- Advierte la calificadora sobre desafío en seguridad social y la recesión que viene
Clase Turista
Aunque el recorte de Fitch a la calificación crediticia de EU al colocarla en AA+ y el impacto en los mercados había sido limitado, predominaba en Estados Unidos la molestia de la Casa Blanca que comentó que «está totalmente en desacuerdo con esta decisión», mientras que la Secretaria del Tesoro, Janet Yellen llamó a la decisión «arbitraria y basada en datos desactualizados».
Ayer por la tarde-noche, la agencia calificadora Fitch anunció su decisión de degradar la calificación crediticia de la deuda soberana de largo plazo de EU de AAA a AA+, segundo peldaño dentro de su escala.
Asimismo, informó que la perspectiva negativa que tenía la calificación ha sido a estable luego de la reducción en la calificación.
El documento indica que los elementos que motivaron la degradación de la calificación fueron: i) la expectativa de la agencia de un deterioro fiscal en los próximos tres años; ii) la creciente carga de la deuda del gobierno federal; y iii) la erosión de gobernanza en EU durante los últimos 20 años en comparación con otros países con calificaciones de “AA” y “AAA”, lo que se ha manifestado en repetidos enfrentamientos sobre el límite de la deuda y resoluciones de último minuto.
El informe destaca que la gobernanza en EU ha ido deteriorándose a lo largo de los últimos 20 años, incluyendo aspectos fiscales y de manejo de la deuda, lo que ha minado la confianza en la gestión fiscal.
En este sentido, el gobierno carece de un marco fiscal a mediano plazo, contrastando con la mayoría de sus pares, además de tener un proceso de presupuestario complejo.
Así, estos factores, junto con choques económicos, recortes de impuestos (en la administración pasada) y nuevas iniciativas de gasto, han contribuido al aumento de la deuda en la última década.
Desafíos en seguridad social
De igual forma se menciona que no ha habido avances significativos en abordar los desafíos a mediano plazo relacionados con los crecientes costos de seguridad social y “Medicare” debido al envejecimiento de la población.
Debido a lo anterior se espera que el déficit del gobierno se incremente hasta 6.3% del PIB en 2023 desde el 3.7% observado en 2022, a causa de menores ingresos federales, nuevas iniciativas de gasto y un mayor costo financiero.
También se prevé un aumento en la deuda pública como porcentaje del PIB durante el período proyectado, alcanzando el 118.4% para el año 2025.
Esto representa más del doble del promedio de las calificaciones ‘AA’ y ‘AAA’, la cuales presentan una mediana de 44.7% y 39.3% del PIB respectivamente. Aún más, las proyecciones a largo plazo indican que la deuda podría seguir aumentando, lo que aumentaría la vulnerabilidad de la posición fiscal de EU ante futuros choques económicos.
En el lado positivo, el documento menciona como factores estructurales que respaldan la calificación de EU al tamaño grande de su economía, la cual es avanzada, diversificada y de alto ingreso, respaldada por un entorno de negocios dinámico; aunado al hecho de que el dólar es la principal moneda de reserva mundial, lo que le provee al gobierno una extraordinaria flexibilidad de financiamiento.
Viene la recesión
Sin embargo, Fitch prevé que la economía de EU entre en una ligera recesión durante el 4T’23 y 1T’24 a causa de condiciones crediticias más apretadas; el debilitamiento de la inversión y una desaceleración en el consumo.
Adicionalmente se menciona que el ciclo restrictivo de la Fed complica los objetivos de estabilidad económica; lo cual se conjuga con el envejecimiento de la población, que conllevan a crecientes costos de atención médica, que a su vez presenta desafíos a mediano plazo para el panorama fiscal. Otro elemento que consideramos vale la pena mencionar es que el alto número de vacantes con una tasa de participación que se mantiene incluso por debajo de los niveles pre-pandémicos podría impactar negativamente el potencial de crecimiento de la economía en el mediano plazo.
El informe menciona que algunos de los factores que podrían llevar a nuevos ajustes (positivos o negativos) incluyen a la baja un aumento marcado en la deuda gubernamental o una política macroeconómica menos coherente y creíble que afecte el estatus del dólar estadounidense como moneda de reserva.
Por otro lado, una reducción de la deuda pública a mediano plazo o una mejora sostenida en la gobernanza podrían conducir a una acción de calificación positiva.
Hasta el momento el impacto en los mercados ha sido limitado debido a la hora de la publicación del documento (17:13 hrs, Tiempo del Este).
Al momento, el dólar, marcado por su índice, ha retrocedido, al tiempo que los futuros de las acciones han caído y los futuros de los bonos del Tesoro han aumento.
Así, aunque la decisión de recortar la calificación por sí mismo no tendría que tener un impacto relevante sobre la transaccionabilidad de los bonos del Tesoro y en general e los
activos norteamericanos; dado la coyuntura actual podríamos observar ajustes exacerbados una vez que se reanudan las operaciones.