- En Latinoamérica el 70% del costo de una obra proviene de los materiales
- Desde la startup Tul orientan sobre la eficiencia en la construcción
Clase Turista
En un momento en el que el sector de la construcción comienza a transitar el camino de la recuperación todos los elementos que coadyuven en su avance cobran mayor valor. Cuando se habla de sus materiales la disposición de los mismos es de vital importancia, pues las pérdidas por desperdicios dentro de este renglón pueden alcanzar hasta 12% del costo total de una obra.
En Latinoamérica aproximadamente el 70% del costo de una obra proviene de los materiales, por lo cual el valor de los precios es muy relevante. Pero también lo tiene el cuidado que se haga sobre estos insumos, pues también sus mermas pueden afectar considerablemente la eficiencia de una construcción, alertan desde la startup Tul, plataforma enfocada en la comercialización de materiales para la construcción a través de una aplicación digital.
Desde el lado de los precios, los datos del Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Información (Inegi) dieron cuenta en enero de una desaceleración en los materiales de construcción al registrar por segundo mes consecutivo un avance por debajo de los dos dígitos.
Durante diciembre la tasa anualizada en el renglón fue de 8.5%, mientras que el mes pasado bajó a 8.2%, lo cual contrasta con los registros que promediaban 15% en los meses previos.
Mientras que al hablar de la merma de materiales, estudios indican que materiales como el acero, cemento, arena, concreto, entre otros se pueden encontrar desperdicios en las obras de hasta 40% en algunos casos.
Específicamente en el caso del acero el promedio en el desperdicio de materiales es de 18%; en cemento es de 30%; en concreto de 25%; y en arena puede alcanzar el 40%.
Menos merma, más utilidad
La utilidad de las empresas constructoras en México promedia 7%, lo cual la ubica por encima del 3% de las compañías en Estados Unidos. Sin embargo, ésta pudiera crecer, entre otras cosas, con un mejor manejo de los materiales de construcción.
En este sentido, la startup Tul expone una serie de recomendaciones que pueden contribuir a mejorar el almacenamiento de los insumos y con ello evitar incidencias del lado de las mermas.
Cemento: Lo ideal es que se almacene en un lugar seco, ventilado y sobre una tarima de madera, apilando máximo 14 sacos si se usarán en menos de dos meses, mientras que si guardará por más de dos meses no deberían apilarse más de 7 sacos.
En el caso de que el almacenamiento se haga al aire libre, los sacos deben apilarse sobre una tarima más alta y cubrirse con plástico, para protegerlos de la humedad y la lluvia.
Acero: Se recomienda colocar en estantes para evitar que tenga contacto con cualquier tipo de grasa o aceite, de esta forma se pueden prevenir daños como el doblado o torcido, o cualquier otro que pueda causar algún efecto sobre la adherencia al concreto.
Ladrillo: Para su mejor preservación no deben tener contacto con la humedad del suelo, la lluvia y el sol, por lo cual es mejor colocarlos sobre tarimas de madera y cubrirlos con plástico.
Aditivos: Deben almacenarse en su empaque original, en un lugar seco y fresco que se encuentre bajo techo.
Arena: Se debe mantener bajo techo, seca, limpia, sin tierra, hojas o ramas.
Otra de las recomendaciones que sugieren desde la startup Tul, misma que ponen en práctica en sus almacenes, es la eficiencia al momento de ordenar los materiales. Es decir, dejar en puntos de mayor acceso los insumos de mayor rotación, mientras que los que menos se usan se pueden ubicar en lugares de menor acceso.