- La economía global aumentará 2.8% este año y 3% para 2024
- El PIB para México será de 1.8% en 2023 y 1.6% para 2024
Clase Turista
El Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó sus estimados de crecimiento mundial con revisiones a la baja para 2023 y 2024.
Las proyecciones del FMI indican que la economía mundial crecerá 2.8% (2.9%prev.) en 2023 y repuntará ligeramente a 3.0% (3.1%prev.) para el 2024.
La economía global se sigue viendo amenazada por factores como las elevadas tasas de interés en el mundo por parte de los bancos centrales para combatir la elevada inflación, de los continuos efectos de la guerra en Ucrania y de la incertidumbre en el sector financiero.
La inflación proyectada para 2023 se situó en 7.0%.
En contraste con el reporte de enero del FMI, las señales positivas que se habían presentado a inicios de año para evitar una recesión global se han visto afectadas por una molesta inflación que se mantiene alta aunado a los recientes disturbios en el sector financiero.
Esto fue una sorpresa negativa, por lo que los estimados de crecimiento mundial fueron revisados a la baja para 2023 y 2024.
Adicionalmente en este año se estima que habrá un crecimiento bajo debido principalmente a que las altas tasas de interés para combatir la inflación en el mundo han enfriado la actividad económica global.
EU con estimación de caída
En Estados Unidos, las proyecciones indican que el crecimiento caerá de 2.1% (2.0%prev.) en 2022 a 1.6% (1.4%prev.) en 2023 y a 1.1% en 2024 (1.0% prev.).
En China, para 2023 se espera que la economía de gigante asiático crezca en 5.2% y caiga a 4.5% en 2024.
En Europa se espera que la economía toque fondo en 2023 con un crecimiento de 0.8% (0.7%prev.) antes de repuntar a 1.4% en 2024 (1.6% prev.).
Alzas marginales de PIB para México
En el caso de México, el FMI presentó ajustes al alza marginales respecto al reporte de enero con crecimientos de 1.8% (1.7%prev.) para 2023.
Para 2024, la proyección en México se mantuvo sin cambios con un estimado de crecimiento de 1.6%.
Para el FMI, el panorama se vuelve a vislumbrar de manera negativo.
Las proyecciones se encuentran nubladas una gran incertidumbre en el corto y mediano plazo.
En consecuencia, los riesgos se han ajustado a la baja desde el último reporte.
El FMI advirtió que se han comenzado a hacer evidentes algunos efectos secundarios de la rápida alza de tasas que han afectado el sector bancario y se han vuelto el centro de atención debido a los temores de contagio que existen para otros sectores del sistema financiero.
Existe un riesgo significativo de que los recientes disturbios en el sistema bancario resulten en condiciones financieras aún más ajustadas de lo previsto inicialmente, lo que podría deteriorar mayormente la confianza empresarial y en el consumo.
Dentro de los aspectos positivos, la economía global se podría probar más resiliente de lo esperado, tal como lo hizo en 2022.
En este sentido, con mercados laborales fuertes en varias economías, el consumo puede volver a superar los pronósticos.
Sin embargo, esto podría complicar la lucha contra la inflación. Además, las cadenas de producción continúan mejorando, acompañado de un enfriamiento del mercado laboral (menos vacantes disponibles en lugar de más desempleo) se podría llegar a esperar una desaceleración económica “más suave” (“softer-landing”), que requeriría una política monetaria menos restrictiva.
Para la mayor parte de las economías del mundo, la prioridad seguirá siendo controlar la inflación, al mismo tiempo que se debe proveer de ayuda a aquellos que se vean más perjudicados por los altos costos de vida.
Debido a esto, el FMI considera que se debe fortalecer la cooperación multilateral entre las naciones para tener una economía mundial más resiliente, lo cual incluye la seguridad de la red financiera global, mitigar los costos del cambio climático y reducir los efectos adversos de la fragmentación geoeconómica.
En este contexto, la inflación se espera que sea menor en 2023 para la gran mayoría de los países comparado con el año anterior, pasando de un promedio de 8.7% en 2022 a 7.0% en 2023 debido a la disminución en los precios de las materias primas.
A pesar de esto, se espera que la inflación subyacente disminuya de forma más lenta.
Además, en la mayoría de los casos se espera que la inflación regrese a los rangos de los objetivos de los bancos centrales hasta 2025.
Por último, el FMI mencionó que el resto de las fuerzas que moldearon a la economía mundial en 2022 continuarán este año pero con diferentes intensidades en un entorno de alta incertidumbre.