonriente, pero un gancho al hígado por parte del joven político de Movimiento Ciudadano, Leonardo Camacho Amezcua, la dejó en shock, pues ya no se pudo levantar.
Y es que, en ese corto tiempo, Camacho Amezcua espetó: “es una falta de respeto a la democracia que el otro candidato no quisiera asistir y que cancelara a última hora. Sin embargo, yo no quiero venir a sangrar los bolsillos de la alcaldía, como lo han hecho familiares de aquí, la persona de Tláhuac, Elena Ramos López.
Acto seguido mostró una lista de los parientes de la aspirante de la Alianza que cobran en Tlalpan, «recursos que son del dinero público” y como un moderno mago, al estilo de Harry Houdini, sacó de su chistera un “yo le creería en materia de seguridad, en referencia a Ramos López, si no fuera por estas dos personas, Tonatiuh González y Cuauhtémoc Gutiérrez, es decir sobre su relación personal, personas acusadas, del PRI, de trata de personas en la Ciudad de México”.
Con esto, la candidata de la Alianza, palabras más palabras menos, dijo: “eso es violencia de género, lo voy a denunciar, a demandar. Eso fue hace 10 años, esa foto vuelve aparecer”. Y como una poderosa arma sacó un documento que leyó dónde afirmaba por qué se había caído en violencia de género.
Es más, pedía tiempo, (se había acabado el debate), al Instituto Electoral para contrarrestar lo dicho y mostrado por Leonardo Camacho, a quien le dijo “¿usted tenía 11 años cuando esto sucedió, cómo va a saber?
Su enojo, su malestar era evidente la había sacado de sus casillas, la gráfica en dónde está con el hoy preso y exlíder priista Gutiérrez de la Torre.
Por su parte, su asistente, en un acto de intimidación, grababa al integrante de Movimiento Ciudadano, así como a su asesor, quien le dijo “no se preocupe en buscarme, le doy mi nombre y número de teléfono celular”.
El caos reinó por unos minutos en el set de grabación conductores, iluminadores, camarógrafos y tramoyistas sólo escuchaban, uno en voz baja dijo: “la sentó, no puede haber políticos tan corruptos”.
Y es que durante la confrontación la aliancista habló de valores familiares, corrupción y del empoderamiento de las mujeres.
Durante el debate y en su exposición, Leonardo Camacho dejó en claro que en la alcaldía Venustiano Carranza sólo hay dos opciones: “que esta demarcación siga secuestrada por el caciquismo de los Moreno, quienes llevan un buen número de años viviendo del erario público o entrarle a lo nuevo, a Movimiento Ciudadano”.
Asimismo, señaló que dicha demarcación está hundida en la corrupción, nepotismo, de que funcionarios se hayan hecho ricos de forma inexplicable, lo que ha provocado que la delincuencia organizada “ve a la Venustiano Carranza como un paraíso, en donde reina el cobro de piso, la recaudación para la fiesta del funcionario, el entre en temporadas decembrinas, además donde se palma la inseguridad y la falta de servicios.
De acuerdo a datos de instituciones de prestigio, aseguró que dicha alcaldía cuenta con el cuarto lugar de robo con violencia, por lo que en caso de llegar al Congreso de la CDMX “voy a fortalecer los protocolos de seguridad, unificar los cuerpos policiacos, es decir que haya una sola policía y que no existan militares en la calle”.
Agregó, “para lograr lo anterior es importante dignificar a quienes nos cuidan, nos protegen como es darles mejores servicios de salud, salarios adecuados, que sean dignos de créditos para vivienda, sobre todo equiparlos con armas sofisticadas, mejor de las que trae la delincuencia y que continuamente reciban cursos de tiro y cómo actuar en momentos de crisis”.
Dentro de este tema, señaló que es importante también fomentar el deporte y la cultura, así como vigilar el estado mental de quienes nos cuidan, porque es tiempo de que nosotros también los cuidemos y dignifiquemos para el bien de todos los capitalinos, no solo de Venustiano Carranza”.
Criticó también la burocracia que se vive en los Ministerios Públicos y su nulo conocimiento en áreas de derechos humanos, en el cómo deben tratar a las poblaciones vulnerables. “Debe haber, agregó, una profesionalización, cursos de capacitación, que hagan un verdadero acompañamiento de la gente que han sido vulneradas en su seguridad.
Por otro lado, pidió que los parques y jardines, que están “secuestrados” por la alcaldía, “los abran, que los tengan sin candados ni cadenas para que la gente los disfrute, practicar deporte te mantiene con una mentalidad sana.
Y no olvidemos que a las infancias “las hemos enterrado», hay un rezago histórico en darles su reconocimiento como parte importante de la sociedad. Los festejamos en su día, pero los dejamos de la mano de Dios en los 364 restantes, hay que atacar de raíz la prostitución infantil, que trabajemos de la mano gobierno federal, local y los Congresos para hacer políticas públicas a favor de este sector”.
Leonardo Camacho Amezcua está convencido de que “hacen falta mujeres en el Congreso de la Ciudad de México y en la administración pública: “el patriarcado no las deja avanzar, no es posible que se les pague menos cuando hacen un trabajo igual al de los hombres, que se les sobaje o se les acose sexualmente si quieren un cargo más importante, eso no señores, la mujer es una pieza importante en la sociedad”.
De salida reiteró: “Quiero ocupar un cargo público, porque mi corazón late al ritmo de las calles de esta alcaldía que me ha visto crecer durante más de 18 años. Cada paso que doy por sus aceras gastadas, cada mirada que intercambio con mis vecinos refleja la lucha diaria que enfrentamos.
Donde las representaciones de enojo nos acompañan debido a la escasez de agua, una necesidad básica que a menudo es un lujo para muchos. El transporte público, que cuando funciona, es un desafío constante, verdaderamente una batalla contra la impuntualidad y la falta de mantenimiento.
La inseguridad se ha convertido en una sombra que acecha cada esquina, cada hogar. El miedo se ha arraigado en nuestros corazones, como una semilla de angustia que florece con cada noticia trágica.
Escucho los lamentos de mis vecinos, sus voces cargadas de frustración por las extorsiones, por el abuso de poder, por el mal manejo de los recursos públicos que deberían servir a todos y todas las personas que viven en nuestra alcaldía.
Quiero ser el político que no solo escuche, sino que también actúe, que no solo prometa, sino que cumpla. Quiero representar a mi comunidad, no sólo como un político, sino como un politólogo y administrador público que se encuentra en formación, alguien que entiende y comparte las esperanzas y luchas de los habitantes de Venustiano Carranza.
Quiero encarnar la nobleza perdida en la política, devolverle su verdadero propósito: servir a los ciudadanos. Quiero ser la voz de aquellos que son silenciados por la injusticia, el rostro de aquellos que son invisibles para los poderosos.
Porque esta alcaldía, esta tierra que me vio nacer y crecer, merece más que promesas vacías y políticos corruptos. Merece a alguien que luche con el corazón en la mano, que no se rinda ante los obstáculos.
