- Cárcel al presidente
- Por Carlos Ramos Padilla
Clase Turista
No es el primero ni será el último. La justicia francesa condenó a prisión al expresidente Nicolás Sarkozy antes soberbio e insoportable mandatario.
Todo esto en el conocido caso “Bigmalion” sobre la financiación ilegal de su campaña de elección presidencial de 2012. Sarkozy de mala memoria para México por la defensa de Florance Cassez y la prepotencia con que se manifestó ante el gobierno de México, donde Felipe Calderón ejerció con dignidad sus facultades y representó con pundonor al país.
Tiene 69 años de edad y pretende evitar su reclusión ya que el tribunal abrió la puerta a una alternativa durante los seis meses de obligado cumplimiento de la pena de un año impuesta. En septiembre de 2021, ya lo había declarado culpable en primera instancia de superar el límite legal de los gastos de su campaña electoral y le impuso entonces un año de prisión firme.
Pero a diferencia de los otros acusados, el expresidente no ha sido acusado por el sistema de facturas falsas en sí, ideado para ocultar casi 43 millones de euros (46 millones de dólares al cambio actual) frente al límite legal de 22.5 millones (24 millones de dólares). Hoy se suman los cargos de fraude y abuso de confianza. Vale mencionar algunos nombres de antes intocables que han recibido la sanción de la justicia como Luis Inacio Lula da Silva, Carlos Andrés Pérez, Augusto Pinochet, el derrocado Manuel. Celaya, Jorge Rafael Videla, Carlos Menem, Alberto Toledo, Evo Morales, Pedro Castillo, Alberto Fujimori e incluso Donald Trump acusado de conspiración . Otros como Manuel Antonio Noriega fueron arrojados al caño de la historia.
Volviendo a Sarkozy el fraude se conoció dos años después de la campaña de la elección presidencial de 2012 –que perdió ante el socialista François Hollande.
En 2025, enfrenta otro proceso por las sospechas de financiación libia de su campaña electoral de 2007 y manipulación de testigos.
Además, recurrió su condena a un año de prisión en un proceso sobre la corrupción, de un alto magistrado.
Hay mandatarios que se sienten confiados en la protección impune que les regala el sistema político o la continuidad de incondicionales. Pero para su desventaja hoy en día los órganos fiscalizadores, las traiciones, las redes sociales y las grabaciones que dan testimonio no permiten la evasión de responsabilidades. Por ello en nuestro país es fundamental la división de poderes y la fortaleza de la Suprema Corte de Justicia. En México donde se vive uno de los episodios más violentos y degradantes en la seguridad tarde o temprano saldrán al descubierto las componendas, acuerdos, negocios y hasta compromisos adquiridos fuera de la ley ni solamente en el financiamiento de campañas electorales sino en la complicidad de eventos para repartir el poder.