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22 noviembre,2024

En confesiones de un alcohólico: Mi primer trago de alcohol, a los 8 años

  • Por Esteban Durán Acosta

Clase Turista

Ricardo, de Tlaxcala responde a nuestros cuestionamientos, éste es su testimonio.

P: ¿Cuál fue su primer contacto con el alcohol y sus efectos?

R.- Mi primer contacto con el alcohol fue a los 8 años, mis familiares son muy asiduos al alcohol, a toda mi familia le gusta, es la única forma en la que ellos se relacionan y la verdad es que para mí era normal el que hubiera bebidas embriagantes en la casa.
Hasta tengo la típica foto de chavito, de muy bebé que ya traigo la botella en la que me dan cerveza, para ver cuál es mi reacción.
Ya de manera más formal, pues incluso saliendo de la primaria.
Muy, muy joven ya desde primero de secundaria, desde los 12 o 13 años, empezaba a consumir de manera recurrente.

P.- ¿Qué le decían sus padres al ver su forma de beber?

R.- Mira, tengo doble estigma -como dicen en la agrupación- además del alcohol, también son las drogas, fue un gran problema: primero fue curiosidad o para ver qué se siente, fue así que empecé a tener muchos problemas, en lo personal y familiar.
Realmente, lo único que me alcanzaban a decir era: ya no lo hagas, me castigaban o decían que hacía mal, veía en realidad la desesperación de mis padres, no podían hacer nada sobre mí, obviamente se sentían muy decepcionados de mí.

P.- ¿Qué efectos y consecuencias tuvo en la escuela o trabajo?

R.- Las consecuencias fueron calificaciones bajas, de repente prefería irme a tomar o a drogarme en lugar de asistir a mis clases.
Tras acabar mis estudios, laboralmente dejé pasar muchas oportunidades buenas, porque de entrada no tenía un sano juicio, claridad mental para saber que realmente tuve oportunidades, que ciertos trabajos eran buenos, había cosas positivas en mi vida que las dejé pasar, preferí más el cotorreo y muchas oportunidades buenas las dejé pasar.

P.- ¿Cómo llegó a AA?

R.- Llegué a la agrupación, que está muy cerca de dónde viven mis abuelos, como a unas cuatro calles.
Se veían las luces prendidas, me preguntaba ¿de qué platicarán, qué dirán, cómo estará la onda?
Me llamaba mucho la atención cómo era ahí dentro; fue en una ocasión que estando en la panadería comprando pan, un compañero tuvo la buena idea de dejar trípticos en el mostrador de la panadería.
Justamente en esa semana había tenido un problema grave derivado del alcohol y dije esa es la señal: me dije me voy a parar ahí, voy a preguntar y la verdad es que me recibieron con los brazos abiertos, el típico aplauso, la junta de información; el programa llegó para quedarse, actualmente llevo tres años militando en este grupo.

¿Cómo le cambió la vida AA?

R.- Fue un cambio de 360 grados, pero hacia arriba o sea una forma de ser, de actuar, de verdad es que fueron muchas cosas muy buenas: la reestructuración de mi familia, sentirme tranquilo, de llegar a la casa y no tener esa necesidad de consumir.
Eso realmente fue una gran bendición, recuperar mi familia, el poder pasar tiempo con ellos, con los cuales pues antes no valoraba; hoy por ejemplo llegué a casa de mis abuelos y me dijeron: te guardamos esta comida, vente, caliéntate tortillitas y todas estas cosas que para mí hoy tienen un gran valor, lo veo como algo bueno, bien positivo que le ha dado mucho valor a la vida.
Además, mucho agradecimiento, que cuando veo a cualquier persona que pueda tener algún problema con el alcohol o las drogas yo le digo, acércate a AA no desprecies lo que no conoces.

Alcohólicos Anónimos, Sección México, ofrece una Alternativa de Solución para quien sufre la enfermedad del alcoholismo.                                                              Servicios totalmente gratuitos                                                                                    Teléfonos: 55 5705 5802 / 800 561 3368

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