- El robo de un tequila fue el inicio de mi alcoholismo
- Por Esteban Durán Acosta
Clase Turista
“Fue durante una fiesta familiar cuando me robé un trago de tequila, tenía 10 u 11 años de edad, en cuanto bebí esa copa, me sentí muy, muy mal, en su momento tuve la desaprobación de uno de mis hermanos, ese fue mi primer contacto con el alcohol de forma muy temprana”, nos dice Héctor “N”, quien habita en el norte del Estado de México.
Héctor continúa con su relato y cuenta que el haberse bebido ese tequila tuvo la desaprobación de su hermano, pues tenía antecedentes con el alcoholismo, mismo que dejó sin mayor problema después, sintiendo que le daba mal ejemplo.
“No fue sino hasta primero de secundaria cuando me procuré un trago, pasaron tres, cuatro años a lo mucho, sin embargo, en su momento no afectó mucho en mis estudios, con el transcurso del tiempo sin duda afectó bastante la escuela”, nos confiesa.
Sobre ¿cuál fue la reacción de sus padres? expresó que fue un problema muy agudo: “mi padre, en paz descanse, era de 1927, era un hombre con la mentalidad del macho mexicano, había cierta complacencia de saber lo que yo hacía, pero por parte de mi madre no, de hecho ella, hasta el día de hoy, bendice a los Alcohólicos Anónimos, porque uno de sus hijos está en el grupo y ya no bebe; pero en mi etapa de beber, hubo una desaprobación total de parte de mis hermanas y hermano mayor, quien me castigó cuando tomé el primer trago”.
“En aquellos tiempos -relata Héctor-, escuchaba en la radio un spot que decía “Alcohólicos Anónimos”… no recuerdo qué decía, porque fue hace muchos años, pero hablaba sobre la “vida que deseamos compartir”, algo así, ya empezaba a resonar en mi mente qué era eso de Alcohólicos Anónimos, esa fue la primera vez que tuve contacto con AA de una forma muy superficial”.
Y nos manifestó que aunque muy superficial, fue muy notorio para él, porque ya tenía necesidad y de forma personal empezó a buscar en los grupos: “busqué grupos de Alcohólicos Anónimos”.
Agradece a Dios el primer acercamiento al grupo de Alcohólicos Anónimos, pues nunca volvió a beber una sola gota de alcohol; era un joven de 25 años, sin planes, ni proyectos, no tenía idea de lo que era la vida en al ámbito de la responsabilidad o de planear la vida, no era un hombre que tuviera un proyecto de vida.
“Era el aquí y ahora, era la fiesta, el cotorreo y nada más, para ese entonces yo no era padre, ahora soy abuelo y no he vuelto a beber; mis hijos no saben lo que es tener un papá borracho”, nos dijo con gran satisfacción.
Y en un breve mensaje para los lectores expresó que “Cuando un individuo, que es buen padre, buen trabajador, buen amigo; cuando un hombre o mujer es una excelente persona; cuando una mujer es una excelente madre, una excelente amiga, una excelente hija, pero cuando se le ve con una copa en la mano y si sabe que después de esto van a venir problemas, sobresaltos, angustias, es porque tal vez esta persona ya presenta problemas con su forma de beber”.
Finalmente, Héctor señaló que no existe, no hay nada que pueda ayudar a alguien que tiene problemas con su forma de beber, Alcohólicos Anónimos presenta una alternativa de solución”.
Alcohólicos Anónimos, Sección México, ofrece una Alternativa de Solución para quien sufre la enfermedad del alcoholismo.
Servicios totalmente gratuitos
Teléfonos: 8005613368 / 5557055802