- El costo sería muy elevado para MiPyMEs, advierte el CEESP
- Habría impactos negativos en el PIB, el empleo y la inflación
- Por Gerardo Flores Ledesma
Clase Turista
El sector empresarial advirtió que la iniciativa de ley para limitar la semana laboral a 40 horas, en caso de aprobarse, sería perjudicial para las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs), que ya sufren por fuertes aumentos en los costos laborales de los últimos años y el encarecimiento de las tasas de interés.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) subrayó que el 61% del personal del sector formal labora más de 40 horas a la semana, por lo que el alcance de la ley sería muy elevado.
Indica que la presión sobre el costo laboral para la empresa podría llegar a 40% o más y complicaría más la formalización laboral.
En su más reciente análisis, el CEESP afirma que el número de trabajadores que laboran más de 40 horas por semana es muy importante, ya que más de la mitad las personas ocupadas-formales e informales-, el 54% trabajan más de 40 horas semanales.
En el sector formal, añade el organismo empresarial, la proporción es mayor porque el 61% del personal labora más de 40 horas a la semana. Por ello, el alcance de la ley sería muy elevado.
Y puntualiza: “Si la ley se aprueba, las empresas tendrán que ajustarse a ello. Habría diversas maneras de hacerlo, dependiendo de la modalidad en la que trabajan quienes lo hacen por arriba del umbral de las 40 horas, así como de las decisiones que tome cada empresa con la reforma, tales como pagar horas extras, utilizar otros contratos para sustituir los actuales -quizá con las mismas personas o con otras-, así como otras formas”.
El CEESP matiza que “bajo cualquier modalidad de ajuste, el costo para las empresas será significativo si se quiere mantener su ritmo actual de actividad y operación. De lo contrario, el efecto sería una reducción de sus actividades. A nivel agregado, se afectaría la actividad económica y probablemente se generaría un exceso de demanda en los mercados; en todo caso, sería una afectación negativa sobre el crecimiento económico y el empleo y con impacto inflacionario”.
Asimismo, explica que el tamaño de estos efectos se puede apreciar en la presión sobre el costo del trabajador para la empresa. “Por ejemplo, si la ley que limita a 40 horas entra en vigor, una empresa en la que los empleados trabajan 48 horas por semana que decida continuar al ritmo de trabajo pagando horas extras para conservarlo, enfrentaría un aumento del costo laboral que podría llegar a 40%, y sería muy superior si el número de horas extras es mayor”.
Se agrega que es posible que haya otras alternativas para moderar el aumento de costos que implica la iniciativa, aunque de todas formas serían onerosas. Y es probable que la variedad de opciones esté al alcance de las empresas grandes en mayor medida que las pequeñas y medianas.
El CEESP hace hincapié en que el efecto en los costos laborales de la restricción legal de las horas de trabajo a 40 horas por semana se sumaría a la serie de medidas que los han elevado de forma pronunciada desde 2018, como los aumentos de los salarios mínimos, las mayores contribuciones de las empresas que implica la reforma de pensiones del 2021 y las vacaciones adicionales legisladas el año pasado.
Los empresarios estiman que, con relación a 2018, los costos laborales se incrementaron más 60% en términos reales hasta 2023 y que “un aumento adicional como el que implicaría la restricción de horas de trabajo a 40 por semana elevaría adicionalmente los costos de forma significativa, lo que sin duda dañaría más la competitividad de las empresas mexicanas, especialmente de medianas y pequeñas”.