- Reventó presas, destruyó edificios y arrasó una cuarta parte de la ciudad oriental de Derna
Clase Turista
Los expertos han catalogado el fenómeno meteorológico en Libia como una tormenta de extrema intensidad. Después de causar estragos en Grecia, Turquía y Bulgaria, cobrando la vida de al menos veintisiete personas, esta tormenta arrojó una cantidad asombrosa de lluvia sobre el país norteafricano, sumergiendo completamente la ciudad de Derna en la región oriental de Libia. Para agravar aún más la situación, dos presas se derrumbaron simultáneamente, liberando otros treinta y tres millones de metros cúbicos de agua.
Las autoridades informan de una cifra de al menos tres mil fallecidos en una ciudad que alberga a cien mil habitantes, un número trágico que lamentablemente podría aumentar. Se estima que al menos seis mil personas están desaparecidas, y algunos incluso especulan con que la cifra podría llegar a diez mil.
Las inundaciones causadas por la tormenta, conocida como Daniel, que provocaron la ruptura de presas, la destrucción de edificios y la devastación de una cuarta parte de la ciudad de Derna en el este de Libia, han cobrado la vida de aproximadamente 6 mil personas, según los servicios de emergencia. Sin embargo, se teme que la cifra de víctimas mortales pueda llegar a 10 mil.
Las labores de rescate han permitido recuperar más de mil 500 cuerpos entre los escombros de Derna, según informó Mohammed Abu-Lamousha, portavoz del Ministerio del Interior para la región este de Libia.
Esta impactante cantidad de muertes y la destrucción causada por la tormenta en el Mediterráneo resaltan la gravedad del fenómeno, pero también ponen de manifiesto la vulnerabilidad de un país que ha enfrentado el caos durante más de una década. Desde el asesinato de Muamar Gadafi, quien gobernó Libia durante 42 años hasta su derrocamiento y posterior asesinato en octubre de 2011, el país se ha dividido en facciones rivales en el este y oeste, lo que ha resultado en la negligencia y abandono de la infraestructura en muchas regiones.
Hasta el momento, la ayuda internacional está comenzando a llegar a Derna, más de 36 horas después de la catástrofe. Las inundaciones han dañado o destruido numerosas carreteras que conducen a esta ciudad costera, que cuenta con aproximadamente 89 mil habitantes.
Las autoridades advierten que es probable que la cifra de muertes siga en aumento y que al menos 10 mil personas aún están desaparecidas. Además, más de 40 mil personas han sido desplazadas por esta tragedia.
La situación en Libia es «tan devastadora como la situación en Marruecos», en referencia al terremoto que sacudió el país norteafricano el viernes pasado.
La destrucción golpeó a la ciudad el domingo por la noche, mientras la tormenta azotaba la costa. Los residentes de Derna informaron haber escuchado explosiones y notaron que las presas en las afueras de la ciudad se habían desplomado, lo que desencadenó inundaciones repentinas a lo largo del río Wadi Derna, que fluye desde las montañas a través de la ciudad y desemboca en el mar.
Varios países, incluyendo Francia, Italia, Egipto, Argelia y Qatar, así como la Cruz Roja italiana, han respondido a la llamada de socorro y se han ofrecido a brindar ayuda inmediata. El presidente tunecino, Kais Saied, también ha autorizado la coordinación inmediata con las autoridades libias para prestar asistencia de emergencia mediante la movilización de recursos humanos y logísticos necesarios.
