- Hay más costos laborales y disuade la creación de negocios legales
- Recomienda interpretar con cautela el crecimiento de la economía
Clase Turista
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advirtió sobre los riesgos de un mayor fortalecimiento de la economía informal, que ya genera casi la cuarta parte (24.4%) del PIB, lo que provoca mayores costos laborales no salariales y disuaden la formalidad en lo laboral, por lo que es difícil pensar que los aumentos de los costos salariales no perjudiquen a las MiPyMEs.
Detalla que la tolerancia de las autoridades ha sido causa importante de dicha informalidad, que genera cargas regulatorias excesiva a los negocios formales y disuade la apertura de más empresas contributivas al fisco.
Y advierte: «Un gran número de micro, pequeñas y medianas empresas, MiPyMEs, son total o parcialmente informales y, por su tamaño, tienen pocas oportunidades de ser productivas».
Por otro lado; el CEESP aconsejó que aunque las expectativas de crecimiento apuntan a que lograremos un 3.5% en el PIB de 2023, debemos interpretar esa cifra con cautela, ya que es necesario que la política pública genere las condiciones para alcanzar y mantener un mejor desempeño.
Para el organismo empresarial es vital la relocalización ya que puede generar beneficios importantes y duraderos para toda la población, bajo Estado de Derecho y otras condiciones necesarias.
En su más reciente analisis expuso que para se requieren políticas en beneficio de los hogares y la superación de los individuos y su inclusión en la economía productiva.
El CEESP apunta que al cierre del año la opinión de los especialistas confirma un mayor dinamismo de la actividad económica y que las más recientes encuestas de expectativas apuntan a que 2023 crecerá muy cerca de 3.5%, significativamente por arriba del avance de 1.0% que se preveía a inicios del año.
En este contexto, el INEGI informó que, de acuerdo con el indicador oportuno de la actividad económica (IOAE), el indicador global de la actividad económica (IGAE) creció 0.1% en octubre y 0.4% en noviembre, lo que permitió que pasara de una tasa de crecimiento anual de 3.8% a una de 4.2% en ese último mes. No obstante, es aconsejable interpretar este salto con cautela ya que se debe a la última estimación oportuna, que no siempre es precisa.
Por ejemplo, con la cifra de octubre del IGAE, en vez de la estimación oportuna IOAE, el crecimiento anual promedio para enero-octubre se mantuvo en el mismo porcentaje de los primeros 10 meses del año (3.4%), toda vez que el IGAE, que “permite conocer y dar seguimiento a la evolución del sector real de la economía en el corto plazo” finalmente reportó una disminución de 0.1%, en vez de su estimación oportuna de un aumento de ese mismo porcentaje.
Inflación con rfesistencia a la baja
En materia de inflación aún se percibe cierta resistencia a la baja. En la primera quincena de diciembre los precios al consumidor aumentaron 0.52%, mientras que el pronóstico promedio de la encuesta Banamex anticipaba un alza de 0.40%. Además, este aumento fue el segundo más alto para el mismo lapso desde el año 2000. Así, la inflación anual pasó de 4.33% en la segunda quincena de noviembre a 4.46% en la primera de diciembre. Es importante señalar que esta evolución reciente de la inflación tiene un origen estacional, ya que refleja mayormente el alza del indicador no subyacente.
En cuanto al consumo, se observan resultados mixtos. Por una parte, las ventas al menudeo aumentaron 0.8% en octubre, después de tres meses consecutivos a la baja, debido en buena medida al incremento mensual de 10.8% en la venta de artículos de papelería, para el esparcimiento y otros artículos de uso personal.
Sin embargo, el indicador de ingresos totales reales por suministro de bienes y servicios privados no financieros disminuyó 1.4% en el mismo mes de octubre después de dos meses seguidos al alza. Destacan las caídas en transporte, correos y almacenamiento (4.6%) y en servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas (3.5%).
Sin duda la economía ha mejorado. Pero, aunque como lo hemos mencionado en diversos espacios, su recuperación postpandemia fue muy lenta en comparación con otros países y las expectativas apuntan a un menor dinamismo el siguiente año.
A fin de alcanzar y mantener un mejor desempeño de la actividad productiva del país es necesario que la política pública se avoque a ello en diversos frentes.
Urgen más facilidades al sector formal de la economía
Es indispensable un entorno que facilite a las empresas, nuevas y ya establecidas, participar en el sector formal de la economía, con expectativas claras de crecimiento y supervivencia, así como generar una percepción positiva y de certidumbre del ambiente de negocios.
La informalidad se ha convertido en una alternativa para un gran número de personas que buscan una fuente de ingresos, pero se ha consolidado ante la ausencia de políticas que propicien la participación en el sector formal de la economía.
En 2022 la economía informal generó casi la cuarta parte (24.4%) del PIB , su porcentaje históricamente más alto. Pero, como es sabido, la productividad del sector informal es baja. Por ejemplo, ocupa a más de la mitad de la población y genera sólo una cuarta parte de la producción del país.
La tolerancia de las autoridades ha sido causa importante de la informalidad en general. Asimismo, la carga regulatoria excesiva disuade la apertura de una empresa en la formalidad.
Sin duda, los costos laborales no salariales disuaden la formalidad en lo laboral. Éstos pueden llegar al 50% de los costos laborales totales.
Un gran número de micro, pequeñas y medianas empresas, MiPyMEs, son total o parcialmente informales y, por su tamaño, tienen pocas oportunidades de ser productivas. Esto inexorablemente pesa en el problema de baja productividad y de su crecimiento del país. Por ello, es necesario adoptar políticas que reduzcan el costo de la regulación económica y los costos laborales de las empresas.
La necesidad de controlar los costos a futuro se aplica también a los salariales. El discurso oficial implica que los incrementos de los salarios no dañan a las empresas , pero es difícil pensar que los costos salariales no perjudiquen a las MiPyMEs.
Las oportunidades de la relocalización de las cadenas productivas o nearshoring no son eternas. México está en un momento que no puede desaprovechar. Dicha relocalización puede generar beneficios importantes y duraderos para toda la población, siempre y cuando exista un entorno de legalidad y otras condiciones necesarias para que sea atractivo participar en la formalidad a lo largo de todo el país, no sólo en el norte.
La población requiere de empleos de calidad, es la única forma de reducir verdaderamente los niveles de pobreza en todas sus clasificaciones.
La tarea sería complicada, pero rendiría frutos si las autoridades se convencen de que el beneficio de los hogares y la superación de los individuos y su inclusión en la economía productiva sean su principal objetivo. Con ello y con trabajo y competencias habría políticas públicas suficientes y eficientes para lograrlo.