- Se trata de un desgaste profesional
Clase Turista
El ‘burnout’, también conocido en español como el síndrome de desgaste profesional o síndrome de estar quemado, hace referencia a la cronificación del estrés laboral, el cansancio físico y mental que se prolonga en el tiempo. Este síndrome se ha visto más acentuado conforme los avances tecnológicos imposibilitan, en algunas ocasiones, desconectar del trabajo al contar con más herramientas de conexión. Así, ante la incapacidad de poseer mecanismos que nos ayuden a desconectar del trabajo, el ‘burnout’ ha crecido. En México, 8 de cada 10 personas viven con estrés laboral, en China 7 de cada 10, y en Estados Unidos 6 de cada 10, según la OMS[1].
Ante este contexto, Cecilia Mansilla, experta en liderazgo y desarrollo personal, e instructora de Udemy -plataforma líder de aprendizaje y formación online-. Destaca que “el ‘burnout’ es más común de lo que creemos y es por eso que es tan importante empezar a hablar del tema y sensibilizar a las personas que trabajan con nosotros para se sientan más cómodas a la hora de pedir ayuda. Hay ciertas características y comportamientos que deben llamar nuestra atención e invitarnos a actuar”.
Por ello, Udemy, con la colaboración de Cecilia Mansilla, comparte las 5 señales tempranas del burnout:
Dificultad para resolver problemas. Las cuestiones que antes nos resultaban sencillas, e incluso cotidianas, ahora se vuelven confusas y abrumadoras. Es de vital importancia prestar atención a este factor, ya que se suele mostrar como uno de los primeros síntomas que podría desencadenar padecer ‘burnout’.
Agotamiento físico, traducido en cansancio constante y falta de energía. Con este síntoma, otro de los principales efectos es el cambio de humor y una mayor susceptibilidad hacia temas que antes normalmente le restaríamos importancia. “El ‘burnout’ significa que nos agotamos mentalmente y llega un punto en el que es muy difícil de disimular. Si notamos cambios de ánimo, personas agotadas, cansadas constantemente, y que les cuesta simplemente conectarse a trabajar, necesitan ayuda cuanto antes para paliar esa situación”, explica la experta Cecilia Mansilla.
Reducción de la productividad y efectividad. Personas que antes se desempeñaban de forma satisfactoria, comienzan a enfrentar desafíos para cumplir las mismas tareas. Por lo tanto, baja su productividad y la calidad de su trabajo. Es muy posible que también tengan trabajo atrasado. En este punto, Mansilla destaca la importancia de la comunicación: “Levantar la mano, hablar con nuestros compañeros, con nuestros amigos y familiares, y especialmente con la persona que lidera nuestro trabajo. Simplemente hablar del tema ya nos va a quitar una gran carga de encima. Y este es el primer paso para superar el ‘burnout’”.
Indiferencia y desapego. Personas que antes disfrutaban de su trabajo, que estaban comprometidas con sus resultados y con la organización, de pronto dejan de estarlo. Pierden interés y motivación en sus responsabilidades laborales. Cabría no confundir este comportamiento con poner límites saludables en el trabajo.
Dificultad para concentrarse. El hecho de estar cansados y estresados también dificulta nuestra capacidad de concentración. Y esto sucede incluso a la hora de enfrentar tareas sencillas y habituales en nuestro puesto de trabajo. Así, el descanso y la detección a tiempo de este agotamiento laboral resulta vital para frenar a tiempo y poder ser resolutivos y eficientes en nuestro puesto de trabajo.
Ante este tipo de comportamientos que tenemos que tener en cuenta para tratar de evitar el ‘burnout’, Cecilia Mansilla explica sobre la necesidad de mantener una comunicación transparente para formar un entorno de trabajo positivo. “Necesitamos crear culturas de trabajo saludables, transparentes, empáticas y abiertas en las que las personas permanezcan abiertas a contar sus experiencias y que las mismas sean bien recibidas y acompañadas por todos los miembros de la organización”, concluye.
De hecho, esta visión la comparten ya algunas organizaciones en la actualidad, pues el 43% considera «el tipo de comunicación/transparencia con las personas» totalmente relevante como área de actuación en materia de riesgos psicosociales en aras del bienestar dentro de la organización