- El Senador no quiere irse
- Y es que la “oposición” es inexistente
- Lo cierto es que RMA no ganaría nada
- Por Francisco Gómez Maza
Clase Turista
No se resigna el Senador a tener que renunciar a su excelente, privilegiado, lugar en el Movimiento de Regeneración Nacional. Es el líder de la mayoría morenista y es Presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado.
Y es que, como muchos, Monreal Ávila batalló con revolucionaria terquedad por concretar la existencia del movimiento, codo con codo con el vapuleado por las puntas de lanza de los movimientos ultraconservadores y sus lirones de la ideología de la corrupción, para ofrecer a los mexicanos lo que él creía un gobierno transformador de la vida pública de México.
Conservadores y ultraconservadores (que no son muchos en México, pero son muy gritones, y hasta parecen los chilladores monos araña que se columpian de las ramas de los gigantescos árboles de la Lacandonia, obviamente que quieren que el zacatecano renuncie al partido que ayudó a fundar, Morena. Muchos morenistas también quisieran, con ansias sin iguales, verlo fuera de las filas y muy lejos del presidente López Obrador. No lo pueden ver ni en pintura, como Laida Sansores San Román o Claudia Sheinbaum Pardo.
Sin embargo, Don Ricardo Monreal Ávila debe de estar muy consciente, también, de que, en la inexistente oposición, tanto la chayoteada por el grupo empresarial más reaccionario de México, los que siguen a Claudio X González, discípulo del sancamilote derechista Santiago Abascal, cabeza del partido Vox, como los encabezados por su amigo Dante Delgado, no son ninguna garantía de que él, representándolos, gane las elecciones del 24 y asuma la sucesión de AMLO.
Y es que, por más que haya analistas políticos y otros al servicio del becerro de oro, que afirmen que la inexistente Va por México, por ejemplo, ganará la presidencia de la república en el 2024, esta clase de afirmaciones es ridícula, carente de razón.
Por Morena, Monreal Ávila ha lidereado a la mayoría en el Senado y ha trabajado para lograr la aprobación de una agenda de iniciativas legislativos y está luchando, con fervor morenista, por sacar por lo menos unos 80 dictámenes más. Los verdaderos militantes del partido de López Obrador no pueden ser tan obtusos, como cuando dejaron ir a una luchadora verdadera por la democracia, como Tatiana Clouthier. Y no pueden ser tan estúpidos como para expulsarlo.
Lo sabe muy claramente, don Ricardo. Fuera de Morena sería hombre al agua, político sin carnet. Tanto que, pese a los ataques, cientos de ataques que intentan obligarlo a irse de Morena, y las luchas abiertas como la de la gobernadora de Campeche, insiste en ser, orgullosamente, miembro de Morena.
Y tiene honrosos y vivos desplantes como el que protagonizó al sábado 5 de noviembre, llamando a los morenistas, por parejo, hasta a aquellos que su sus acérrimos malquerientes, a luchar por los principios que dieron origen a Morena; por hacer valer la democracia y “que no haya imposición en ninguna parte”.
El doctor en derecho – ya lo sabrán sus amigos verdaderos y algunos periodistas- dio a conocer un libro que escribió hace algunos años: “Breve Historia de Morena”, en el cual describe los movimientos y personajes que dieron sustento al movimiento de regeneración nacional.
“No hay que olvidar nuestros principios. Morena surgió con mucha fuerza y mucha energía, y muchas personas han muerto, muchos dieron su vida, ofrendaron su vida” por este movimiento que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, afirmó el líder de la mayoría morenista en el Senado y presidente de la Junta de Coordinación Política de esa instancia legislativa.
Como un grito, como un llamado a las nuevas batallas del movimiento que encabeza el presidente López Obrador, Ricardo Monreal Ávila conminó a sus correligionarios de Morena, a no olvidarse de su papel en la historia mexicana: “Hay que luchar por la democracia y por la dignidad; no hay que abandonar nuestros principios, hay que hacerlos valer y hay que dejar que la democracia sea la que decida; que no haya imposición en ninguna parte”, obviamente refiriéndose a la elección del candidato a la sucesión de López Obrador.
En el libro escrito por él, Ricardo Monreal describe movimientos como el ferrocarrilero, el magisterial y el de los estudiantes de 1968, y aborda los liderazgos de Rosario Ibarra, Heberto Castillo, Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez y el del actual presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Además, incluye un disco en el que la ahora senadora Susana Harp Iturribarría interpreta canciones revolucionarias e históricas como “La Paloma Juarista”, “La Sandunga”, “Los Agraristas” o “La Marcha de Zacatecas”.
Y al final, Monreal les recuerda: “No hay que olvidar nuestros principios. Morena surgió con mucha fuerza y mucha energía, y muchas personas han muerto, muchos dieron su vida, ofrendaron su vida: muchas y muchos, por este movimiento que encabezó el presidente López Obrador”.”